¿Qué
significa la victoria de Jeremy Corbyn?
Tariq Ali
Domingo
13 de septiembre de 2015
Las ironías de la historia nunca dejan de
sorprendernos. Miremos por donde miremos, Jeremy Corbyn es el líder más
izquierdista en toda la historia del Partido Laborista. Tiene claro que quienes
actúan mal en el extranjero no pueden actuar bien en casa. Es el
antiimperialista más firme del Parlamento. Basta compararlo con sus
predecesores para verificar estas afirmaciones. El socialismo de Keir Hardi/1
fracasó en los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial. Clement Attlee/2
fue un gran reformador a nivel nacional, pero en el exterior su gobierno aprobó
el bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki. Harold Wilson/3
redistribuyó la riqueza, pero apoyó a EE UU en Vietnam; Micahel Foot/4,
como líder de la oposición, fue un rabioso defensor de la guerra de Margaret
Thatcher para recuperar las Malvinas.
Los gemelos thatcheristas Blair/Brown/5-6
acordaron compartir el poder creando para ello dos fracciones con hambre de
poder pero sin diferencias políticas entre ellas, salvo que Tony Blair ansiaba
el dinero tanto como el poder. Él nos metió en las guerras de la antigua
Yugoslavia y de Irak, mientras que Gordon Brown, ajeno a la vulnerabilidad del
capitalismo financiarizado, gastó miles de millones de las y los contribuyentes
para rescatar bancos (después de pagar a los depositantes) que hubiera sido
mejor dejar que la palmaran. Ambos burocratizaron el Partido Laborista
castrando la conferencia del partido, reduciéndola a una mala versión de la de
los demócratas estadounidenses. Un show total, sin contenido alguno. Barrieron
los distritos de la derecha del laborismo para seleccionar sus futuros
candidatos parlamentarios. Era la única forma de transformar a una gran parte
del Grupo Parlamentario Laborista (Parliamentary Labour Party, PLP) en un grupo
de chicos y chicas de despacho sobrepromocionados junto a un carro de
arribistas.
Tres de ellos formaban parte de la lista habitual
para suceder a otro de su misma especie, Ed Miliband/7. Lo que resulta
irónico es que la reforma del sistema electoral impuesta por Miliband fue
diseñada para apaciguar a los blairistas y a sus compinches mediáticos
eliminando lo que quedada del poder sindical en el partido y abriéndolo al
exterior con la vana esperanza de que los votantes más afines garantizarían el
dominio de la política extrema del centro [política de derechas].
Estaban tan confiados que unos pocos blairistas
ofrecieron a Corbyn el necesario apoyo parlamentario para presentarse como
candidato simbólico de la izquierda, como una muestra de la generosidad y
compromiso con la diversidad del partido. ¿Quién hubiera imaginado que les
saldría el tiro por la culata de forma tan impresionante? Seguro que Corbyn no.
Y otros tampoco. The Guardian salió a favor de Yvette Cooper, sus
columnistas blairistas denunciaron al dinosaurio de Islington, olvidando que
para la gente más joven los dinosaurios constituyen una especie desaparecida
pero muy querida y el Dalily Mirror apoyó a Andy Burnham.
Nadie que conozca, vea u oiga a Corbyn puede dudar
de su autenticidad. En los últimos 40 años he compartido numerosas iniciativas
con él. En las cuestiones clave se ha mantenido firme. Precisamente, lo que
llamó la atención a la juventud, lo que transformó la campaña en un movimiento
social fue lo mismo que aisló a las camarillas políticas y a los medios de
comunicación tradicionales. Corbyn era ignorante, retórico y también de
izquierda: quería revertir las privatizaciones de los ferrocarriles y de los
servicios públicos, etc. Muchos de los que se inscribieron para votar por él lo
hicieron por eso y para romper con el tedio, la falta de imaginación y falta de
visión del Nuevo Laborismo.
Corbyn subestimó los cambios en Escocia pero, de
hecho, éstos le ayudaron en su campaña. El grupo parlamentario del Partido Nacional
Escocés que quería deshacerse del redundante y caro Trident/8; el
electrizante primer discurso de un joven de 20 años, Mhairi Black, sobre los
tories... Todo esto ayudó a la campaña de Corbyn. Si fue posible en Escocia,
¿por qué no en Inglaterra?
Mientras los miembros del Partido Laborista eligen
al líder más izquierdista, la abrumadora mayoría del grupo parlamentario
laborista está en las garras asesinas de la derecha. Cualquiera que escuche el
discurso de Sadiq Khan tras haber sido elegido como candidato laborista para la
alcaldía de Londres verá la diferencia con la campaña de Corbyn. Los clichés de
Khan eran un recordatorio de lo aislado que se encontrará Corbyn en el seno del
grupo parlamentario. Corbyn llamará al partido a unirse tras él, pero no podrá
obviar el hecho de que la mayoría del grupo parlamentario se opone a su
política. Supongo que tratarán de agotarlo y obligarle a un compromiso tras
otro para desacreditarlo (no olvidemos a Alexis Tsipras en Grecia), pero dudo
que lo consigan.
