21/03/2017
Opinión
Gracias Sr. Presidente Kuczynski por la expresión
que tuvo el martes 28 de febrero hablándoles a un grupo de escolares en Palacio
de Gobierno cuando les dijo que las mejores universidades en el Perú son
estatales, refiriéndose a San Marcos, la UNI y la Agraria; y los animó a
estudiar y prepararse para ingresar a las mismas. Gracias por haber refrendado
lo que también dijo en el Paraninfo de la Facultad de Medicina de San Fernando
en octubre del año pasado, en la celebración del día de la medicina peruana,
cuando señaló que usted era un defensor de la universidad pública. Ya sabemos
entonces, porque también lo ha repetido varias veces, que usted no está de
acuerdo con las universidades chicha, esas estafas educativas que se han
multiplicado por todo el Perú.
Si todo esto es verdad, ¿por qué entonces el Poder
Ejecutivo que usted encabeza se niega a pagar sus sueldos a los docentes de las
universidades públicas tal como la ley lo establece?
¿Por qué ha tenido los dos ministros de educación,
Jaime Saavedra y Marilú Martans, que más dinero del presupuesto público han
puesto en manos privadas para hacer negocios particulares, negligiendo las
necesidades de, por ejemplo, las universidades del Estado?
¿Por qué mantiene programas farsantes como Beca 18,
al cual dedica casi 1,000 millones de soles en el actual presupuesto 2017,
cuando las 51 universidades públicas solo tienen 2,400 millones de soles para
este mismo año?
¿Por qué no se echa a andar con esos 1,000 millones
de soles el Programa de Mejoramiento de la Calidad Educativa de las
universidades públicas, que estipula la ley universitaria 30220? ¿O es que esta
ley es buena para unas cosas y mala para otras?
¿Por qué mantiene las discriminaciones del Sistema
Nacional de Ciencia y Tecnología que administra Concytec —aproximadamente 160
millones de soles— que solo beneficia a los académicos de las ciencias básicas,
las ciencias médicas y las ingenierías, marginando a las ciencias sociales, las
humanidades, el derecho y la economía?
¿Por qué igualmente se margina de la condición de
docente investigador —con la subvención del 50% del haber total que esto
significa— a todo aquel que no sea de las mismas ciencias básicas, médicas o
ingenierías?
¿Por qué cuando se trata el problema de la
universidad pública, como lo hizo su Premier Fernando Zavala en agosto del año
pasado, se tiene la osadía de ofrecernos 100 millones de soles, semejante
migaja ante nuestras inmensas necesidades, en lugar de afrontar el tema con
seriedad?
¿Es que el modelo de Chinchero se está convirtiendo
en una epidemia nacional?
Si quiere ser consecuente con sus dichos séalo de a
verdad Señor Presidente o guarde silencio.
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