Onésimo Alvarez-Moro
15 de junio de 2015
Profesor
Nicos Christodoulakis, economista del Athens University of Economics and
Business (AUEB), escribió un Estudio (PDF) sobre qué podía pasar si Grecia saliera del
Euro y nos analiza la historia. Resulta que entre la primera y la segunda
guerra mundial, Grecia estaba dentro del Acuerdo de Cambio respaldado por el
oro.
En 1931,
cuando Reino Unido decidió salir del sistema, Grecia decidió mantenerse con su
drachma fijado dentro del Acuerdo de Cambio, con el resultado que no podían
soportar su estancia, el nivel de intereses en Grecia se disparó, descontaron
deuda en un 70%, el peso del servicio de la deuda bajó en dos tercios pero, sin
embargo, la economía real se frenó y llegaron al fin de sus reservas
exteriores.
Cuando en
1932, Grecia pidió ayudas a la Sociedad de Naciones, precursor de las Naciones
Unidas, y a banqueros británicos, sin éxito, la situación llevó a una fuerte
devaluación del drachma. A pesar de la teórica mejora de competitividad, se
vieron varios impactos negativos:
- el balance de comercio exterior no mejoró, frente a los obstáculos de sus socios
- la inflación estaba alta y subiendo
- el nivel real de los ingresos se erosionó
- resultando en el freno del consumo doméstico
- y en el fuerte aumento del desempleo
Este periodo
de dificultad se mantuvo durante años, llevando a una fuerte inestabilidad
social y política que llevó a la dictadura instalada en 1936.
Profesor
Christodoulakis advierte a los que piensan que, con la salida de Grecia del
Euro se supone que se convertirá en dueña de su destino y que por fin será
capaz de imprimir su propio dinero, de rechazar el programa de austeridad y,
por supuesto, devaluar la nueva moneda.
No obstante,
también advierte de que, como su deuda está denominada en Euros, esta tendrá
que ser repudiada, convertida en la nueva moneda o se necesitará la suspensión
de pagos, ya que el peso de cumplir con las obligaciones de pago de deuda e
intereses sería intolerable para la economía. Es decir que, sin acuerdo con
los acreedores, acuerdo que no se está consiguiendo ahora, la salida del Euro
forzará a Grecia a tomar decisiones unilaterales.
Los que
creen en el argumento de salida, esperan que su coste será asequible, ya que la
economía pronto volvería a la senda de crecimiento, se restablecería la
competitividad y el empleo, y se verían las reformas de mercado.
Profesor
Christodoulakis dice que, en el pasado cuando Grecia estaba en situación
similar, el desarrollo de la economía no siguió la senda de lo que esperan los
optimistas, sino todo lo contrario.
En la época
moderna, Grecia ha suspendido pagos ya cinco veces, el último siendo en 1932 (las otras ocasiones siendo 1826, 1843, 1860 y 1894), sin hablar de la
suspensión de pagos en el siglo IV aC, cuando 13 ciudades griegas tomaron
prestados fondos del templo de Delos. La mayoría no pagó los préstamos y el
templo tuvo una pérdida del 80% de su capital. A ver si Sr. Tsipras no debería
visitar al Vaticano.
Curiosamente,
en su análisis de la situación del 1931, el profesor es uno de los pocos que
dice cosas buenas de la entrada de Grecia al mecanismo, diciendo que esta entrada
permitió a Grecia mejorar su estabilidad fiscal, frenó su inflación y permitió
su acceso a financiación a bajo coste, igual que con la entrada al Euro.
No obstante,
el profesor no habla de las malas políticas del gobierno griego posterior a la
entrada al Euro, que le llevó a Grecia a donde está, a pesar de los beneficios
que le dio su presencia en el Euro. Es decir, no habló de la fiesta de los
políticos griegos financiado con deuda barata que llevó a la situación
desastrosa en la que Grecia se encuentra.
En su
Estudio, el profesor nos habla de las varias políticas económicas del gobierno
griego que le llevó al camino de la suspensión de pagos del 1932.
Nos habla
del importante impacto sobre la economía local griega de la suspensión de
pagos del 1932 incluyendo, curiosamente, el vínculo cercano que Grecia
estableció con la economía británica que, como mantuvieron gran parte de sus reservas
en libras esterlinas, que sufrieron una devaluación de su valor en el momento
de que Reino Unido salió del Acuerdo de Cambio. Fueron malos inversores los
políticos griegos de los años 1930. Con las pocas reservas que tienen ahora, no
importarán mucho sus habilidades como inversores.
Finalmente,
el profesor pasa a describir las consecuencias internas del abandono de la
estabilidad del tipo de cambio en 1932. En lugar de una rápida transición a
una economía creciente, se vieron los siguientes impactos:
- la fuerte devaluación de la moneda
- la alta y creciente inflación
- la consecuente erosión de la demanda interna real
- el consecuente aumento en el desempleo se mantuvo en niveles elevados
Esta
inestabilidad condujo a nuevas devaluaciones durante otros dos años con su impacto político negativo.
Estos
acontecimientos ponen en duda la opinión predominante de que todos los países
que salieron de la norma de oro en los años 1930, y devaluaron, lograron volver
rápidamente al crecimiento y a aumentar su empleo. A pesar de las devaluaciones
en serie de Grecia, al igual que otros países de la periferia, resultó difícil
mejorar las cuentas externas y, con los flujos de crédito internacional
restringidos, Grecia se vio obligada a repudiar sus pagos de la deuda.
Las
actuaciones del entonces gobierno griego perjudicaron la credibilidad del
país y agravó el aislamiento financiero durante muchos años, haciendo la
recuperación económica más lenta, no más rápida.
Profesor
Christodoulakis dice que la experiencia de Grecia en la década de los años
1930 debe ser una lección que se debe evitar en lugar de copiar.
Hace un par
de años antes, los profesores Theodore Mariolis y Apostolis Katsinos, del departamento
de administración pública de la universidad Panteion en Atenas en Greece nos
trajeron su breve Estudio (PDF), que dice que las cosas no irán tan mal. Hay
economistas para todos los gustos.
Fuente: http://www.elblogsalmon.com/economia/que-pasaria-si-grecia-sale-del-euro-un-escenario-negativo
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