(21 de junio de 2015)
Por Miguel Aragón
VIII
Ravines,
en su accionar posterior al manifiesto ¿Que es el Apra?, escrito por
él y por Haya, nunca renunció a las tesis
nacionalistas propuestas en ese documento definitorio de la Apra. La
primera versión de ese texto fue escrita por Ravines en octubre de 1926,
al poco tiempo de llegar a vivir e instalarse en Paris. Días después, el
texto fue revisado por Víctor Raúl Haya que en ese tiempo
residía en Londres, y luego publicado en inglés en el mes de diciembre, como What
is the Apra? en el Labour Montly, revista publicada en Londres.
Recordemos
que Ravines meses antes de salir de Buenos Aires (el mes de setiembre de 1926),
había recopilado, leído con atención, y ordenado algunos de los
materiales dispersos escritos por Haya que formarían parte del panfleto Por
la Emancipación de América Latina, que según opinión de Mariátegui “no
contenía una interpretación sistemática de nuestra realidad”, sino
solamente “algunas generalizaciones de declamador y de editorialista” (19).
Al llegar
a Paris, podemos asumir que Ravines, al haber leído previamente esos
documentos, así como algunas cartas personales que Haya le había enviado
a los desterrados en Buenos Aires, ya estaba identificado con las
ideas primigenias de Haya. A la fecha no conozco las cartas de Haya
escritas en el año 1926 a los desterrados que ese año radicaban temporalmente
en Buenos Aires (entre ellos Ravines), pero si son conocidas las cartas
de Haya a Esteban Pavletich (que ese año radicaba en México), y no creo
equivocarme si asumo que el contenido de sus cartas enviadas a Buenos Aires
debe de haber sido similar al contenido de las enviadas a México (20).
Sigamos
leyendo el testimonio personal de Ravines, escrito recién en 1947, veinte años
después de ocurridos los sucesos que ahora yo estoy comentando: “Fue en esta
época [fines de 1926, al coordinar con Haya en Paris] en la que me
transformé en uno de los más enérgicos propagandistas del aprismo. Su
categórica posición anti-imperialista, su neta posición antifeudal, su
actitud nacionalista, y su inclinación hacia la defensa de la clase obrera
me identificaron con el pensamiento que entonces propugnaba Haya de la Torre.
Es sugerente que las mismas tesis que sostuvimos en Paris en 1926-27 sean
las mismas que sigo sosteniendo exactamente veinte años después.” (ver
artículo de Ravines titulado Mi primera colaboración con Haya
en Paris y la conquista del cachorro publicado en el periódico Vanguardia
N° 125, 21 de marzo de 1947, pp.1-3)
Durante
los dos primeros años de estadía en París, desde setiembre de 1926
hasta fines de 1928, Ravines se entregó
plenamente a la propaganda de los confusos postulados del naciente
nacionalismo hayista, y paralelamente a intentar promover, “a la
distancia”, la organización de células y secciones apristas en diferentes
lugares de América. Ante el evidente fracaso de su tenaz esfuerzo,
a fines de 1928 Ravines optó por cambiar de táctica, y asumió
la decisión política de infiltrarse en el movimiento
socialista, sin abandonar en ningún momento su definida posición
nacionalista, no socialista.
Ravines,
demostrando gran habilidad, y apoyándose o utilizando sus vínculos con
algunos activistas franceses (en especial con Henri Barbusse), se infiltró en
la Internacional Comunista, máxima organización del socialismo mundial en ese
tiempo, pero manteniendo siempre su posición nacionalista. Recordemos
que Ravines asistió al primer Congreso Mundial de la Liga Contra el
Imperialismo realizado en Bruselas en febrero de 1927, y posteriormente al
segundo Congreso Mundial realizado en Frankfort en agosto de 1929. Concluido
este segundo evento, Ravines viajó desde Alemania invitado a conocer
la Rusia soviética.
A partir
de fines de 1928, todavía desde Paris, Ravines manteniendo su definida
posición no socialista, se infiltró en el proyecto socialista
que José Carlos Mariátegui venía promoviendo desde Lima.
Después
del fallecimiento de Mariátegui (abril de 1930), cuando Ravines dirigió
la constitución del Partido Comunista del Perú en mayo de 1930, lo hizo
manteniendo e imponiendo su definida posición nacionalista,
posición distante y contraria al socialismo. Desde esa fecha, hasta su
expulsión del PCP en el año 1942, Ravines orientó al novato Partido
Comunista del Perú por el camino de la propaganda y agitación de la revolución
libertadora, en oposición a la propaganda de la revolución socialista
que Mariátegui proponía en su propuesta programática. Mariátegui comenzó a dar
forma a la propuesta programática del socialismo peruano aproximadamente
desde junio de 1927, propuesta programática que era y sigue siendo lo
más sustancial de su gran legado.
