Publicado por Daniel Eskibel en Nov
14, 2017
89 % de las campañas presidenciales en América
Latina son derrotadas.
Ochenta y nueve por ciento.
El dato surge de un estudio
realizado por Diego Luján acerca de las 70 elecciones presidenciales
realizadas en 18 países latinoamericanos entre 1993 y 2010.
Ese 89 % de derrotados incluye tanto nuevas
formaciones políticas como también partidos históricos ya establecidos. Pero es
una cifra que te ayuda a pensar en la enorme tarea que significa crear un nuevo
grupo político y fortalecerlo de tal modo que pueda lograr sus objetivos.
Por qué nunca deberías improvisar
cuando estás creando un nuevo grupo político
Hay quienes dicen que en realidad los seres humanos
morimos dos veces: la primera vez es cuando te mueres, claro está. Y la segunda
vez es cuando todos te olvidan y ya no queda ni siquiera tu rastro sobre el
planeta.
Pero sea como sea lo único claro es que nacemos una
vez.
Esa vez es la oportunidad de vivir.
La única oportunidad.
Lo mismo ocurre cuando vas a crear una nueva
formación política: solo nace una vez.
Y ese nacimiento es su gran oportunidad.
El nuevo grupo no va a renacer. Aunque lo hiciera,
para el ciudadano habrás nacido solo una vez. Y esa única vez que naciste como
sector político es tu única oportunidad de hacer escuchar bien claramente tu
voz y de hacer conocer tu personalidad y tus ideas. Es ahora, mismo al nacer,
que se abre una ventana de oportunidad para mostrarte como diferente.
Único.
Por eso nunca es una buena idea un parto
improvisado.
La guía definitiva para un buen
nacimiento político
Crear un nuevo grupo político es relativamente
fácil. Lo más difícil es convertirlo en una alternativa real de poder. Y eso es
lo que comienza a construirse desde antes del nacimiento.
Algunos crean el nuevo sector de la nada. Unos
conflictos, unos enfrentamientos, el agua que llega al río y de pronto…¡zas!…de
pronto unos pocos o unos muchos abandonan el viejo partido y se presentan ante
el público como algo nuevo.
¿Qué están haciendo?
Un parto apresurado, claro.
Un parto sin embarazo.
Lo cual políticamente es de mal pronóstico.
¿Cómo hacer un buen embarazo político? ¿Cómo
preparar las cosas para un gran nacimiento que sea la piedra fundamental de una
alternativa real de poder?
Pues pensando y planificando.
Para que tu nueva formación política nazca en las
mejores condiciones tienes que seguir una serie de pautas claras. Tienes que
considerar y resolver la siguiente checklist:
- Estudiar la opinión pública de manera objetiva y profesional para encontrar claramente cual será el nicho de mercado del nuevo grupo o partido.
- Elegir los tres problemas principales que viven las personas dentro de ese nicho de mercado, tres problemas reales que ningún otro grupo político esté resolviendo bien.
- Escribir las nuevas soluciones que el nuevo sector aportará para resolver esos mismos tres problemas.
- Escribir de modo preciso y sintético las cuatro historias fundamentales que serán su columna vertebral: la historia de la sociedad en la que viven, la del partido que hasta ahora integraban, la del gobierno en ejercicio y la propia del nuevo grupo que está naciendo.
- Decidir cómo se van a tomar las decisiones en el grupo y estructurar una forma de organización alineada con ese estilo de toma de decisiones.
- Resolver un programa de capacitación ágil y práctico para toda la nueva estructura política.
- Presupuestar toda la operativa política de futuro y definir claramente de dónde y cómo vendrán los recursos económicos necesarios.
- Planificar la comunicación de tal manera que el nuevo grupo se convierta en un centro productor y distribuidor de contenidos políticos en diversos formatos.
- Elegir el nombre de la nueva formación política.
- Diseñar la imagen corporativa, la nueva estética institucional.
Todo lo anterior es apenas el comienzo de un largo
camino que habrá que recorrer.
El largo camino del poder
político
Si vas a construir un nuevo espacio político
seguramente no será para expresar tu personalidad ni para satisfacer un
capricho ni por vanidad personal ni por razones similarmente frágiles.
Será para emprender el camino de la lucha por el
poder político.
Porque de eso se trata la política: poder.
Sería una falsa oposición decir que no es por el
poder sino por las ideas o por el bien de todos.
Las ideas políticas son acerca del poder. Acerca de cómo organizar y ejercer ese poder. Acerca de cómo lograr ese bien de todos.
Por eso si creas una nueva formación política
tienes que pensar en un gran nacimiento, claro está, pero además en que esa
fuerza luego camine con firmeza en el escenario político. Hasta convertirse en
una alternativa real de poder.
No un testigo ni un actor marginal, sino una
alternativa real.
El nacimiento de tu nuevo grupo político es una
gran oportunidad de comenzar bien. Repasa la checklist anterior y llévala a la
práctica.
Así estarás en el camino, en el largo camino del poder.
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