29/11/2017
El debate de la política económica y su diseño
presupuestal son un enredo constante caracterizado por el palabreo abstracto,
las cifras y datos entremezclados para marear a la población, los cuadros
estadísticos multicolor con líneas que van en diferentes direcciones, de manera
que no entiendas nada y termines mirando al cielo raso. Vieja tarea de la
tecnocracia que viene rotando en puestos claves del ejecutivo, aplicando la
rígida política económica que viene desde 1990, la era del oscurantismo
liderada por Alberto Fujimori y su asesor Vladimiro Montesinos (ambos presos
por ladrones y matones).
Por esta razón, me parece útil llevar el debate a
terrenos más sencillos a partir de una pregunta central: ¿cómo generamos
recursos y cómo gastamos estos recursos en forma eficaz?, evitando marearnos,
caer muy dóciles y boquiabiertos en la trampa del bostezo y su ¡Oh, oh, oh!
Ha-Joong Chang (experto en Economía del Desarrollo,
docente en la universidad de Cambridge) dice: “En mi libro anterior, 23
cosas que no te cuentan sobre el capitalismo, me metí en camisa de once varas
al afirmar que el 95 por ciento de la economía es sentido común, pero que se
hace que parezca difícil mediante jergas y muchas matemáticas.
(…) Desde una perspectiva un tanto más cínica,
todas las profesiones técnicas tienen un interés manifiesto en parecer más
complicadas de lo que en realidad son, para de ese modo justificar los elevados
honorarios que cobran los profesionales por sus servicios” (1)
Veamos el discurso en que se sustenta esta política
económica tramposa frente a los ya habituales déficit fiscales (gastas más de
lo que te ingresa en tu caja)
-Endeudamiento interno y externo (la proyección de
la deuda pública al 2055 es de $90,898 millones), ¡nada menos!, pero no te
preocupes, otros están peor. Las investigaciones sobre las denuncias de la gran
corrupción reinante dan cuenta del manejo oscuro en la venta de “bonos
soberanos” por ejemplo.
-Congelo sueldos y salarios, te demuestro
estadísticamente que puedes sobrevivir con tu sueldo precario y si no te
alcanza, mala suerte. ¿Informalidad laboral de 70%? ¡Tienes que ser más
competitivo cholito!
Su complemento son los despidos arbitrarios.
¿Derechos laborales? ¡No pues, esto es tema de comunistas extremistas enemigos
de la inversión, caviares!
-En el otro extremo están los avivadores del
emprendimiento que te dicen:
-¡Despierta prójimo, eres millonario, el problema
es que no te has dado cuenta! Empeña tu pobre casa al banco, ¡invierte! El
pobre hombre sonríe mostrando sus cuatro dientes.
-Cuando viene el ajuste fiscal, la inversión
pública en proyectos de inversión pública se frena afectando obras de
infraestructura, salud, educación, actividad agropecuaria, etc. El año pasado,
con la caída de la inversión pública y privada, hubo una terrible bronca entre
el ex ministro de Economía Alfredo Thorne y el ex Presidente del Consejo de
Ministros, economista Fernando Zavala, hecho que no es nada novedoso, la
búsqueda de culpables en escenarios de crisis, es casi un deporte nacional.
-El mayor de los impuestos va teledirigido del
centro hacia abajo, arriba están los amigos, para ellos todas las facilidades,
caso contrario las entidades internacionales que nos evalúan (sí, las mismas
que dijeron que todo iba de maravilla antes del desmadre ocasionado por la
crisis financiera del 2008), nos desacreditarán, dirán que somos un país muy,
muy “inestable” para los negocios (léase lobbies y grandes coimas).
-Señor Presidente, señora ministra ¿por qué no una
reforma tributaria integral para captar mayores ingresos?
-Esteee, je, je je, sonríe el Presidente Pedro
Pablo Kuczynski, con su polo de la selección de fútbol (la que felizmente y
para alegría nuestra, va al mundial después de 36 años).
El portal “OJO PÚBLICO” informa que del año 2006 al
2016, se dejaron de recaudar S/. 93,000 millones de soles (más de 28,000
millones de dólares) (2)
El economista Raúl Mauro, haciendo un análisis
comparativo demostró que las 50 megaempresas pagaban el 2011 cerca de S/. 8,000
millones, el 2017 baja a menos de S/. 3,300 millones; lo más cómico es que
empresas mineras reciben S/ 5,889 millones por concepto de devoluciones de
impuesto general a las ventas (IGV), mientras los aportes del sector al Estado
impuesto a la renta (IR) e IGV, apenas llegaron a S/ 1,944 millones. (Ver el
siguiente enlace periodístico: https://gestion.pe/economia/empresas-mineras-reciben-devolucion-impuestos-tributos-pagan-134761
).
Ya quisiera el bodeguero de la esquina o el pequeño
y mediano empresario, tener estas gangas.
Mientras países integrantes de la Organización para
la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) tiene un 34% promedio de presión
tributaria, siendo el 22,8% el promedio en América Latina (datos de CEPAL),
Perú tiene uno de los porcentajes de menor presión tributaria en el mundo
(13%), Congo (10,8%), Indonesia (11,8%), Guatemala (12,4%), Uganda (12,5%) (3)
Por esta razón es que la OCDE pide a Latinoamérica
que haga pagar más a las clases altas (diario “El País” 23 marzo 2017). Perú
tiene como meta integrar esta organización, ¡OH, oh, oh!
