(09 de abril de 2012) (*)
Por Miguel Aragón
La reciente Marcha por el Agua
[10 de febrero de 2012] ha servido, en primer lugar, para
sensibilizar a un amplio sector de la población sobre la necesidad de
preocuparse por el uso racional del agua, por el control y manejo de ese vital
e imprescindible recurso natural.
El Perú con 1.3 millones
de km2 está ubicado como uno de los veinte países más extensos
del mundo. Esta gran extensión territorial es una primera ventaja
comparativa del Perú con respecto a los otros países, una ventaja que hasta
ahora no es aprovechada adecuadamente para atender las crecientes necesidades
de la población.
Este inmenso territorio peruano
comprende tres grandes vertientes hidrográficas: la Vertiente
Amazónica ubicada en la parte oriental y compartida con otros varios
países vecinos; la Vertiente del Titicaca ubicada en el sur-este del país y
compartida con Bolivia; y la Vertiente del Pacífico ubicada en la
parte occidental, que cubre y baña toda la franja costera.
El total de los miles de
millones de m3 de las aguas de lluvias, que todos los años se precipitan
sobre el amplio y variado territorio peruano, se escurren por los numerosos
ríos y corrientes subterráneas, para dirigirse por alguna de las tres
grandes vertientes mencionadas.
A continuación, en el
siguiente Cuadro, anotamos el número de cuencas, cantidad de lagunas, la
extensión de cada vertiente, y los volúmenes de agua estimados, en
cada una de las tres grandes vertientes hidrográficas:
VERTIENTE
|
Cuencas
|
Lagunas
|
Extensión Vertiente
|
Volumen (millon.m3)
|
Volumen (%)
|
Amazonas
|
82
|
7.441
|
74,5%
|
1.719.814
|
97,42%
|
Titicaca
|
13
|
841
|
3,8%
|
9.877
|
0,56%
|
Pacífico
|
62
|
3.896
|
21,7%
|
35.632
|
2,02%
|
TOTAL
|
157
|
12.178
|
100,00%
|
1.765.323
|
100,00%
|
Con ese inmenso volumen
promedio de agua, que llueve todos los años, 1,76 billones de m3 de agua
anuales, el Perú se ubica entre los primeros países que disponen del
mayor volumen de agua todos los años. Esta situación privilegiada es una
segunda ventaja comparativa, que hasta el presente tampoco se aprovecha
adecuadamente al servicio de las mayorías.
Como dijimos anteriormente en
otro comentario, en el Perú “No Falta Agua”, tal como
pregonan los “defensores a ultranza del agua”. Por el contrario, por lo general
en el Perú “Sobra el Agua”. Y hay años, en los cuales
“sobra en excesos” inmanejables, tal como está ocurriendo en estos
momentos, en este caluroso y lluvioso verano del año 2012 [este artículo fue
escrito el año 2012], que está inundando a varios cientos de distritos en todo
el país, causando grandes perjuicios a los pobladores, entre los cuales Iquitos
(Loreto) y Chosica (Lima), son los dos casos más significativos y preocupantes.
El problema que los pobladores
peruanos tenemos que afrontar seriamente, y resolver técnicamente, es
como aprovechar al máximo, y de una manera racional este preciado recurso
natural.
Del total de los 1,76 billones
de m3 de agua disponible, la mayor parte no es utilizada, y se
pierde irremediablemente, al retornar a los océanos Pacífico y Atlántico.
Aunque no se tienen cifras
exactas, que obedezcan a mediciones precisas en el país, si se tienen algunos
estimados del volumen de agua realmente aprovechada. A
continuación los datos están en miles de millones de m3:
Vertiente del Pacífico
50% de 36 m.m.m3 =
18 mil millones m3
Vertiente del Titicaca
20% de 9 m.m.m3
= 2 mil millones m3
Vertiente del Amazonas 0,6% de 1.720
m.m.m3= 10 mil millones m3
TOTAL UTILIZADO 1,7
% de 1.765 m.m.m3=30 mil millones
m3
Por la incapacidad técnica, y
el desinterés social, de la clase dominante en el país, en la actualidad
solamente se utiliza un reducido volumen de escasamente 30 mil millones
de m3 del total de las aguas potencialmente disponibles anualmente, lo
que representa un reducido porcentaje de solo el 1,7 % del total.
