21-11-2017
Bien
puede decirse que la crisis del sistema de dominación capitalista en el Perú,
está tocando fondo. El Gobierno del Presidente Kuczynski no atina a definir
nada en provecho de las grandes mayorías, en tanto que la oposición, de
orientación fascista liderada por el fujimorismo y el APRA; conspira
abiertamente para dar al traste con la institucionalidad establecida, en
procura de tomar en sus manos todos los resortes del Poder y asumir, a la mala,
la gestión del Estado.
Como se ha venido registrando, el Jefe del Estado
aplica una política capituladora ante las presiones del “Keikismo” y se entrega
sin resistencia a los requerimientos y exigencias de la Mafia que corroe su
estructura de gobierno, y lo devora. Eso explica la designación de un titular
de Educación, cuyas primeras gestiones han sido sostener entrevistas con el
Presidente del Congreso, y visitar en su domicilio a Keiko Fujimori; revisar el
manido tema del “indulto” en provecho del ex gobernante alojado en prisión
dorada; y alentar y promover el mayor acercamiento posible al dictado de sus
verdaderos Ukases Imperiales.
Un golpe en marcha
Mientras eso ocurre, el fujimorismo a la ofensiva,
enseña una vez más su entraña dictatorial y abusiva. Acusa Constitucionalmente
al Fiscal de la Nación, para echarlo del puesto, y conseguir la designación de
un allegado suyo; busca derribar a cuatro miembros del Tribunal Constitucional,
para designar en su reemplazo una corte de adulones a su ejecutoria; amenaza al
Presidente de la Corte Suprema de Justicia; y procura arrodillar al Jefe del
Estado exigiendo su presencia física ante una virtual “corte” parlamentaria que
busca simplemente condenarlo para -luego- abrir camino a su vacancia, a fin de
“adelantar elecciones” y llegar al gobierno a cualquier precio generando así un
virtual “Golpe Institucional” que dé al traste con todo.
Adicionalmente, discute y perfila leyes se claro
sesgo antidemocrático, como la de la alimentación, o la que busca “regular” el
avisaje estatal en la prensa, o la que margina del proceso electoral a fuerzas
independientes, para no tener adversarios.
Podría generarse de modo, “legal” y en provecho de
“Fuerza Popular” , una formal acefalía de Poder, que le permita auparse en la conducción
del Estado, para “quedarse” en él por décadas, con un régimen Neo Nazi. Esa vía
conduciría a un acto similar al del 5 de abril de 1992.
Todos estan comprometidos
Lo particular de esta crisis es que ella está
signada por un descomunal proceso de corrupción, que deja al aire la
descomposición total de la clase dominante y sus expresiones políticas y
empresariales. Virtualmente ninguno de los partidos o movimientos que
representan los intereses de la Gran Burguesía –y ninguno de sus líderes tampoco-
es ajeno a las maniobras dolosas de O’debrecht, Lava Jato u otros consorcios
similares. Todos, desde Keiko Fujimori y Alan García, pasando por Alejandro
Toledo y Ollanta Humala, y hasta el mismo Pedro Pablo Kuczynski; asoman
severamente comprometidos en escandalosos desaguisados de orden financiero, que
los pintan de cuerpo entero.
Hoy se sabe, en efecto, que García recibía 100 mil
dólares por una “charla” de 90 minutos, lo que le permitía ganar algo más de
1,000 dólares por minuto; que tenía a su servicio un verdadero “staff” de
áulicos que hacían negocios turbios; y que se reunía frecuentemente con los
propietarios de la empresa corruptora; y que digitaba en su provecho oscuras
“cuentas” de terceros, en Andorra, un conocido Paraíso Fiscal.
Todo indica que los verdaderos alfiles de Keiko
Fujimori en materia de corrupción, habrían sido José Chlimper y Joaquín
Ramírez. El primero de ellos, 16 años en el Directorio de Graña y Montero; y el
segundo, llevando dólares para “lavado” a los Estados Unidos de Norteamérica,
como lo demostraron los videos que se conocieran en el país en el pasado mayo.