Corbyn tiene claros los temas clave en los que no
es posible el compromiso. Ha trabajado sobre ellos desde hace bastante tiempo.
Su identificación con la agenda verde no es un secreto y ahora el único
parlamentario del partido verde tiene un sólido apoyo en el nuevo líder del
Partido Laborista. Recuperar el transporte público de manos de los
especuladores es otro de esos puntos; como lo son el de una vivienda barata
para la gente joven y de la tercera edad, que le ayudará a reconstruir las
comunidades, y un régimen fiscal sólido que revierta décadas de privilegios
otorgados a los ricos, que va a desatar una feroz ofensiva por parte de la City
londinense y sus políticos y medios de comunicación acólitos, pero que resulta
absolutamente necesaria.
Desde finales de los años setenta, la
redistribución de la riqueza a favor de los ricos y de los muy ricos ha
aumentado más rápidamente en Gran Bretaña que en cualquier otro país de la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE). Corbyn no está
interesado en el poder para beneficio propio o para acumular riqueza personal.
Sin duda, Corbyn restaurará la democracia en el
seno del partido. Es la única manera de que los partidarios del laborismo en el
país estén debidamente representados en el parlamento. Nada de esto es fácil y
por eso sigue siendo fundamental un movimiento de largo alcance, un nuevo
modelo de ejército de campaña fuera del Parlamento. Es la única manera de
asegurar que se cumpla la agenda Corbyn. Nada de esto va a suceder de la noche
a la mañana y los partidarios tienen que ser pacientes y no gritar desde la
barrera.
Algunos parlamentarios laboristas van a desertar.
Después de todo, apoyaron felizmente la austeridad. Pero, pase lo que pase,
para la auto-censura de la BBC ya no será posible mantener fuera de la pantalla
los puntos de vista expuestos por el nuevo líder laborista. Aunque
temporalmente, los muertos vivientes han sido vencidos. La política inglesa ha
vuelto a la vida.
12/09/2015
Traducción:
VIENTO SUR
Notas:
1/ James
Keir Hardie
(15/08/1856 – 26/09/1915), uno de los primeros fundadores del Independent
Labour Party y de los primeros electos por este partido en el Parlamento del
Reino Unido. Militó a favor de la autodeterminación de la India y contra la
segregación racial en África del Sur. Convencido pacifista, se opuso a la
Primera Guerra Mundial y trabajó por organizar la oposición a la misma al mismo
tiempo que apoyaba a los objetores de conciencia, lo que le valió numerosas
críticas, incluso en su propio partido (Wikipedia)
2/
Clement Richard Attlee (3/01/1883-8/10/1967), líder del Partido Laborista entre 1935 y 1955 y
Primer ministro del Reino Unido entre 1945 y 1951. Durante su mandato sentó las
bases para el establecimiento del Estado del bienestar en su país creando,
entre otras, la asistencia sanitaria universal y gratuita en Reino Unido. Está
considerado como uno de los mejores primeros ministros del Reino Unido, y como
uno de los más populares (Wikipedia)
3/ James
Harold Wilson, Baron Wilson de Rievaulx, (11/03/1916 - 24/05/1995) fue un político
del Partido Laborista Británico y Primer Ministro del Reino Unido en dos
ocasiones. Wilson es considerado por muchos como uno de los políticos más
intelectuales del siglo XX (Wikipedia).
4/
Michael Mackintosh Foot (23/07/1913 – 3/03/2010) miembro del Partido Laborista y escritor, fue
miembro del Parlamento en dos ocasiones (19145/1955 y 190/1992) y líder del
partido laborista de 1976 a 1983 (Wikipedia).
5/ Tony
Blair fue
primer ministro del Reino Unido entre 1997 y 2007. También fue líder del
Partido Laborista entre 1994 y 2007 (Wikipedia).
6/ Gordon
Brown miembro
del Partido Laborista. Fue primer ministro del Reino Unido entre 2007 y 2010
(Wikipedia).
7/ Ed
Miliband fue líder
del Partido Laborista desde el 25 de septiembre de 2010 hasta su dimisión el 8
de mayo de 2015 después de su derrota en las elecciones generales del Reino
Unido de 2015 (Wikipedia).
8/ Una de las bases de misiles
nucleares submarinos británicas (misiles Trident) se encuentra en Escocia y el
Partido Nacionalista Escocés (SNP) se opone a la misma (ndt).
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