El Presidente y sus tecnócratas informan
incansablemente que pronto, muy pronto, ingresaremos a esta organización, pero
¡nada de ajustar a los amigos poderosos! comentan en voz baja.
Su precaria estructura cerebral funciona como un
flujo de caja, calculan ingresos y los egresos (¡y los grandes lobbies para los
amigos de siempre!); derechos económicos, sociales, laborales, ya no alcanzan
en su interconexión neuronal, ocupan demasiado espacio y joden los grandes
negocios.
Entonces, con baja presión tributaria, precariedad
laboral (cholo barato), endeudamiento, privatizaciones del patrimonio nacional
con precios de ganga y lobbies a granel, es preferible para la tecnocracia
seguir con el modelo productivo concentrado en la minería (más del 50% de
exportaciones) y que sigan operando con todas las “flexibilidades legales y
administrativas posibles para aumentar inversión” (es decir, en cristiano:
contaminando, con abuso laboral permanente, dividiendo y maltratando a
comunidades, buscando controlar autoridades locales, regionales, ministerios
clave del ejecutivo, prensa, policía, jueces y fiscales, ¡listo!).
Cuando los sectores progresistas, de izquierda
proponen DIVERSIFICACIÓN PRODUCTIVA, respeto a los derechos de la gente, estos
sectores de la derecha responden: ¡cuentos, no es posible, caviar, caviar,
caviar! Listo, tema cerrado.
Sin embargo, durante su estadía en Lima, en octubre
del año pasado, el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, dio una
conferencia en la Universidad Católica titulada: "Desigualdad, Crecimiento
y Reformas Estructurales". Durante su disertación informó que en CHINA por
ejemplo, la pobreza se redujo de 60% a 4% mediante la fuerza de la industria.
En esta perspectiva, recomendaba al Perú que considere como prioridad
DIVERSIFICAR SU ECONOMÍA.
El economista Jürgen Schuldt informa que la
macroeconomía dispone de entre el 30% y 40% de la capacidad ociosa de la
producción, especialmente la industria manufacturera. ¡Increíble!
La tecnocracia reinante hace las cosas al revés, en
el presupuesto 2018, al sector Agricultura (que concentra más de un tercio de
la población económicamente activa y produce el 70% de los alimentos del
consumo nacional) se le destina apenas el 2,3%, Turismo 0,3%, Pesca 0,3%
Industria 0,1%. ¡De locos realmente! Por el contrario, un enfoque de
diversificación productiva permitiría lograr tres metas concretas, aprovechando
el mapa de potencialidades que debería tener cada región:
1° Elevar la productividad.
2° Incrementar el empleo
3° Mejorar los ingresos familiares.
Esta medida, requiere como medida complementaria la
baja de la tasa de interés, para incrementar la demanda interna y mayores
lograr mayores inversiones en sectores de pequeña y mediana empresa que operan
en área urbana y rural.
¡Te conozco bacalao aunque vengas disfrazao!
Mientras que la frívola tecnocracia apoltronada en
la Lima criolla muestra sus cifras y cuadros multicolores donde demuestran que
todo marcha de maravilla, las amas de casa (que son las mejores economistas del
Perú, saben de su enorme esfuerzo y creatividad para cubrir la canasta familiar
en el día a día. Ellas sí que no se dejan atarantar). Tampoco los más de un
millón de jóvenes de 15 a 24 año que no estudian ni trabajan, según estudio de
la Cámara de Comercio de Lima, o la enorme población subempleada y desempleada
en situación de pobreza, pobreza extrema, testigos del colapso de la educación
y salud, en fin …
Y el gran debate que la derecha elude siempre es
QUÉ HACER con la renta nacional producto de los recursos naturales estratégicos
(minería, petróleo, gas, pesca, etc.), este tema es tabú en la discusión de
temas económicos, políticos y sociales.
- ¿Te sigues llevando todo? No tío, se acabó la
farándula; vamos a compartir utilidades netas porque estos recursos pertenecen
a la Nación y son el factor principal para financiar su desarrollo (¿50-50, 60%
para Estado y 40% para empresas que invierten?). Esta propuesta es parte de un
debate y lucha patriótica mayor.
Recursos hay, falta redireccionarlos con políticas
económicas y públicas más humanistas y patrióticas.
Con mayor disponibilidad presupuestal, mejora en la
capacidad de gestión por resultados, severos controles y sanciones para evitar
el abuso y corrupción galopante, nuestro progreso y desarrollo estará
garantizado. Tendríamos población bien papeada, con empleo digno, un servicio
de salud humanitario y de calidad, alto nivel educativo y cultural; se acabó la
era del taper y candidatos regalones de comida, ropa, artefactos eléctricos, y
borracheras multitudinarias a cambio del voto (dígase de paso, que las
elecciones populistas se convierten en un gran camal donde son sacrificados:
toros, vacas, gallinas, gallos, conejos, más gallinas, cuyes, pollos y demás
relacionados, para alimentar al electorado hasta que la barriga les reviente).
Finalmente, considerando las actuales denuncias de
la megacorrupción reinante, es oportuno recordar la advertencia del economista
Paul Krugman (Nobel de Economía 2008): “la historia y la experiencia moderna
nos dicen que las sociedades altamente desiguales, también tienden a ser
altamente corruptas”.
¡Bon voyage!
Noviembre 2017
Notas
1) Ha-Joon Chang. Economía para el 99% de la
población. Penguin Random House Grupo Editorial, Barcelona 2014, pág. 17.
Iván Salas Rodríguez
Sociólogo, columnista periodístico
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