I
Un debate sobre el (los) modelo de
ciudad en la actualidad ayudaría a pensarla en función
del todo (la naturaleza viva).
Con el ánimo de alentar la
discusión de estos tópicos damos cabida en TacnaComunitaria a tres puntos de
vista que nos aproximan al universo microregional.
Hace unos días en Bogotá se
desarrolló un importante debate entre los candidatos a la alcaldía de Bogotá que
Mauricio Álvarez resume bajo el título ¿Qué
modelo de ciudad se disputa en la próxima alcaldía de Bogotá? El evento se
desarrolló en la Universidad de los Andes, Colombia. Invitamos a nuestros lectores
que deseen ver los pormenores de ese debate sigan el siguiente enlace: http://www.uniandes.edu.co/noticias-transmisiones-canal-video/68-t-transmisiones/2087-imas-bogota-humana.
Asimismo, tenemos ante nosotros
el Diálogo latinoamericano de ciudades:
el territorio desde otra perspectiva, de Andrea del Pilar Naranjo, que
creemos oportuno difundir como otro enfoque a la misma temática.
Del mismo modo reproducimos un
documento publicado en ocasión del proceso revocatorio del 2013 que introduce
un enfoque más ortodoxo a la temática municipal.
En ésta hora de insaciable
voracidad burguesa y galopante descomposición capitalista hacemos un llamado a
promover y organizar el debate en torno a los posibles arquetipos de ciudad.
17 junio 2015
Edgar Bolaños Marín
II
¿QUÉ MODELO DE CIUDAD SE DISPUTA EN LA PRÓXIMA
ALCALDÍA DE BOGOTÁ?
Domingo, 14
Junio 2015
Hoy la
disputa por la Ciudad radica en que sea una ciudad que realmente se haga valer
como un derecho de todas las personas que la habitamos, con el reconocimiento
de condiciones de vida y de garantías para realizarnos, y la posibilidad de ser
sus habitantes quienes la modelemos y construyamos. Ese es el papel que debe
tener el gobierno de la Ciudad.
Mauricio Álvarez
Las
próximas elecciones a la alcaldía de Bogotá serán la expresión de la disputa
por arrebatar el gobierno de la ciudad a la izquierda, representada en el
Polo Democrático y en los Progresistas de Gustavo Petro1. Esto se
evidencia en el constante afán que tienen las élites dominantes por retomar
la Ciudad, desde una estrategia que postula tres candidatos como lo son
Peñalosa, Rafael Pardo por la Unidad Nacional y Francisco Santos por el
Centro Democrático, y además la creación de opinión desde los medios
oficiales sobre los temas que serán de importancia para la próxima alcaldía.
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|||
En
ese sentido, estas elecciones que vienen son importantes por tres razones. La
primera es que quien quede en el poder de la alcaldía podrá profundizar lo
que se ha planeado en Bogotá desde las últimas administraciones o cambiar
toda la dinámica de la ciudad, en un momento político que tiene como eje central
la solución política al conflicto armado, y por lo tanto, prevé un escenario
bastante azaroso y difícil de predecir que se considera como posconflicto.
Esto implica una planeación a futuro y a largo plazo sobre el horizonte que
se juega Bogotá en esta coyuntura.
Como
segunda razón se encuentra el papel de la Ciudad como una fuerte expresión de
movilización política, en términos de legitimidad y conexión con las
decisiones políticas nacionales. Esto quiere decir que aunque parezca lo
contrario, quien gane la alcaldía puede influir en las elecciones nacionales.
Y por lo tanto, la Ciudad para algunos sectores es una oportunidad
estratégica para posicionarse con fuerza, para mantener su legitimidad o
simplemente para recuperarla como es el caso del uribismo. Así, las dinámicas
locales van a tener implicaciones de orden nacional, por lo que se vuelve
importante para las fuerzas políticas posicionarse y ganar en esta disputa.
