Dr. Hugo SALINAS
El
conceptor, el científico en las ciencias y en las artes, en todas las ramas del
saber humano, remplazará al obrero en la parte central y más importante de la
actividad económica. Será el creador de riqueza por excelencia, dejando lejos,
muy lejos al obrero y al campesino. Una nueva sociedad y un nuevo cuadro de
vida se está construyendo aceleradamente. Su visualización requiere de un nuevo
paradigma.
Aquí el
nuevo paradigma que les propongo. La actividad socio-económica tiene dos
elementos: el proceso de trabajo y la decisión socio-económica. Esta nueva
forma de enfocar nuestros problemas de sociedad (desempleo, pobreza,
marginación, y todo lo que sigue), nos permite visualizar con claridad el
origen de tales flagelos, así como proponer, de una manera simple y precisa, su
alternativa de solución.
Existen
dos formas de manifestación de la “decisión socio-económica”: la repartición
igualitaria y la repartición individualista del resultado neto de la actividad
económica. Tema que lo hemos abordado en nuestros tres artículos precedentes.[i] En
este artículo, abundaremos un poco más en cuanto al “proceso de trabajo” en su
rol de creador de riquezas.
La
evolución de los procesos de trabajo
En sus
orígenes, el grupo social resuelve su necesidad alimenticia recolectando
frutas, cazando venados o pescando en los ríos, lagos y mar. Los trabajadores
realizan esta actividad económica con sus manos. De ahí su nombre: Proceso de
Trabajo a Mano Desnuda.
Luego, con
el correr del tiempo y de su experiencia, los trabajadores crean y utilizan una
serie de herramientas de trabajo tanto en la recolección como en la caza y la
pesca. Dentro de ellos tenemos a la lanza, el mazo, la flecha, la piedra
tallada, etc. De esta forma se configura el Proceso de Trabajo con
Herramientas, mucho más productivo que su precedente.
Los miles
de años en contacto permanente con su Centro de Alimentación, como los bosques,
le permite al ser humano comprender que lo que la Naturaleza provee, él mismo
lo puede producir, a condición de crear la tierra cultivable. Es el nacimiento
de los Dos Procesos Naturales de Producción, la agricultura y la ganadería en
sus estados primarios.
Una vez
más, los miles de años de ejercicio en la ganadería, por ejemplo, hacen que el
ser humano visualice que a partir de la lana de la alpaca puede producir hilo
de alpaca. Con ello da nacimiento a una nueva actividad económica antes
inexistente. Ya no se trata de replicar lo que la Naturaleza provee, sino de
producir bienes completamente nuevos, inexistentes, que dan confort al ser
humano. Como resultado inmediato tenemos al poncho, chullo, ojotas, pantalones,
camisas, etc. De esta forma, nace una de las formas de trabajo que sigue
maravillando a los seres humanos: el Proceso Artificial de Producción, más
conocido como la “economía industrial”.
En esta
evolución de los procesos de trabajo se pasa de la economía de autoconsumo a la
economía de mercado, en donde se compra y se vende. Y todas las transacciones
se efectúan con precios expresados en unidades monetarias.
Con esta
nueva manera de trabajar se pueden producir “n” bienes diferentes los unos de
los otros. Y cada nuevo bien exige un centro de trabajo, la fábrica, que puede
exigir un trabajador o miles de trabajadores. Y cada centro de trabajo puede
ser replicado “m” veces. Entonces, ¿por qué existe desempleo? Y peor todavía,
desempleo masivo.
Como se
podrá apreciar, el desempleo no se origina en la dinámica interna del proceso
de trabajo sino, como ya lo hemos visto en los artículos[ii] precedentes,
es resultado de la repartición individualista de la riqueza creada.
Proceso
de Trabajo de Concepción
Con la
economía industrial, podríamos decir, que se ha resuelto el problema de confort
material de los seres humanos y de su sociedad. Sin embargo, la humanidad no se
detiene en la evolución de los procesos de trabajo.
