Angélique
Kourounis, periodista griega y directora del documental "Golden Dawn: a
personal affair"
26-01-2016
Hablamos
con la directora de ‘Golden Dawn: a personal affair’, trabajo que retrata al
partido neonazi griego.
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Amanecer
Dorado nunca ocultó su ideología de corte neonazi. A pesar de ello, desde
2012 es el tercer partido de Grecia en número de votos. ¿Por qué? La periodista
Angélique Kourounis, corresponsal de varios medios de comunicación franceses,
entre los que se encuentra la revista satírica Charlie
Hebdo, ha trabajado durante años para dar respuesta a esta pregunta,
asistiendo a las asambleas y reuniones de este partido político. Como
resultado, el documental Golden Dawn: a personal affair, actualmente en
fase de postproducción y para el que se ha lanzado una campaña
de micromecenazgo.
El
documental surge de una experiencia personal, tras varios años analizando al
partido Amanecer Dorado. ¿Qué te motivó a comenzar este trabajo?
Comencé por instinto, por necesidad y por miedo.
Inicialmente, por supuesto, fue por necesidad, porque como corresponsal tenía
que cubrir la noticia. Tenía que dar cuenta de la realidad griega a los medios
de comunicación con los que trabajaba. Después, por otro lado, estaban el
terror por lo que el partido Amanecer Dorado representa; y la ira, porque todos
los gobiernos les han dejado hacer. Mi propia historia personal y familiar se
ha visto afectada por los nazis. Pero independientemente de esto, el nazismo y
los campamentos son temas que me obsesionan. Y ver que 60 años después, cuando
sabemos lo que pasó [en la Alemania nazi], la gente es capaz de enviar
conscientemente al Parlamento a 18 diputados nazis en mi país era algo que
tenía que descifrar y entender. ¿Por qué ? La crisis no lo explica todo. Yo no
quería hacer sólo un reportaje o un artículo sobre este problema, sino
profundizar y entenderlo, o al menos intentarlo.
Para
hacer tu investigación estuviste acudiendo a asambleas y reuniones de Amanecer
Dorado durante varios años, ¿cómo lo hiciste? ¿Tuviste algún problema?
No estuve infiltrada. Nunca les oculté que era periodista.
Y en ningún momento hice que creyeran que yo era uno de ellos. En todo momento
dije que estaba haciendo una película sobre ellos con el objetivo de mostrar la
realidad, fuera cual fuera. Y la realidad es que el partido Amanecer Dorado es
la tercera fuerza política desde hace cuatro años. Que la gente, entonces, sabe
que la violencia es su arma política, que el racismo es su leitmotiv y el
nazismo su referencia, y aun así los envía al Parlamento. Cerrar los ojos ante
esta realidad no sirve de nada, hay que entenderlo.
Después
de estos años profundizando en cómo funciona Amanecer Dorado, ¿qué conclusión
has sacado?
Se ha confirmado mi percepción sobre el partido.
Amanecer Dorado es un partido político racista, neonazi, sexista, que utiliza
las debilidades del sistema democrático para alcanzar el poder. Después de
estos años de investigación siento un poco de pena por mucha gente común que
les apoya, como Stella, una mujer mayor, pobre y con poca formación, que perdió
hace poco a su marido y tiene a su cargo a varias personas dependientes. Es
difícil culparla si, para ella, Amanecer Dorado es una bolsa de comestibles. No
siento ninguna pena por otras personas como Konstantina, la mujer rubia que
afirma que “si existieron los hornos, no somos nosotros los responsables” o
Haris, piloto retirado y el miembro de Amanecer Dorado con el que más tiempo
hemos pasado. Ellos han tomado una decisión deliberada, con conocimiento de
causa.
También siento una inmensa ira hacia los poderes
públicos que les han dejado hacer. A este respecto, me parece importante
señalar que entre mayo y junio de 2012, cuando Amanecer Dorado llevó a cabo su
incursión política en el Gobierno griego a través de las elecciones
anticipadas, tanto todos los gobiernos como todos los líderes políticos
europeos se precipitaron, bien cuando visitaban Grecia, bien cuando hacían
declaraciones, como Angela Merkel, o cuando daban una entrevista en directo en
los informativos más importantes de Grecia, como François Hollande, para
recordar a los griegos que votaran bien, que votaran “europeo”. Ninguno de
ellos dijo “no votéis neonazi” a pesar de que en la tarde del 12 de mayo
Amanecer Dorado obtuvo un 7% de los votos y 18 diputados en el Parlamento. Como
en el pasado, preferían negro a rojo. También quiero destacar que, tras el
espectáculo en las Termópilas [homenaje a los 300 espartanos que lucharon
contra los persas en la Segunda Guerra Médica, en el 480 a.C.], en lo que
pretendía ser una repetición en su versión local de la ceremonia de Nuremberg,
tuve sudores fríos, volví vacía, atónita, muy inquieta.
