EL
PROGRAMA COMO MATERIA DE DEBATE
Continuamos
la publicación de documentos fundamentales para alimentar el proceso renovador
de la política y la organización de la resistencia al capitalismo (en todas sus
mascaradas).
En
octubre de 1928 José Carlos Mariátegui elaboró los fundamentos del programa del
Partido Socialista del Perú. El debate y aprobación con los agregados
correspondientes debería haberse realizado en el Congreso fundacional del
Partido. Hecho que hasta la fecha no ha ocurrido.
Hoy, a casi un siglo de la creación heroica de Mariátegui, la disyuntiva capitalismo o socialismo,
adquiere renovado ímpetu porque el mayor enemigo del capitalismo es el propio
capitalismo. La
crisis terminal del capitalismo está volviendo a poner en un primer plano la
actualidad del programa que Mariátegui sustentará en 1928.
El
proceso eleccionario en curso presenta una magnífica oportunidad para promover
el contraste de los Principios
programáticos del Partido Socialista de Mariátegui con las actuales
plataformas de lucha de las fuerzas (o fracciones) de la izquierda peruana.
Bajo el título: Debate Programático, publicaremos las diversas propuestas
programáticas para que nuestros lectores se orienten en el proceso electoral en
curso.
Tacna,
16 setiembre 2015
Edgar
Bolaños Marín
PRINCIPIOS PROGRAMÁTICOS DEL
PARTIDO SOCIALISTA
PARTIDO SOCIALISTA
El programa debe ser una declaración doctrinal que
afirme:
1º- El carácter internacional de la economía
contemporánea, que no consiente a ningún país evadirse a las corrientes de
transformación surgida de las actuales condiciones de producción.
2°-El carácter internacional del movimiento
revolucionario del proletariado. El Partido Socialista adapta su praxis a las
circunstancias concretas del país; pero obedece a una amplia visión de clase y
las mismas circunstancias nacionales están subordinadas al ritmo de la historia
mundial. La revolución de la independencia hace más de un siglo fue un
movimiento solidario de todos los pueblos subyugados por España; la revolución
socialista es un movimiento mancomunado de todos los pueblos oprimidos por el
capitalismo. Si la revolución liberal, nacionalista por sus principios, no pudo
ser actuada sin una estrecha unión entre los países sudamericanos, fácil es
comprender la ley histórica que, en una época de más acentuada interdependencia
y vinculación de las naciones, impone que la revolución social,
internacionalista en sus principios, se opere con una coordinación mucho más
disciplinada e intensa de los partidos proletarios. El manifiesto de Marx y
Engels condensa el primer principio de la revolución proletaria en la frase
histórica: “¡Proletarios de todos los países, uníos!".
3º- El agudizamiento de las contradicciones de la
economía capitalista. El capitalismo se desarrolla en un pueblo semi-feudal
como el nuestro, en instantes en que, llegado a la etapa de los monopolios y
del imperialismo, toda la ideología liberal, correspondiente a la etapa de la
libre concurrencia, ha cesado de ser válida. El imperialismo no consiente a
ninguno de estos pueblos semi coloniales, que explota como mercado de su
capital y sus mercaderías y como depósito de materias primas, un programa
económico de nacionalización e industrialismo. Los obliga a la especialización,
a la monocultura. (Petróleo, cobre, azúcar, algodón, en el Perú). Crisis que se
derivan de esta rígida determinación de la producción nacional por factores del
mercado mundial capitalista.
4º- El capitalismo se encuentra en su estadio
imperialista. Es el capitalismo de los monopolios, del capital financiero, de
las guerras imperialistas por el acaparamiento de los mercados y de las fuentes
de materias brutas. La praxis del socialismo marxista en este período es la del
marxismo-leninismo. El marxismo-leninismo es el método revolucionario de la
etapa del imperialismo y de los monopolios. El Partido Socialista del Perú, lo
adopta como su método de lucha.
5º- La economía pre-capitalista del Perú republicano
que, por la ausencia de una clase burguesa vigorosa y por las condiciones
nacionales e internacionales que han determinado el lento avance del país en la
vía capitalista, no puede liberarse bajo el régimen burgués, enfeudado a los
intereses imperialistas, coludido con la feudalidad gamonalista y clerical, de
las taras y rezagos de la feudalidad colonial.
El destino colonial del país reanuda su proceso. La
emancipación de la economía del país es posible únicamente por la acción de las
masas proletarias, solidarias con la lucha anti-imperialista mundial. Sólo la
acción proletaria puede estimular primero y realizar después las tareas de la
revolución democrático-burguesa, que el régimen burgués es incompetente para
desarrollar y cumplir.