Y es así
como se está instalando una nueva forma de trabajar que es completamente
diferente a todos los anteriores procesos de trabajo. El resultado del trabajo
ya no es un bien material, es inmaterial. Y los medios y herramientas de
trabajo son igualmente inmateriales, a excepción del soporte del bien que es
material. Es decir, ya no se trata de “producción” sino de “elaboración” de
bienes económicos.
Como
ejemplo de dichos bienes tenemos a Facebook, YouTube, Word, Excel, etc. Son
bienes únicos, no necesitan de una producción en serie. Ya no se consumen, se
utilizan, por una persona o millones de personas al mismo tiempo, estén aquí o
en la otra parte del mundo.
Los medios
de comunicación se han transformado totalmente. Ahora, ellos dan sus servicios
en tiempo real. Y casi todos los campos de la actividad económica han sido
invadidos por esta nueva manera de trabajar; así como han aparecido otros.
Incluso tienen su propia Bolsa de Valores, el Nasdaq, que se ha convertido en
poquísimos años, un rival de la Bolsa de Valores de la economía industrial, el
Dow Jones. Y el trabajador, símbolo de esta nueva sociedad, es el Conceptor.
Esta nueva
forma de trabajar es la que, en términos de valor, es la que crea más riquezas.
Es el proceso de trabajo que muy pronto se convertirá en el hegemónico en
remplazo de la economía industrial. Ello no quiere decir, que los bienes
materiales desaparecerán. Todo lo contrario. Aparecerán nuevos bienes
económicos materiales, pero todos ellos condicionados por el nuevo proceso de
trabajo.
Algo más,
y muy importante para nuestro futuro próximo. Cada bien de esta nueva forma de
trabajar es el resultado de una creación, innovación o descubrimiento. De nada
sirve apropiárselos, porque el trabajador-conceptor estará en la medida de
crear, innovar o descubrir otro mejor en todo sentido. Y esta condición de la
economía inmaterial será la base real para impedir la Repartición
Individualista. Es decir, impedir que alguien se le apropie para su beneficio personal
o grupal. Es el asiento real de la Repartición Igualitaria.
En
guisa de conclusión
En fin, la
nueva actividad socio-económica que se impondrá a corto plazo, es una en donde
el proceso de trabajo tendrá la forma de la economía inmaterial y, la decisión
socio-económica se impondrá en su forma de Repartición Igualitaria del
resultado neto de la actividad económica.
Cuanto más
rápido seamos capaces de visualizar la nueva economía, estaremos en mejor
disposición para construir las nuevas instituciones que le corresponden.
La tarea
que sigue es encontrar el medio más correcto para poner en práctica este modelo
socio-económico que cambiará nuestro espíritu, nuestro comportamiento, y
nos dará confianza en nuestro futuro.
Es
indudable que para ponerlo en práctica nos debemos encontrar en posición de
poder realizar la emisión monetaria que facilita el financiamiento ilimitado. Y
esta posición puede ser la del Presidente de la República, así como de un
Gobernador de Región, de un Alcalde o de un líder de una comunidad que se
comprometa a poner en acción el modelo.
Una de las
primeras acciones a realizar es abrir mil centros de trabajo con mil centros de
emisión monetaria, al mismo tiempo, a fin de eliminar lo más rápidamente
posible el desempleo masivo de jóvenes y adultos. Y con mayor razón, porque son
los trabajadores quienes crean la riqueza de un pueblo. Y la tarea inmediata es
resolver los problemas básicos de las personas, como alimentación, alojamiento,
etc. Esto pasa por un incremento sustancial y acelerado del salario. Este
incremento debe comenzar por el salario mínimo de los trabajadores de las
empresas-país.
Todos
estos proyectos de inversión deberán ser ejecutados por empresas-país, elemento
esencial no solamente para hacer crecer rápidamente la propiedad colectiva o
comunitaria, sino porque es el zócalo esencial para rendir iguales a todos los
habitantes del país, tanto en activos como en el financiamiento de sus
proyectos. Es decir, dar nacimiento real a la Igualdad de Oportunidades que se
merecen todas las personas, vengan de donde vengan.
Paris, 14
de diciembre del 2018
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