La
tercera razón tiene que ver con la lógica propia de la Ciudad en cuanto a su
planeación y organización espacial en el momento presente. Así pues, los
problemas que tienen que ver con la dinámica y movimientos constantes de las
ciudades generan fenómenos que son transcendentales. En el caso de Bogotá,
estas dinámicas se refieren a los problemas estructurales que se imponen a
nivel global y nacional, como los daños ambientales, los conflictos sociales
por la expansión, densificación y crecimiento de la Ciudad, la
redistribución, los problemas económicos, de infraestructura, de acceso a
derechos, a vivienda, y el entramado de políticas que aún siguen configurando
una ciudad desigual, sin participación política y sin acceso para sus
habitantes ni para quienes llegan. Todo esto obliga a pensar que esta disputa
se enfoca hacia a quién se le otorga ese derecho a la ciudad.
Estas
tres razones van articuladas, porque evidencian los proyectos políticos en
pugna. Y entonces, cuando un evento como el realizado por el Observatorio de
Ciudad, en colaboración con la Universidad de los Andes, el portal de
análisis político Palabras al Margen y la Agencia de Comunicación de los
Pueblos Colombia Informa, cobra sentido como una necesidad que quiere dar
cuenta del modelo de ciudad que piensan los candidatos que se postulan a
gobernarla. La participación en este debate contó con la candidata de
progresistas María Mercedes Maldonado, el candidato al concejo del mismo
partido Hollman Morris, el candidato a la alcaldía por parte del Partido
Liberal Rafael Pardo, Carlos Vicente de Roux por el Partido Verde y el
candidato al concejo por el Centro Democrático Diego Molano, quien asistió en
reemplazo de Francisco Santos. La gran excepción en este debate fue la
ausencia de la candidata por el Polo Democrático Clara López.
Es
evidente la necesidad e importancia de construir academia crítica, como la
que han venido desarrollando estas tres propuestas de opinión, de
investigación y de información, sobre problemas relevantes que tienen que ser
democratizados, o por lo menos dados a conocer a la sociedad. También es una
invitación a la reflexión y la participación política, que incita a pensar
alternativas, se convierte en una herramienta y una fuente de disputa de
ideas frente a la opinión que se crea. En este caso, sobre esa carencia y
miseria de visión de la realidad que generan los medios de opinión
dominantes, que por el contrario desinforman y logran reprobación frente a un
momento decisivo que requiere de una posición de la sociedad para construir
alternativas al país y también para pensar y construir la ciudad que
deseamos.
Este
debate permitió conocer los modelos que se juegan en la ciudad enfocando tres
problemas claves: ambiente, seguridad y vivienda, articulados mediante tres
grandes preguntas sobre la relación entre urbanización y ambiente, una
seguridad pensada más allá de más policía y cómo pensar la vivienda sin
generar segregación espacial.
Desde
las propuestas ambientales, los candidatos reconocen tres problemas centrales
que explican la tensión urbanización-ambiente. La primera enfocada en los
conflictos relacionados con la construcción de infraestructura, vías,
transporte, vivienda e industria y la expansión de la frontera urbana que
afecta los cerros orientales, los humedales, las cuencas y fuentes de agua,
además de sus impactos en el aire de la ciudad; el segundo, referido al
crecimiento y la densificación de la ciudad, principalmente por la manera
como la ciudad se expande, afectando las regiones y municipios aledaños y,
por lo tanto, tiene que ver con la forma como se reorganiza la Ciudad para
evitar los daños ambientales; esto hace referencia al Plan de Ordenamiento
Territorial. Por último, se encuentra el problema respecto a los mecanismos
institucionales para solucionar tales problemáticas, que comprenden la
competencia administrativa entre entidades como la CAR y la alcaldía, las
administraciones de los gobiernos municipales vecinos y la jurisprudencia,
las respectivas sentencias y legislaciones, que existen frente a la
protección del ambiente, y su aplicación.