6º- El socialismo encuentra lo mismo en la
subsistencia de las comunidades que en las grandes empresas agrícolas, los
elementos de una solución socialista de la cuestión agraria, solución que
tolerará en parte la explotación de la tierra por los pequeños agricultores ahí
donde el yanaconazgo o la pequeña propiedad recomiendan dejar a la gestión
individual, en tanto que se avanza en la gestión colectiva de la agricultura,
las zonas donde ese género de explotación prevalece. Pero esto, lo mismo que el
estímulo que se preste al libre resurgimiento del pueblo indígena, a la
manifestación creadora de sus fuerzas y espíritus nativos, no significa en lo
absoluto una romántica y anti-histórica tendencia de reconstrucción o
resurrección del socialismo incaico, que correspondió a condiciones históricas
completamente superadas, y del cual solo quedan, como factor aprovechable
dentro de una técnica de producción perfectamente científica, los hábitos de
cooperación y socialismo de los campesinos indígenas. El socialismo presupone
la técnica, la ciencia, la etapa capitalistas, y no puede importar el menor
retroceso en la adquisición de las conquistas de la civilización moderna, sino
por el contrario la máxima y metódica aceleración de la incorporación de estas
conquistas en la vida nacional.
7º- Sólo el socialismo puede resolver el problema de
una educación efectivamente democrática e igualitaria, en virtud de la cual
cada miembro de la sociedad reciba toda la instrucción a que su capacidad le dé
derecho. El régimen educacional socialista es el único que puede aplicar plena
y sistemáticamente los principios de la escuela única, de la escuela del
trabajo, de las comunidades escolares, y en general de todos los ideales de la
pedagogía revolucionara contemporánea, incompatible con los privilegios de la
escuela capitalista, que condena a las clases pobres a la inferioridad cultural
y hace de la instrucción superior el monopolio de la riqueza.
8º- Cumplida su etapa democrático-burguesa, la
revolución deviene en sus objetivos y en su doctrina revolución proletaria. El
partido del proletariado, capacitado por la lucha para el ejercicio del poder y
el desarrollo de su propio programa, realiza en esta etapa las tareas de la
organización y defensa del orden socialista.
9°- El Partido Socialista del Perú es la vanguardia
del proletariado, la fuerza política que asume la tarea de su orientación y
dirección en la lucha por la realización de sus ideales de clase.
Anexos al programa se publicarán proyectos de tesis
sobre la cuestión indígena, la situación económica, la lucha antiimperialista,
que, después del debate de las secciones y de las enmiendas que en su texto
introduzca el Comité Central, quedarán definitivamente formuladas en el Primer
Congreso del Partido.
Desde el manifiesto, el Partido dirigirá un llamamiento
a todos sus adherentes, a las masas trabajadoras, para trabajar por las
siguientes reivindicaciones inmediatas:
REIVINDICACIONES INMEDIATAS
Reconocimiento amplio de la libertad de asociación,
reunión y prensa obreras.
Reconocimiento del derecho de huelga para todos los
trabajadores.
Abolición de la conscripción vial.
Sustitución de la ley de la vagancia por los
artículos que consideraban específicamente la cuestión de la vagancia en el
anteproyecto del Código Penal puesto en vigor por el Estado, con la sola
excepción de esos artículos, incompatibles con el espíritu y el criterio penal
de la ley especial.
Establecimiento de los Seguros Sociales y de la
Asistencia Social del Estado
Cumplimiento de las leyes de accidentes del trabajo,
de protección del trabajo de las mujeres y menores, de la jornada de ocho horas
en las faenas de la agricultura
Asimilación del paludismo en los valles de la costa
a la condición de enfermedad profesional con las consiguientes
responsabilidades de asistencia para el hacendado.
Establecimiento de la jornada de siete horas en las
minas y en los trabajos insalubres, peligrosos y nocivos para la salud de los
trabajadores.
Obligación de las empresas mineras y petroleras de
reconocer a sus trabajadores, de modo permanente y efectivo, todos los derechos
que es garantizan las leyes del país.
Aumento de los salarios en la industria, la
agricultura, las minas, los transportes marítimos y terrestres y las islas
guaneras, en proporción con el costo de la vida y con el derecho de los
trabajadores a un tenor de vida más elevado.
Abolición efectiva de todo trabajo forzado o
gratuito; y abolición o punición del régimen semi-esclavista en la montaña.
Dotación a
las comunidades de tierras de latifundios para la distribución entre sus
miembros en proporción suficiente a sus necesidades.
