Tanto el triunfo como la derrota política se basan
en las decisiones que tomamos.
Un candidato, un dirigente, un gobernante, un jefe
de campaña o un consultor serán tanto mejores cuanto mayor calidad tengan sus
decisiones.
En pocas palabras: así como la buena estrategia
conduce a buenos resultados electorales, de la misma manera las buenas
decisiones conducen a la buena estrategia.
En la clase anterior ya compartí contigo numerosos consejos
para tomar mejores decisiones estratégicas.
Ahora, en la segunda clase, te voy a enseñar un
método simple para tomar decisiones estratégicas efectivas.
Método.
Esa es la palabra clave.
Un método para tomar decisiones.
Te garantizo que si aplicas lo que explico en esta
nueva clase tus decisiones políticas serán más rápidas, más claras y de mayor
impacto.
Y espera unos pocos días para recibir la tercera y
última de este Curso.
Abrazo,
Daniel Eskibel
Clase 2:
Decide cómo vas a decidir
Una estrategia política no es más que un conjunto
de decisiones duras, de esas que no te dejan mucho margen de maniobra. Un set
de decisiones claras y firmes que llevarán tus acciones políticas por un rumbo
previamente definido.
Tomar buenas decisiones, entonces, es una habilidad
esencial a la hora de crear una estrategia.
Es más: sin esa habilidad tu estrategia no va a funcionar.
Para mejorar esa capacidad tuya para la toma de decisiones es fundamental que te entrenes. Para ello voy a brindarte en esta clase algunas explicaciones centrales, un método y varios ejercicios.
El contexto de tus decisiones
Para comprender mejor el método con el cual vas a
poder perfeccionar tu toma de decisiones voy a explicarte algunos asuntos
centrales de los cuales debes apropiarte:
- Decidir es descartar, es decir que NO a todo excepto a las pocas directrices que decidas que luego te orientarán. Aprende por favor a decir que NO. Pero no solamente NO a lo que no te gusta, sino también NO a muchas cosas que te gustan. Imagina que estás por cenar en un restaurante y lees la carta y descubres cantidad de platos que te gustaría comer. Pero no puedes ordenarlos todos. Tienes que elegir. Tienes que decidir. Tienes que descartarlos todos menos uno. Así es la estrategia política. Hay una carta abundante de estrategias posibles. Y en cada estrategia hay una multitud de opciones y miles de combinaciones. Pero tienes que descartar casi todo. Y quedarte solo con lo esencial.
- Decidir es ponerte límites tú mismo. Límites, sí. Fronteras. Porque cada uno de nosotros tiende a ser la principal amenaza para su propia estrategia. Se nos ocurren ideas brillantes, cambios de rumbo, revelaciones súbitas…y casi sin darnos cuenta rompemos la estrategia. Entonces tenemos que tomar decisiones que luego limiten deliberadamente nuestro campo de acción.
- Decidir es ser coherente. Tus decisiones deben ser consistentes las unas con las otras, formando parte de un plan general al que te vas a atener. Dentro del plan todo, fuera del plan nada.
- Decidir es cerrar temas. No deberías tomar decisiones que te dejen sistemáticamente asuntos abiertos, sin resolver. La decisión es un proceso de cierre, de clausura de deliberaciones internas y externas para poder así actuar.
- Decidir es avanzar, caminar hacia adelante. Lo que avances, poco o mucho, te va a situar en un nuevo lugar donde tendrás nuevas variables a considerar y nuevas decisiones a tomar. Decidir y actuar ya son hechos que por sí mismos modifican el tablero.
- Decidir es inscribir tu acción en una hoja de ruta, un camino, un rumbo claro y predefinido.
Tu hoja de ruta para crecer
Para todas tus decisiones de estrategia política
tienes que tener un marco general, lo que llamo una hoja de ruta para crecer.
De hecho el primer seminario que aconsejo estudiar dentro del Laboratorio de
Estrategia Política se llama, justamente, Tu Hoja de Ruta para Crecer
como Político y como Profesional.