El juicio
contra algunos miembros de Amanecer Dorado por el asesinato de Pavlos Fyssas ha
vuelto a ser retrasado recientemente, ¿tienes alguna valoración sobre cómo se
está desarrollando?
Es un juicio farsa, porque los que ordenaron el
asesinato y los verdaderos culpables, sin duda, van a escapar y sólo
responderán por los crímenes de Amanecer Dorado los ejecutores directos de este
asesinato. Los cargos son extremadamente difíciles de probar, a pesar de toda
la buena voluntad de la acusación. Este proceso tiene el mérito de existir,
pero llega demasiado tarde. Espero estar equivocada, pero creo que, al final,
será Amanecer Dorado el que salga beneficiado de este proceso. El asesino
directo de Pavlos
Fyssas será condenado, pero Amanecer Dorado, en tanto que partido, se
saldrá con la suya. Una vez más, espero que me equivoque y tener que
disculparme públicamente, sería la primera en alegrarme por ello.
¿Cómo un
partido político con varios de sus miembros acusados de graves cargos puede
tener tanto apoyo en las elecciones?
Esta democracia es un régimen frágil. Es muy
imperfecta y muy vulnerable para toda persona con mala voluntad. Recuerda que
Hitler no tomó el poder, fue elegido. La ley no impide que las personas que
están en prisión preventiva –que están acusadas, no condenadas– ejerzan sus
derechos políticos. Y si esas personas son diputados, como es el caso, pues
continúan con su trabajo de diputados. Lo contrario sería impensable. Es por
eso, entre otras cosas, por lo que la gente votó por ellos. Es muy confuso para
muchas personas. Son muy peligrosos, pero continúan votando las leyes que nos
rigen. Para muchos electores, los miembros de Amanecer Dorado que están
encarcelados son mártires, víctimas de una conspiración mediática, y es que la
mayoría de griegos no tiene ninguna confianza en sus medios de comunicación. Se
cierra el círculo. Sobre todo porque la reacción para reequilibrar esta
situación ha tardado mucho. Amanecer Dorado fue siempre un paso por delante.
En las
pasadas elecciones, algunos de los lugares en los que Amanecer Dorado alcanzó
mejores resultados fueron Lesbos o Kos, algunas de las islas que reciben más
personas que huyen de la guerra de Siria buscando refugio. ¿Se está viviendo
una ola de racismo en Grecia?
Amanecer Dorado es un partido racista y es evidente
que su victoria en las elecciones está relacionada con el racismo. La crisis de
migración que se vive actualmente y la manera en la que se está gestionando es
un regalo para Amanecer Dorado. Es imposible responder, en condiciones
decentes, a la llegada de miles de refugiados cada día siendo éste un país que
vive una grave crisis económica y social. Hay que alimentar, dar atención
médica, vestir y dar un espacio y calidez a esta gente. Algo que el Gobierno ya
no es capaz de hacer con su propia población. Sería injusto limitar las
poblaciones de Kos, Lesbos o cualquier otra isla a los resultados de Amanecer
Dorado. Sin la ayuda constante que mantienen desde hace casi ya un año por
parte de la población local, tendríamos que lamentar muchísimas muertes. Pero Amanecer
Dorado apuesta a dos cosas: el agotamiento de la gente y la incoherencia de
Europa. Ninguno de esos países de la Europa rica, civilizada y democrática
quiere acoger a estas personas migrantes. Y sin embargo, siguen llegando. Hay
una congestión, se encuentran atrapados en Grecia, en donde hay una población
muy empobrecida, después de siete años de recesión, y en donde no se plantea
ninguna estructura de acogida ni se aplica ninguna política de integración. El
miedo hace el resto.
¿Alguna
solución?
Para hacer frente a esto hace falta una política
europea coherente que aborde el problema en su origen: hacer que las personas
no se vean obligadas a salir de sus países y, por tanto, detener las guerras,
invertir y construir en sus países para que no tengan que buscar fuera una
escuela, un hospital o un hogar para sus hijos. Por supuesto, hay que manejar
la urgencia de las personas que llegan, pero también se necesita una política
europa que no vaya dirigida únicamente a controlar las fronteras, sino a dar cabida
y a aliviar a estas personas.
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