No obstante, la “Prensa Grande” busca ocultar estos hechos, y la “mayoría
parlamentaria” maniobra descaradamente para “ganar tiempo” y ver cómo puede
“salvar” a su abanderada.
Esa misma “Prensa Grande” esconde la verdadera
razón por la que Alejandro Toledo no puede ser traído al Perú, y busca,
ladinamente ocultar que eso ocurre por la simple razón que Toledo “es hombre
de los yanquis”, y ellos no “lo entregarán” en ningún caso. En “Yanquilandia”,
Toledo está protegido, y a salvo, como lo estaría también en Israel. La CIA o
el MOSSAD, se encararían que así suceda.
Aunque el “caso” Humala es más simple –podría ser
condenado por “recibir dinero de O’debrecht para su campaña electoral-, este
hecho, atribuido al año 2006, en sí no constituye propiamente delito. Contra el
ex mandatario no se le han denunciado “coimas” –como en otros casos- y su
prisión -y la de su esposa- asoman más bien como “venganzas”. Podría
justificarse –sí- una condena por el caso “Madre Mía”, pero en torno al tema,
aun no hay denuncia ni proceso; y seguramente no lo habrá porque podría
convertirse en una virtual “Caja de Pandora” de la que saldrían
denuncias en torno a los 15 mil desaparecidos en los “años de la violencia”,
con infinitas responsabilidades para los gobernantes del pasado, los jefes
militares y otras entidades vinculadas a la guerra de exterminio librada en el
Perú en el pasado reciente.
Por su parte, el Presidente Kuczynski, sí aparece
seriamente comprometido por las declaraciones de Marcelo O’debrech, que lo
situarían en la condición de “asesor” de dicho consorcio. Aunque el mandatario
lo ha negado, pareciera que si, estuvo relacionado el tema a través de una
empresa -COSAPI- de la que habría formado parte.
No hay crisis sin salida
En este marco, hay quienes piensan que el país vive
una situación sin salida. No es así. En política, siempre hay una salida, sólo
que ella puede ser para avanzar, o para retroceder. Eso dependerá siempre de la
correlación de fuerzas y de la habilidad que muestre cada uno de los actores
políticos que asoman en el escenario.
La suma de fuerzas que hoy se declaran contrarias
al Fujimorismo y el APRA, y que se aprestan a librar combativas manifestaciones,
puede salir adelante y crear las condiciones para que el país avance, aunque
fuera en términos relativos y aún precarios. Eso tendría que pasar,
inexorablemente, por renunciar al camino que hoy se sigue, enmendar rumbos para
resistir y enfrentar a pie firme la ofensiva del fascismo. Eso, exigiría al
mismo tiempo, un deslinde con la corrupción galopante que hoy agobia y
desmoraliza a la sociedad peruana.
De no prosperar este camino tendría la ruta fácil
para abrirse paso, la ofensiva del fascismo. Y eso generaría un retroceso
extremadamente peligroso para el país, y para todo el pueblo. Sería una
victoria de las fuerzas más conservadoras y abriría paso a una verdadera
dictadura terrorista de los grandes monopolios, que podría contar incluso con
un cierto “apoyo de masas”. Es decir, la expresión clara de la definición que
nos entregara Jorge Dimitrov en el VI Congreso de la III Internacional, en
1935, hablando del fascismo.
Se trataría de un verdadero y repudiable Golpe, que
debe ser rechazado por nuestro pueblo con la mayor unidad, y fuerza posible.
Implicaría -de triunfar- un grave paso orientado a poner en la picota a los
trabajadores y, en general, a las masas populares, imponiendo a sangre y fuego
una política entreguista y reaccionaria al servicio de las grandes
corporaciones.