Como el
mismo Ravines lo confesó públicamente en 1947: Ravines siempre mantuvo
su posición original de fines 1926, es decir su posición nacionalista,
posición que estaba sintetizada en el documento primigenio ¿Qué es el APRA?
escrito por él en octubre de 1926, y luego revisado y publicado por Haya
en diciembre de ese mismo año.
Ravines,
no obstante sus vinculaciones y el apoyo recibido por parte de los dirigentes
de la Internacional Comunista, y de sus viajes a la URSS, nunca
fue socialista, nunca agitó ni trabajo por la propuesta de revolución
socialista. Por el contrario, Ravines siempre fue un convencido y devoto
predicador de la “revolución nacional democrática”, de la “revolución
antiimperialista y antifeudal”, de la “revolución libertadora”, de la lucha por
la “liberación nacional”, y de la “unión nacional de todas las
clases”, para enfrentar “al enemigo mayor”, como pregonaba
Haya.
En sus pocos artículos publicados en los últimos números de la revista Amauta,
Ravines nunca asumió una posición definida con respecto al socialismo. Por el
contrario, en esos artículos su preocupación y tema central siempre
fue “el imperialismo”, imitando así, y a la vez compitiendo, con Víctor
Raúl Haya (21) (continuará).
Notas.-
(19) José Carlos Mariátegui
escribió y publicó los artículos que formarían parte del ensayo El Problema
de la Tierra, entre el 18 de marzo y el 24 de junio de 1927. Al
publicar la parte referida a La Comunidad y el Latifundio agregó la
siguiente nota “Escrito este trabajo, encuentro en el libro de Haya de la Torre
Por la Emancipación de la América Latina, conceptos que coinciden
absolutamente con los míos sobre la cuestión agraria en general y sobre la
comunidad indígena en particular. Partimos de los mismos puntos de vista, de
manera que es forzoso que nuestras conclusiones sean también las mismas” (Ver
Nota 18 en el mencionado ensayo, que forma parte del libro 7Ensayos). Tiempo
después, en carta a Moisés Arroyo Posadas escrita el 30 de julio de 1929 le
dice “Sobre la fácil acusación de teorizante y europeísta que puedan
dirigirme quienes no han intentado seriamente hasta hoy una
interpretación sistemática de nuestra realidad, y se han contentado al
respecto con algunas generalizaciones de declamador y de editorialista,
me hará justicia, con cuanto yo tengo ya publicado, lo que muy pronto, en el
libro y en la revista, entregaré al público” (Ver Correspondencia de
Mariátegui, Tomo II, pag. 610). Resulta demasiado evidente que los
calificativos de “declamador y editorialista” están dirigidos contra Haya,
quien precisamente acusaba a Mariátegui de “europeísta”.
(20) En el número 20 de la
revista Socialismo y Participación, de diciembre de 1982, el historiador
Alberto Flores Galindo publicó el artículo Un viejo debate: El Poder, y
como anexo incluyó ocho cartas inéditas de Víctor Raúl Haya dirigidas a Eudocio
Ravines, entre octubre de 1926 y marzo de 1929. Tiempo después el historiador
Pedro Planas publicó el libro Los Orígenes del APRA. el joven Haya,
julio de 1985. Como Anexos incluyó doce cartas dirigidas por Víctor Raúl Haya a
Esteban Pavletich que en ese tiempo residía en México, cartas escritas entre
abril de 1926 y febrero de 1928. Adicionalmente incluyó ocho cartas de Haya
dirigidas a Ravines entre octubre de 1926 y marzo de 1929. En las cartas
dirigidas a Pavletich se expresa de manera desnuda las poses demagógicas
asumidas por Haya para engañar a los grupos de desterrados peruanos. En la
carta del 15 de abril de 1926 le decía “No se si me explico. La cuestión es dar
a nuestro movimiento un carácter realmente comunista, marxista, leninista,
SIN DECIRLO, SIN LLAMARNOS COMUNISTAS O LENINISTAS sino procediendo como
tales”. En otras cartas asumió la misma pose y el mismo reclamo, llegando a
decir que el aprismo en América, era el equivalente al leninismo en
Europa.
(21) Mariátegui entre fines del
año 1917 y comienzos del año 1930, no obstante que nunca llegó a viajar y
conocer directamente Rusia, escribió más de cincuenta
artículos en los cuales analizó, comentó y criticó el desarrollo de los inicios
de la construcción del socialismo en Rusia, en los aspectos económico,
social, político y cultural. Para Mariátegui la cuestión central del mundo
contemporáneo era el inicio de la construcción del socialismo. Por el
contrario, Haya y Ravines, si llegaron a viajar y conocer Rusia, pero ninguno
de ellos dejó un testimonio serio y leal de esa experiencia, para ellos el
aspecto principal del mundo contemporáneo era “el imperialismo”.
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