Expropiación, sin indemnización, a favor de las
comunidades, de todos los fundos de conventos y congregaciones religiosas.
Derecho de los yanaconas, arrendatarios, etc., que
trabajen un terreno más de tres años consecutivos, a obtener la adjudicación
definitiva del uso de sus parcelas, mediante anualidades no superiores al 60
por ciento del canon actual de arrendamiento.
Rebaja, al menos en un 50 por ciento de este canon,
para todos los que continúen en su condición de aparceros o arrendatarios.
Adjudicación a las cooperativas y a los campesinos
pobres de las tierras ganadas al cultivo por las obras agrícolas de irrigación.
Mantenimiento en todas partes, de los derechos
reconocidos a los empleados por la ley respectiva. Reglamentación por una
comisión paritaria, de los derechos de jubilación, en forma que no implique el
menor menoscabo de los establecidos en la ley.
Implantación del salario y sueldo mínimo.
Ratificación de la libertad de cultos y enseñanza
religiosa, al menos en los términos del artículo constitucional y consiguiente
derogatoria del último decreto contra las escuelas no católicas.
Gratuidad de la enseñanza en todos sus grados.
Estas son las principales reivindicaciones por las
cuales el Partido Socialista luchará de inmediato. Todas ellas corresponden a
perentorias exigencias de la emancipación material e intelectual de las masas.
Todas ellas tienen que ser activamente sostenidas por el proletariado y por los
elementos conscientes de la clase media. La libertad del Partido para actuar
pública y legalmente, al amparo de la Constitución y de las garantías que ésta
acuerda a sus ciudadanos, para crear y difundir sin restricciones su prensa,
para realizar sus congresos y debates, es un derecho reivindicado por el acto
mismo de fundación pública de esta agrupación. Los grupos estrechamente ligados
que se dirigen hoy al pueblo, por medio de este manifiesto, asumen
resueltamente, con la conciencia de un deber y una responsabilidad histórica,
la misión de defender y propagar sus principios y mantener y acrecentar su
organización, a costa de cualquier sacrificio. Y las masas trabajadoras de la
ciudad, el campo y las minas y el campesinado indígena, cuyos intereses y
aspiraciones representamos en la lucha política, sabrán apropiarse de estas
reivindicaciones y de esta doctrina, combatir perseverante y esforzadamente por
ellas y encontrar, a través de cada lucha, la vía que conduce a la victoria
final del socialismo.
¡Viva la clase obrera del Perú!
¡Viva el proletariado mundial!
¡Viva la revolución social!
Este esquema de un Programa
del Partido Socialista Peruano fue encargado a José Carlos Mariátegui por el
Comité organizador en octubre de 1928. Se reproduce de Apuntes para una
Interpretación Marxista de Historia Social del Perú de Ricardo Martínez de la
Torre, Tomo II, págs. 398 a 402, Empresa Editora Peruana S.A.,
Lima, 1948. Nota de los Editores.
Jueves 18 de setiembre de 2008
Estimados Luís Anamaría y Gustavo Pérez H:
Considero muy acertado y oportuno la divulgación
de la propuesta de "Programa del Partido Socialista del Perú"
presentada por Mariátegui en la histórica Reunión de Barranco del 07 de octubre
de 1928. Ustedes incluyen el punto 09 y las consignas finales, que no aparecen
en la versión publicada en el libro "Ideología y Política" de
la Colección Obras Completas de José Carlos Mariátegui, con lo cual
contribuyen a una importante rectificación histórica.
Igualmente, son muy oportunos y necesarios los reenvíos
de los dos comentarios de Ramón García, sobre "Tres experiencias
programáticas" y "Programa Socialista". Estos también son
"comentarios para comentar", o como diría Mariátegui para ejercer la
"crítica de crítica".
Este trabajo de divulgación refleja la
continuidad del trabajo de búsqueda e investigación que ustedes vienen
realizando, y se inscribe dentro del "espíritu socialista que anima el
Aniversario 80", muy diferente a la maniobra confusionista del
nacionalismo pequeñoburgués que pretende poner en primer plano el "50
Aniversario" de su "frente-partido estudiantil".
El deslinde fundamental "Capitalismo o
Socialismo", ahora asume la forma "50 Aniversario o Aniversario
80".