El restante 98% regresa a los océanos, y se pierde sin ser aprovechada en lo
más mínimo. Esta es otra demostración cabal de la incapacidad de la actual
clase dominante para afrontar y dirigir la atención de los problemas peruanos.
Según los informes de la ANA
(Autoridad Nacional del Agua) la distribución del agua utilizada que
realmente se aprovecha en la actualidad, es decir del 1.7 % mencionado, es
la siguiente:
Actividad
|
Porcentaje
|
Agrícola
|
85 %
|
Poblacional
|
7 %
|
Industrial
|
7 %
|
Minero
|
1 %
|
|
Mientras que a la actividad
agrícola se le destina el 85% del agua actualmente utilizable, a la minería
escasamente se le destina el 1% de ese reducido volumen. Este es el fondo del
problema de la contradicción, contradicción más artificial que real,
existente entre las necesidades de agua en el Agro y en la Minería.
CONCLUSIÓN PRELIMINAR.-
Para continuar con el
actual Crecimiento Económico (crecimiento económico capitalista, se
entiende), y crear las condiciones necesarias más favorables para el
futuro Desarrollo Social, y para poder superar el atraso
general del país y la pobreza de la mayoría del pueblo, una de las tareas
centrales en la construcción del Perú Nuevo del futuro será
planificar de manera estratégica el Control y Manejo de las 157
Cuencas Hidrográficas existentes en el país. Control y Manejo necesario
y obligado con el objetivo de utilizar al máximo y adecuadamente el agua
disponible, en primer lugar para el consumo humano directo, y también para ser
utilizada en el desarrollo de la agricultura, la ganadería, y la
industria, incluida la minería.
Agro SI,
Minas SI, para Industrializar el Perú, sería la
consigna general más adecuada para expresar las necesidades reales de la
población, que puede complementarse con otra consigna más
específica Agua SI, Oro SI, para financiar el Crecimiento del País.
A la burguesía peruana, en el
poder desde hace cerca de 100 años, históricamente le correspondía desarrollar
una política de construcción de reservorios y canales de irrigación, es decir
lagunas y ríos artificiales, en cada una de las cuencas hidrográficas, para
afrontar las necesidades del crecimiento económico y modernizar al país.
Esta sigue siendo, y seguirá siendo una tarea pendiente, tarea que
necesariamente tendrá que asumirla otra clase social.
(*) Este comentario, originalmente lo
escribí el 9 de abril de 2012, dos meses después de una “Marcha por el
Agua” realizada el 10 de febrero de ese año.
Los conceptos expuestos, me parece que en lo
fundamental siguen vigentes, y ahora cobran más importancia. Nos encontramos en
las vísperas de la violenta irrupción de una nueva versión del llamado Fenómeno
del Niño, que nuevamente, como “un castigo de Dios”, desplegará grandes
volúmenes de precipitaciones de aguas de lluvia, inundará miles de hectáreas de
tierras de cultivo, así como zonas urbanas desprotegidas, destruyendo a su paso
todo lo que encuentre.
En las condiciones naturales, que necesariamente
se presentarán en los próximos meses, a nadie en su sano juicio, se le
ocurriría, hoy en día, organizar una “marcha en defensa del agua” (¿?). No, en
los próximos meses, el problema aparente de cientos de miles de pobladores será
cómo “defenderse del agua”. Pero visto racionalmente, el problema no es
“defender”, ni “defenderse” del agua, el agua no es nuestro enemigo. El
problema, desde el punto de vista estrictamente técnico, será doble. Por un
lado, cómo contrarrestar los efectos negativos de esa descomunal fuerza
natural; y por otro lado, lo más importante, cómo aprovechar al máximo
los aspectos positivos de ese despliegue de energía natural. Para
comenzar, tendremos que volver a asimilar las enseñanzas de los pueblos y sus
culturas ancestrales, y actuar conforme a las leyes de la naturaleza.
Todavía tenemos un poco más de 60 días, para meditar y plantear propuestas más
o menos serias (21 de septiembre de 2015).
No hay comentarios:
Publicar un comentario