Un Tema de Actualidad
Los países aprecian sus riquezas
equivocadamente, en mi opinión y en la de algunos pero no muchos, porque para
casi todos por no decir todos, vale más el oro que el agua, vale más el
petróleo que el suelo y más el carbón que el aire.
Para las distintas formas de vida en la tierra
representa más el aire que el carbón, o que el petróleo, sin embargo con el uso
del carbón y del petróleo se producen gases de efecto invernadero y
contaminantes que son los causantes del cambio climático y que están
deteriorando el medio ambiente y son causantes de tragedias que cuestan más al
ambiente que lo que aportan al desarrollo y a la economía.
No estoy diciendo sandeces; en la práctica se
puede evaluar lo que representan el petróleo y el carbón para la economía y lo
que representa el problema del cambio climático para el planeta, para sus
habitantes y para la vida en general y lo que significa la atmosfera y la
litosfera con relación a la conservación de la biodiversidad y la vida humana,
máximo desarrollo de la materia viva en el universo.
Y en cuanto a la comparación del oro con el agua
la situación es tan preocupante y trágica como la anterior; el uso superfluo y
artificial del oro no es más que una expresión especulativa y falsa pues si
antes respaldaba el valor de la moneda ahora ya no y el valor que tiene
actualmente se lo debe al lujo y a la ostentación, pero de allí no pasa, porque lo que compra ahora
es el dinero de papel y el oro se destina a otros menesteres de carácter
ficticio y superfluo.
El agua ha estado abandonada de las
preocupaciones de la humanidad y más que abandonada agredida de la manera más
dramática e irresponsable, sus fuentes se han destruido continua y
sistemáticamente; su filtro natural que son los bosques y los suelos que los
sustentan, se han arrasado sin consideración y sin ninguna inteligencia, es
decir que ha sido un arrasamiento brutal, ya sabemos que la materia prima para
la industria se puede producir por medio de plantaciones y sin embargo los
seguimos o mejor los industriales y sus carnales, los siguen destruyendo
insensatamente, y para completar las corrientes de agua que emanaban de esos
bosques han sido agotados dramáticamente y las que aún quedan han sido
convertidas en cloacas que llevan sus venenos al mar que igual aniquilan
paulatina pero también despiadadamente.
No se puede ocultar tampoco la destrucción que
han causado los residuos industriales y los agroquímicos a la riqueza
ictiológica, alimento fundamental de nuestras sociedades ancestrales y de la
sociedad actual.
Ni tampoco olvidemos las especies animales que
han desaparecido por el mal manejo y la cultura del exterminio y la
contaminación son incontables y las que están en proceso de extinción también
los son y en ellas ya tenemos que incluir a la especie humana: qué tristeza ver
esta triste realidad causada por la estulticia, la ambición y la
irresponsabilidad del hombre y la sociedad en su relación con la naturaleza.
Es hora de hacer un alto en el camino y
reflexionar sobre el papel del ser humano en la historia y en el porvenir de
esta nave cósmica que en cada vuelta nos da la posibilidad de dormir y
despabilar, y a través de esos giros que se van convirtiendo en años (que
llevan implícitos los daños que le causamos), nos dé la oportunidad de
reflexionar y cambiar, para que en cada despertar de los días y de los años
aportemos ideas positivas para recuperar lo destruido conservando los avances
de la ciencia y la tecnología alcanzados y procurando por avances mayores para
ponerlos al servicio de la humanidad y encontremos la mejor manera de conservar
lo que aún no se ha contaminado o destruido y restaurar nuestros bosques,
nuestros suelos, nuestros ríos y nuestra atmosfera a nivel nacional y mundial
por supuesto, aunque para ello haya que sustituir el petróleo y el carbón por energías
alternativas y abandonar el oro, las esmeraldas y demás artilugios y más bien
adornarnos de ideas para trabajar por la recuperación de la naturaleza y de la
sociedad. Ah, y por sobretodo eliminar las guerras de coloniaje pues con el
dinero en ellas invertido se solucionarían en alto porcentaje los problemas de
pobreza, y de salud que aquejan a gran parte de la población mundial.
Riquezas Distintas
Álvaro Corredor García
Ingeniero Forestal
10 octubre 2012
Nota.- Agua es el elemento que más abunda en la
tierra, pero agua potable es ahora elemento que más escasea. Se puede vivir una
semana sin ingerir alimentos, pero no se puede vivir tres días sin ingerir agua
Si se dañan las fuentes de agua, desaparecen los
ríos y hasta la vida misma.
Nuestro país es escaso de tierra agrícola, y las
lluvias interfieren la formación de humus y tierra cultivable. Sin embargo, con
andenes, reservorios, canales el pueblo precolombino supo domeñar la naturaleza
y crear tierra agrícola en los Andes. Y en la Costa supo domeñar los arenales y
desarrollar también la agricultura.
En el mundo hay países agrícolas y países
industriales. Unos aprovechan la tierra agrícola, otros extraen minerales y
logran desarrollo industrial, maquinarias.
Nuestro país llegó a la edad del bronce, como
pocos otros países de nuestra América. Aprovechó el cobre y el estaño para
producir herramientas muy desarrolladas para su tiempo. Y usó el oro, plata,
otros metales preciosos para liturgia y adorno personal. Fue, pues, país que
desarrolló su agricultura e industria metalúrgica.
Pero jamás fue país “minero” Y, en verdad, no hay país “minero” en el mundo.
Este papel celofán esconde la explotación colonial de los yacimientos mineros
del país.
El desarrollo transnacional busca y busca
yacimientos mineros. Luego impone contratos leoninos para su beneficio propio.
De cada 100 dólares que mueve una explotación minera, 2 van al gobierno central
en calidad de “regalías” y 98 van a la transnacional de turno. Así, la explotación
nativa es calificada de “ilegal”, pero la explotación extranjera goza de todo
beneficio, comenzando por la anuencia de los gobiernos de turno. Con esas
regalías hacen su propaganda de “buen gobierno”, y se prepara la siguiente
campaña electoral “contra la corrupción” Puro círculo vicioso.
En nuestro país se da también la lucha por el
agua. Hasta desaguan lagunas sin importar la presencia de población que, en
todo caso “puede emigrar” para proveerse de agua. Y quieren desviar los ríos
para servicio de las transnacionales. Así como la explotación minera colonial
sólo dejó desolación y tierra arrasada, igual está ocurriendo ahora. Por eso,
en todo país donde la prospección minera transnacional encuentra una veta
rentable para explotar, estalla el conflicto en defensa del agua
Esto ocurre en todas partes. Y en todas partes
hay que luchar en defensa del agua, de la vida, del desarrollo nacional. Por
eso, el lúcido artículo del Ingeniero Forestal es un llamado a todo profesional
a luchar por la defensa del eco-sistema todo.
Ragarro
09.11.12
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