Manifestantes se enfrentan con la
policía en Santiago de Chile. (Reuters)
La capital
chilena despertó con
múltiples barricadas incendiarias, que obstaculizaron el tránsito público y
privado
VIERNES 04 DE NOVIEMBRE DEL 2016 | 15:25
Chile vivió
este viernes una violenta jornada de protestas contra el sistema privado de
pensiones instaurado por la dictadura de Augusto Pinochet (En el Perú por
Fujimori), que después de tres décadas de cotizaciones sitúa la jubilación
media por debajo del salario mínimo.
La
protesta, que arrancó temprano con la instalación y quema de una veintena de
barricadas y el incendio de dos buses del transporte municipal, coincide con
una huelga de empleados públicos para exigir un aumento de salarios al gobierno
de Michelle Bachelet.
En al
menos 27 puntos de la capital, manifestantes encendieron neumáticos y otros
objetos, logrando paralizar la circulación de vehículos en varias zonas en la
hora punta de la mañana.
Dos buses
del transporte público que circulaban con pasajeros también resultaron
completamente quemados tras ser atacados con bombas incendiarias, sin provocar
heridos.
"No
corresponde que, por muy legítimas que sean las reivindicaciones, se afecte a
la mayoría de los ciudadanos", reprochó el subsecretario del Interior y
Seguridad, Mahmud Aleuy.
Al
mediodía, miles de personas se reunían en la plaza de Armas de Santiago, lugar
central del llamado de protesta nacional convocada por el movimiento NO+AFP
(Administradoras de Fondos de Pensiones).
"No
tengo idea cuál es la solución pero no más AFPs. Tengo 70 años y trabajé más de
40 años de empleado público y la jubilación que tengo es de 300.000 pesos (unos
460 dólares)", dijo Juan Ugarte, que llegó a la plaza de Armas cargando
una pancarta que rezaba "No+AFP".
"Es
una vergüenza todo, los descuentos que nos hacen y lo penoso de las
jubilaciones, son muy bajas. Hay que cambiar a otra cosa, no sé cómo pero hay
que hacerlo", afirmó de su lado la auxiliar de servicio en organismo
público Adriana Silva.
Manifestantes bloquean con fuego una vía de Santiago, Chile. (Reuters)
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Movimiento en ascenso ---
El
movimiento NO+AFP arrancó este año para exigir el fin del sistema privado de
pensiones instaurado a inicios de la década de los 80 por la dictadura de
Augusto Pinochet (1973-1990).
El
sistema fue pionero en instaurar la capitalización individual del trabajador,
que lo alimenta con el 10% de su salario, sin contemplar aporte ninguno por
parte de la empresa.
Pero
después de más de tres décadas de funcionamiento, el sistema incumplió su
promesa de entregar como pensión el 70% del último salario del trabajador. Hoy,
la media de las pensiones en Chile está por debajo del salario mínimo (unos 398
dólares).
Esta
situación ha motivado a miles de chilenos a salir a las calles las últimos
meses. El 21 de agosto, decenas de miles de personas protagonizaron una
gigantesca marcha en contra del sistema en el centro de Santiago.
Tras esa
multitudinaria manifestación, Bachelet comprometió un gran acuerdo nacional
para mejorar las pensiones, que aún no ve la luz.
"Las
marchas pacíficas por mejores pensiones hacen más clara la voz ciudadana. La
violencia no es el camino para un gran acuerdo nacional", afirmó la
presidenta este viernes en su cuenta de Twitter.
"Un
acuerdo nacional para las pensiones requiere aunar muchas voluntades para que
sea sustentable. Eso toma tiempo y diálogo", agregó la mandataria tras ser
increpada en la misma red social por el vocero del movimiento, Luis Mesina.
Las AFPs,
que administran unos 170.000 millones de dólares aportados por los
trabajadores, afirman "compartir el anhelo de mejorar el sistema de
pensiones", según dijo el presidente de la asociación que las agrupa,
Rodrigo Pérez, en un reciente encuentro con corresponsales extranjeros.
Entre los
puntos en que se muestran de acuerdo en corregir están el alza de la cotización
de 5 puntos propuesta por el gobierno, junto con retrasar los años de
jubilación, en particular para las mujeres que actualmente se jubilan a los 60
años.
Pero la
manzana de la discordia radica en quién aportará ese 5% adicional y si alimentará
el fondo de pensión individual o irá a parar a un fondo estatal para
complementar las pensiones más bajas como sugiere el gobierno.
"Solo
por el efecto de la mayor longevidad (de la población chilena), para que una
pensión sea igual a la que se pensaba en 1981 la tasa de cotización debería ser
del 14%", explica Pérez.
La
asociación gremial rechaza, no obstante, volver a sistema de reparto. "Es
una muy mala idea", dice Pérez.
Fuente:
AFP
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