Lo que si resulta preocupante, pero corregible, es que,
a escasamente 20 días del "Aniversario 80", entre nosotros todavía no
tengamos claro cuál fue el nombre preciso del partido que se constituyó el 07
de octubre de 1928. Ese día se constituyó el "Partido Socialista del
Perú", que no es, o no fue, lo mismo que el "Partido
Socialista Peruano"; así como no fue lo mismo el "Partido
Comunista del Perú" fundado por Eudocio Ravines el 20 de mayo de
1930, o que el "Partido Comunista Peruano" fundado por Jorge del
Prado en coordinación con Ricardo Martínez a fines del primer lustro
de la década de 1940. Muchos investigadores, algunos de ellos muy
minuciosos y documentados como el filósofo David Sobrevilla incurren en el
mismo error de colocar "PSP" donde Mariátegui escribió
"PSdelP". Ustedes se preguntaran, ¿tiene importancia esta
precisión o es diletantismo superficial? Ateniéndonos a criterios prácticos de
uso del tiempo disponible, después del 07 de octubre continuaremos con estas
precisiones.
Ya que se encuentran en plena labor de investigación y
divulgación, les recomiendo que revisen "Principios de Política Agraria
Nacional" divulgado por Mariátegui el 1º de julio de 1927, veinte días
después de la represión de junio de 1927, "represión que entre otros
efectos tuvo el de promover una revisión de métodos y conceptos y una
eliminación de los elementos débiles y desorientados en el movimiento
social" (JCM, "Ideología y Política", pág. 104). Me parece
que no debemos de esperar una próxima represión, para decidirnos a impulsar una
necesaria "revisión de métodos y conceptos", o "campaña de
rectificación" como diría, 15 años después, Mao Zedong.
Reitero mi recomendación de comenzar el estudio y el
debate del Programa de Cambio Social, por "los tres pilares" del
programa.
Atentamente
Miguel Aragón
ACTA DE
CONSTITUCION
DEL PARTIDO SOCIALISTA DEL PERU
(7
de octubre de 1928)
Los suscritos declaran constituido un
Comité que se propone trabajar, en las masas obreras y campesinas, conforme a
los siguientes conceptos:
1º La organización de los obreros y campesinos,
con carácter netamente clasista, constituye el objeto de nuestro esfuerzo y
nuestra propaganda y la base de la lucha contra el imperialismo extranjero y la
burguesía nacional.
2º Para la defensa de los intereses económicos
de los trabajadores de la ciudad y el campo, el Comité impulsará activamente la
constitución de sindicatos de fábrica, de hacienda, etc, la federación de estos
en sindicatos de industria y su confederación en una central nacional.
3º La lucha política exige la creación de un
partido de clase, en cuya formación y orientamiento se esforzará tenazmente por
hacer prevalecer sus puntos de vista
revolucionarios clasistas. De acuerdo con las condiciones concretas
actuales del Perú, el Comité concurrirá a la constitución de un partido
socialista, basado en las masas obreras y campesinas organizadas.
4º Para precaverse de represiones y
persecuciones desmovilizadoras, los sindicatos obreros y campesinos gestionarán
su reconocimiento por la Sección del Trabajo. En su estatuto, su declaración de
principios se limitará a la afirmación de su carácter clasista y de su deber de
contribuir a la fundación y mantenimiento de una confederación general del
trabajo.
5º La organización sindical y el partido
socialista, por cuya formación trabajaremos, aceptarán contingentemente una
táctica de frente único o alianza con organizaciones o grupos de la pequeña
burguesía, siempre que éstos representen
efectivamente un movimiento de masas y con objetivos y reivindicaciones
concretamente determinados.
6º El comité procederá a la organización de
comités en toda la república y de células en todos los centros de trabajo, con
relaciones estrictamente disciplinadas.
Barranco,
7 de octubre de 1928
José
Carlos Mariátegui Fernando
Borjas
Julio
Portocarrero Ricardo
Martínez
Bernardo
Regman Luciano
Castillo
Avelino
Navarro Fernando
Chávez.
César
Hinojosa
(*)
La Reunión de Barranco, en la cual se constituyó el Partido Socialista del
Perú, se realizó el día domingo 7 de octubre de 1928. Asistieron nueve
personas, las mencionadas más arriba.
Los
acuerdos a que se llegaron fueron:
1º Dejar constituido el grupo organizador del
Partido Socialista del Perú
2º Se nombró Secretario General a Mariátegui;
Secretario Sindical , Portocarrero; Secretario de Propaganda, Martínez;
Tesorero, Bernardo Regman. Navarro e Hinojosa fueron agregados a la Secretaría
Sindical.
3º Se aprobó la siguiente moción del orden del
día, redactada por Mariátegui. (Se refiere al Acta transcrita mas arriba)
No hay comentarios:
Publicar un comentario