10-11-2012
Mario
Hernandez (MH): Tenemos en línea a James Petras desde EE.
UU. Una gran alegría poder contar con tu participación en nuestro programa.
Estoy acompañado por Renán Vega Cantor como todos los martes en “Metrópolis”.
Hoy hubo elecciones presidenciales en tu país ¿qué novedades tenés?
James
Petras (JP): Todavía no comenzaron el conteo. Lo que es
importante es que hay una mayor participación de los sectores populares, al
mismo tiempo que mucha frustración. La gente siente que tiene que votar al mal
menor, apretando la nariz votaron por Obama y los desencantados hicieron lo
mismo por Romney. Los ricos cosechan con cualquiera de los dos candidatos.
Para
mí lo importante es que después de las elecciones debemos esperar lo peor
porque ambos candidatos quieren profundizar los recortes sociales. Romney
quiere privatizar el seguro social. Obama tiene el compromiso de cortar los
programas sociales de salud para los jubilados y eliminar gastos en protección
del ambiente. Sin grandes expectativas a pesar que los medios de comunicación
han batido el parche todos los días dando la impresión que había mucho
entusiasmo y emoción, como si discutieran sobre un partido de fútbol o una
carrera de caballos, pero en realidad la campaña fue la más costosa de toda la
historia, gastaron U$S 3.000 millones en anuncios y promociones, con un
ejército de empleados y funcionarios pagos, sin voluntarios que apoyen una
ideología, solo por un salario de U$S 20 la hora, tocando puertas, registrando
y presionando a la gente para ir a votar.
MH: El ascenso de Obama a la presidencia hace 4 años había
generado una gran expectativa en América Latina. Habló de cerrar Guantánamo,
por ejemplo, y de otra serie de medidas que luego dejó de lado. Los procesos
electorales en EE. UU. siempre me dejan la sensación que se eligen gobiernos
transitorios pero en realidad las decisiones fundamentales son tomadas por otro
tipo de gobierno que tiene un carácter más permanente.
JP: Obviamente el Pentágono, el Departamento de Estado, la
CIA, las Fuerzas Especiales, tienen su aparato permanente. Cambian las jefaturas
porque cada político nombra su hombre o mujer de confianza en la cúpula, para
dirigir, pero el aparato es permanente, con gente que siempre tiene por
orientación mantener el Imperio y perseguir a los enemigos del momento. En ese
sentido tenés razón, pero no hay ningún gobierno secreto, conspirativo. Los
políticos de la Casa Blanca, los jefes del Ejecutivo, algunos personajes claves
en el Congreso, son los que toman las decisiones consultando con los generales
y Wall Street. Estoy simplificando pero eso es público.
Obama
consulta con sus hombres de confianza para lanzar la guerra en Libia, financiar
terroristas en Siria, defender a Israel, que es un caso especial porque en EE.
UU. tenemos una fuerza formidable de sionistas que influyen con millones de
dólares en las campañas electorales y en la nominación de candidatos. En todo
caso hay un enorme bache entre el discurso electoral y las medidas
postelectorales. La gente ve muy cínicos a los políticos.
Las
encuestas sobre el Congreso muestran que el 80% del público no confía en él y
el 50% tampoco en Obama ni en Romney. Los financistas de las campañas que están
aportando millones de dólares van a exigir que cumplan con sus compromisos, con
sus contratos federales, con la exención de impuestos, la liberalización de
regulaciones, los préstamos para empresas financieras en crisis. En este
sentido los presidentes son muy cumplidores con la clase alta y engañan al
pueblo después de cada elección. Eso no solo pasa en EE. UU.
El
Imperio es capaz de montar guerras en cualquier parte, pero incapaz de defender
a sus propios ciudadanos
MH: Sé que tuviste un día agitado y no quiero seguir
importunando. Estabas cocinando.
JP: Efectivamente, estaba preparando una merluza.
MH: Quiero cerrar esta nota con un hecho que me ha sorprendido
mucho y es que New York ha sido muy afectada por el huracán Sandy con más de
100 muertos.
JP: Y más de 50.000 se han quedado sin casa y todavía hay
2.000.000 sin luz. El estado imperial, el Empire State, es capaz de
montar guerras en todas partes e incapaz de defender a sus propios ciudadanos.
No construyeron barreras contra las olas, abandonaron a muchos viejos en sus
casas por 5 o 6 días. Mientras la seguridad del Imperio es primordial, la
defensa civil en el país se descuida. Construyen muros frente a México pero no
hicieron barreras contra las olas del Atlántico. Es muy irónico, una paradoja
que expresa quién manda en EE. UU. Obviamente no son los millones que están
deambulando en la oscuridad.
MH: Te dejo disfrutar tu merluza que supongo acompañarás
con un buen vino blanco junto a tu esposa Robin a quien aprovecho para mandarle
un beso grande.
JP: Muchas gracias. Casualmente tenemos un vino mendocino.
Un fuerte abrazo para vos, mi gran amigo Mario.
MH: Una comunicación que nos debíamos hace mucho tiempo.