El fascismo buscaría arrebatar a los trabajadores
las pocas conquistas que aun mantienen; atacaría a los estudiantes, para
terminar de apoderarse de las universidades; enfrentaría a las mujeres con
perfidia y vileza, como lo hizo antes cuando convirtió las violaciones sexuales
en los centros de detención -legales o clandestinos-, en una rutina de oficio y
dio paso a las esterilizaciones forzadas que afectaron a más de 250 mil mujeres
en todo el país; pretendería poner a su servicio a los maestros, acusando de
“senderistas” a los que no acepten sus imposiciones; recuperaría la plenitud de
la propiedad de la tierra en detrimento de los campesinos y desplegaría una
nueva guerra de exterminio contra las poblaciones rurales y originarias, como
ya ocurrió.
No hay que olvidar en ningún caso que –como lo
acreditara el Informe de la Comisión de la Verdad- el 75% de las víctimas de la
“violencia” en el país, fueron quechua hablantes, habitantes del mundo rural, e
integrantes de las poblaciones originarias
La mano imperialista esa detrás de todo esto
Nadie debiera dudar que tras la descomposición del
proceso peruano, y en procura de las “salidas” peores para nuestro pueblo; se
mueve la mano del Imperio. Lo acredita así las “maniobras militares” de
Tabatinga que si bien se orientan principalmente contra la Venezuela
Bolivariana, también incuban la idea de hacer frente a la “insurgencia”
creciente de los pueblos de nuestro continente.
Contra ella se perfila la estrategia del Imperio,
que no está dispuesto a renunciar a las riquezas que hoy esquilma a nuestras
naciones. Para el Pentágono, la OTAN y los halcones de Washington, los temas
del Petróleo el Gas, los recursos hídricos y las bio-diversidad, constituyen un
patrimonio por el que está dispuesto a pelear haciendo uso de todos los
procedimientos, incluso la guerra.
Así asoma hoy la política yanqui en el mundo.
Afganistán, Irak, Siria, Libia, Palestina, Irán; son todos territorios en los
que la Casa Blanca despliega una ofensiva militar ostentosa, destinada a
intimidar y doblegar resistencias. Y así busca que ocurra ahora en nuestro
continente, conspirando aviesamente contra los pueblos. Por eso maniobra contra
la Venezuela Bolivariana; adopta medidas contra la Nicaragua Sandinista;
insiste en el bloqueo a Cuba, y aún lo agrava, pese a la clamorosa derrota que
sufriera recientemente en Naciones Unidas; procura debilitar a Bolivia minando
la gestión del Presidente Morales; alienta la división de las fuerzas
progresistas en Ecuador; sabotea los esfuerzos de Paz en Colombia; y protege
regímenes perversos en Brasil, Paraguay y Argentina, tolerando corruptelas de
diverso orden.
El mundo acaba de celebrar jubilosamente el
Centenario de la Revolución Socialista de Octubre. En Moscú se ha reunido, por
primera vez en muchos años, una Conferencia de Partidos Comunistas y Obreros,
destinada a consolidar vínculos solidarios en la lucha por el Socialismo. Y la
estrella roja ha vuelto a iluminar el cielo del Kremlim, en tanto se
consolidan, en otros escenarios, experiencias victoriosas de los pueblos, como
puede constatarse en la República Democrática y Popular de Corea, China, el
heroico Vietnam, y otros países.
Lo que ocurre en el mundo de hoy, demuestra que las
formulaciones de Marx y Engels, tienen plena vigencia; y que el legado de Lenin
se mantiene vivo en la memoria de los pueblos.
Recientemente, el pasado 17 de Noviembre, Nikki
Haley, embajadora de EEUU en la ONU, manifestó, que su país, ‘’con la unidad de
este consejo (de Seguridad de la ONU) o a solas.…seguirá luchando por la
justicia y la responsabilidad en Siria’’ . En otras palabras, que no necesita
de la aprobación del Consejo de seguridad de la ONU, para intervenir en ese
país. Tal declaración, la hizo ante el veto formulado por Rusia al borrador de
resolución presentado por EEUU que aboga por la reanudación del mandato del
mecanismo conjunto de la ONU y la organización para la prohibición de las armas
químicas (0PAQ) que investiga los ataques químicos en Siria.