De la versión texto de ese seminario extraigo un
pequeño párrafo que ilustra la naturaleza de esa hoja de ruta que debes
construir como marco general de tu carrera política y/o profesional:
Tienes que poner en línea, trabajar e integrar
estos seis elementos:
1. Conocer bien a tu público,
investigarlo y descubrir cómo es.
2. Construir una estrategia de email
que va a ser pilar sustancial.
3. Publicar artículos en un blog.
4. Elaborar productos, ya sea
libros, cursos, seminarios, conferencias, actividades que ofrezcas a tu
público.
5. Correr la voz a través de las
redes sociales, el ejército de tierra y la publicidad.
6. Y alimentar el ciclo, estar
permanentemente produciendo, produciendo contenidos que atraigan, contenidos
que construyan relación contigo y contenidos que finalmente cierren la relación
para abrir un nuevo ciclo.
Todos estos elementos los tienes que analizar, los
tienes que desmenuzar, los tienes que elaborar con mucha, con mucha calma, con
mucho detenimiento, con mucha pasión también.
Todo esto es la cartografía, todo esto es la hoja
de ruta.
Estos son los elementos que tienes que tener alineados para crecer en política y para crecer profesionalmente.
El crecimiento político y profesional no es un
acto, no es un momento, no es una explosión, es un proceso, es una
construcción, es una elaboración, y tu herramienta principal, recuérdalo, van a
ser siempre los contenidos que crees, que elabores y produzcas.”
Un método para tomar decisiones
En tu carrera política y profesional tendrás que
tomar miles de decisiones. Las más importantes de las cuales serán de carácter
estratégico.
Para tomar buenas decisiones te recomiendo seguir
un método, una secuencia prolija y ordenada que permita capitalizar tus mayores
virtudes.
El método es así, paso a paso:
1. Acumula información sobre el asunto a resolver.
Busca por todos los medios que no sea información tendenciosa sino muy diversa,
que brinde las diferentes caras y los diferentes ángulos de un mismo problema.
2. Elige 2 o 3 posibles acciones a
emprender.
Descarta todas las demás y repasa mientras tanto tu plan general, tu hoja de
ruta para crecer.
3. Duerme. Sí: duerme. Mientras estás por
dormirte intenta recordar las 2 o 3 posibles acciones que elegiste. Luego te
abandonas al sueño y dejas que tu cerebro siga trabajando inconscientemente
mientras tú descansas.
4. Decide a la mañana siguiente. Hazlo como primera actividad
del día, antes que ninguna otra cosa. Es el mejor momento para la combinación
de cuerpo descansado, cerebro fresco, mente sin ocupaciones, cero stress y
procesamiento inconsciente de la información. La mejor decisión surgirá en esta
etapa.
5. Entra en acción. De nada vale decidir si no se
hace. Actuar es decisivo. Hazlo.
6. Evalúa. Después de un tiempo
prudencial, evalúa lo hecho. Considéralo fríamente, en sus consecuencias
positivas y negativas.
7. Ajusta la decisión en base a lo evaluado.
8. Vuelve a la acción. Que para eso estás decidiendo,
por cierto.
El método es simple, como debe ser.
Pero poderoso.
Ejercicio
Anota en un papel o en un procesador de texto algo
que debes decidir en estos días (ya sea de carácter político, profesional,
laboral, familiar o personal).
Copia luego los 8 pasos que te señalé anteriormente.
Y de inmediato comienza a ejecutar cada uno de esos pasos. Uno por uno sin saltearte ninguno.
Verás que funciona.
Crear una estrategia es crear un
set de decisiones
Ya sabes que tienes que hacer algunas cosas ANTES
de diseñar la estrategia. A esas “cosas” les llamo PSICOESTRATEGIAS. Son
estrategias mentales para llegar al momento del diseño de la estrategia
política con todas las luces encendidas y con todos los recursos disponibles.
Primero te mencioné la habilidad de preguntar.
Ahora incursioné en la habilidad de tomar decisiones.
En la próxima clase iremos un paso más allá.
Estate atento.
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