Lamentablemente me contaba que ya no va a poder visitarnos, como solía hacerlo
hasta 2004, debido a sus dolencias en la espalda, lo que no impide la
producción intelectual y política que realiza permanentemente este militante
revolucionario de la izquierda norteamericana y mundial. Hace pocos días atrás,
me ha sorprendido satisfactoriamente su último trabajo sobre Venezuela donde
creo que marca algunas líneas, que se pueden leer en el sitio web Rebelion.org,
de acción muy concretas sobre la que debería ser la orientación del gobierno de
Hugo Chávez después del triunfo electoral en octubre. En general, quienes
apoyan al proceso bolivariano pero apuntando críticas, pocas veces desarrollan
una propuesta programática por la positiva. James Petras lo hace en el trabajo
mencionado con una contundencia y claridad muy especiales. ¿Tuviste oportunidad
de leerlo, Renán?
Renán
Vega Cantor (RVC): Sí, lo hice. La
importancia de un análisis como el que hace Petras es que manteniendo una
mirada crítica sobre el proceso venezolano, sin embargo, ha dado un apoyo y un
respaldo en un momento determinante como lo fue el de las últimas elecciones y
ha propuesto lineamientos para confirmar el proceso por una vía anticapitalista
que supere muchos de los obstáculos que enfrenta.
En
los debates presidenciales en EE. UU. no se mencionaron A. Latina ni el cambio
climático
Cuando
habla sobre EE. UU. difícilmente pueda formular soluciones dada la inexistencia
en ese país de fuerzas anticapitalistas de magnitud que encarnen un proyecto
diferente. Eso se pudo comprobar en estas elecciones donde prácticamente a la
población le quedó escoger entre dos males, como si le preguntaran a una
persona qué enfermedad prefiere: sida o cáncer. Es lo que sucede con los
candidatos en EE. UU. que representan, como señala Noam Chomsky, dos fuerzas de
un mismo partido: el partido del capital.
Es
bueno recalcar que en los debates presidenciales hubo dos temas que
prácticamente no se mencionaron: América Latina y el cambio climático, a pesar
que New York está todavía sufriendo los efectos de una tormenta tropical que
había dejado de ser huracán, que fue destructiva en su paso por el Caribe,
afectando de manera directa y brutal a Haití y Cuba, sin embargo, siendo
huracán, la cantidad de muertos en estos dos países fue inferior a la de EE.
UU. cuando estaban advertidos y tuvieron tiempo para tomar medidas de
prevención, pero no sucedió así.
Nos
encontramos con una cifra escandalosa de muertos para EE. UU. Hay lugares de
New Jersey sin luz y muchas personas abandonadas, lo que pone al cambio
climático como un fenómeno que incluso sufre EE. UU. También siguen soportando
una sequía prolongada y sin embargo los candidatos dicen que eso no tiene nada
que ver con el modelo energético que se ha escogido y que van a seguir sacando
petróleo recurriendo a procedimientos bastante discutibles como la llamada
fractura hidráulica, un método terrorífico que contamina las aguas y tiene
consecuencias nefastas.
Las
campañas presidenciales no tratan sobre problemas vitales que afectan por una
parte a la población latinoamericana y por otra a los propios ciudadanos
estadounidenses.
MH: Escuchamos un breve informe en español de Democracy
Nowel informativo de la periodista independiente Amy Goodman, sobre las
condiciones en que se desarrollaron las elecciones en New York y New Jersey
afectadas por el huracán Sandy: sin energía eléctrica en muchos lugares, se
permitió el voto provisorio por declaración jurada en cualquier centro de
votación, los evacuados pudieron votar por correo electrónico y fax, alquilaron
remolques para distribuir boletas de votación, extendieron los horarios, etc.
Un verdadero escándalo. Si esto hubiera sucedido en Venezuela no quiero
imaginar lo que hubieran dicho de la calidad de la democracia en ese país.
RVC: Si eso sucediera en cualquier otro país de América
Latina o en conflicto con EE. UU. harían un escándalo que permanecería en sus
medios de comunicación por lo menos 6 meses, burlándose de las limitaciones
electorales. Lo que estamos viendo en EE. UU. es risible, verdaderamente
tragicómico.
MH: Se nos está yendo el programa. ¿Querés agregar algo
más?
RVC: Las elecciones estadounidenses son muy promocionadas
mediáticamente, pero si uno mira con detenimiento no hay diferencias
programáticas entre los dos candidatos. A nivel de la política doméstica están
de acuerdo en reducir los impuestos a los ricos como medida de recuperación de
la economía, lo que es un contrasentido. Tal vez lo único diferente fue el
apoyo al programa de salud de Obama en el cual tuvo bastante oposición y
finalmente cedió.
En
el ámbito internacional las únicas diferencias parecen ser cuándo van a empezar
las guerras y cuál será el grado de intervención de EE. UU. Por ejemplo, la
posible agresión de Israel a Irán que transformaría el mapa geopolítico del
mundo, es tal vez una cuestión de tiempo. El Primer ministro de Israel apoyó a
Romney en forma directa, pero con cualquiera de los dos candidatos va a tener
el mismo respaldo y ambos han dicho que en caso que Israel ataque a Irán y éste
responda, apoyarían a Israel hasta las últimas consecuencias.
Frente
a América Latina no hay cambios sustanciales. Van a seguir apretando para
transformar la política en Cuba y Venezuela, se sabotearán los proyectos
progresistas del continente y en ese sentido no habrá nada diferente en los
próximos cuatro años.
Rebelión
ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su
libertad para publicarlo en otras fuentes.
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