Es claro que, como los señalo Vasili Nebenzia,
representante permanente del país eslavo ante la ONU, en el texto propuesto
‘’no había nada equilibrado en el proyecto estadounidense’’. De acuerdo a la
información de RT, el canciller ruso, Serguéi Lavrov declaró antes, que el proyecto
de resolución ‘’no tiene ninguna opción de ser adoptado’’, debido a que el
documento tiene como fin ‘’no cambiar nada, ni una sola letra’’ de las
actividades realizadas por dicho mecanismo conjunto ‘’en violación de la
convención sobre armas químicas’’.
El mundo conoce que el imperio norteamericano,
amparado en su poderío militar y su hegemonía unipolar -consecuencia de la
implosión de la URSS- ha despreciado siempre las leyes que deberían regir la
conducta de los estados civilizados en la arena internacional. Esa declaración,
sin embargo, revela no solo el reconocimiento tácito de la profundidad de la
crisis y el aislamiento que agobia la sociedad norteamericana; aunque también
puede interpretarse como anuncio de las agresiones que prepara para ‘’hacer
justicia’’ en el resto de mundo, de manera unilateral y al margen las leyes
internacionales. Eso, más la crisis imperial, generan más agresión. Es la fiera
herida.
Del proceso de aislamiento cada vez mayor hablan
los resultados de la reciente cumbre de APEC celebrada en Vietnam, y de su paso
por la ASEAN en Filipinas. Tanto el gobierno vietnamita como el presidente
Filipino le dijeron NO a los intentos de Trump de ser “mediador” en el
conflicto que mantienen en el mar de China. La visita de Trump mostró la
disminución del poder de EEUU y el papel de China en la Región. Mientras EEUU
plantea hoy una política proteccionista: ‘’Norteamérica es primero’’ China
defiende otra opción: Ganancias compartidas y respeto a la independencia y
soberanía de los países.
La unidad es la unica garantia de los pueblos
En una coyuntura como la que atraviesa el país, es
indispensable renovar la idea que la Unidad es la única garantía que tienen los
pueblos en la lucha por su liberación.
Bien podría decirse que, en términos clásicos, en
el Perú se vive ya una situación revolucionaria. Los de “arriba” no pueden
seguir gobernando como antes; y los de “abajo” no quieren tampoco seguir
viviendo como antes. Eso explica el hecho que hay ya casi 8 regiones del país
en los que la “autoridad central” no llega, ni juega ningún papel; que las
poblaciones del interior, actúan por cuenta propia; y que cunda el escepticismo
y la desconfianza en millones, como lo acreditan las propias “encuestas”
formales que confirman el rechazo ciudadano al Poder Ejecutivo, Congreso de la
República, Poder Judicial, Ministerio Público e instituciones armadas.
En este escenario las fuerzas de la izquierda
tienen un a muy alta y apremiante responsabilidad. No pueden incubar sus
principales ilusiones en caminos que no conducen a ninguna parte. La lucha
principal de nuestro pueblo -aunque no la única, por cierto- es política,
y no electoral. Y tiene que plantearse de manera abierta y pública. Ella debe
expresarse en las calles, y mediante la movilización activa de la población.
Hoy, más que nunca cobran vigencia plena las
palabras de José Carlos Mariátegui:
“Las masas reclaman la unidad. Las
masas quieren fe. Y, por eso, su alma rechaza la voz corrosiva, disolvente y
pesimista de los que niegan y de los que dudan y busca la voz optimista,
cordial, juvenil y fecunda de los que afirman y de los que creen”.
Centro de Estudios Democracia, Independencia y
Soberanía.
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