Aunque
existen acuerdos entre los candidatos en priorizar la defensa del ambiente y
esta visión tiene una fuerte relación con la producción de espacio y el
ordenamiento territorial, las visiones de la vivienda pueden explicar con más
claridad los énfasis y las diferencias que existen frente a esta problemática.
Para Rafael Pardo, por ejemplo, es importante mejorar los estándares
ambientales, por medio de las legislaciones vigentes, y a la vez es
importante fomentar una política de vivienda enfocada en la construcción de
más viviendas que sigue el modelo del actual gobierno. Esto implica
preguntarse por los lugares donde se deben construir más viviendas. Así,
según Diego Molano, del Centro Democrático, uno de los problemas por los
cuales no se construye vivienda es porque no existe suelo para construir. En
consecuencia, deben habilitarse espacios y territorios para la construcción.
A
diferencia de esta posición, y si bien se reconoce una necesidad de habilitar
suelos para la construcción de vivienda, entre las posiciones de De Roux,
María Mercedes Maldonado y el ahora candidato al concejo Hollman Morris,
existen encuentros en la importancia de construir vivienda bajo una noción de
inclusión social, pensada más en lograr espacios que permitan el mismo acceso
a derechos y servicios, evitando la estratificación y la segregación social.
Aunque para De Roux, no es claro cuál es la cantidad de población que puede
acceder a esas viviendas, sí aclaró que es una reorganización de la Ciudad a
la que se aspira y es, por lo tanto, un proyecto de largo aliento.
Uno
de los temas priorizado, que además es el elemento movilizador de campaña por
parte de los medios de opinión dominantes, es el problema de la seguridad.
¿Cuál es el tratamiento que se le debe dar a la inseguridad?, ¿este implica
la creación de mayor pie de fuerza, reconociendo que los problemas de
inseguridad se relacionan con delitos penales, asociados a hurtos de
celulares, homicidios, contravenciones ciudadanas, y la existencia de
microtráfico y narcotráfico, el derecho al territorio y el acceso al espacio
público?
Existen
convergencias en que es necesario crear una secretaría de seguridad, mejorar
los poderes del alcalde frente a la policía, aumentar su pie de fuerza e
implementar tecnologías como cámaras de vigilancia en toda la Ciudad. Pero
también se evidenció un enfoque de política, en las posturas de María
Mercedes Maldonado y Hollman Morris, que apunta a la inversión social. Sin
embargo, pensar desde este esquema sigue expresando un cuestionamiento que
tiene que ver con pensar la seguridad de la Ciudad no sólo como un tema
punitivo y represivo. Es decir, reorganizar la Ciudad y generar procesos de
inclusión social implica sacar de la cabeza las concepciones de marginalidad
y punibilidad que se tienen sobre el problema de la seguridad.
En
suma, lo que se encuentra en disputa en la Ciudad se expresa en la siguiente
pregunta: ¿quiénes seremos los beneficiados del derecho a la ciudad?2.
Y no es el ejemplo de modelo de la ciudad europea que ha sido consumida por
el neoliberalismo, produciendo desahucios y extendiendo la pobreza, ni
tampoco el modelo de una élite que construyó la ciudad favoreciendo siempre
sus intereses. Hoy la disputa por la Ciudad radica en que sea una ciudad que
realmente se haga valer como un derecho de todas las personas que la habitamos,
con el reconocimiento de condiciones de vida y de garantías para realizarnos,
y la posibilidad de ser sus habitantes quienes la modelemos y construyamos.
Ese es el papel que debe tener el gobierno de la Ciudad.
Referencias
4.
David Harvey (2007), Espacios del capital. Hacia una geografía crítica. Cap.
“De la gestión al empresarialismo: la transformación de la gobernanza urbana
en el capitalismo tardío”, Ediciones Akal, Madrid, pp. 366-390
5.
Loïc Wacquant, Marginalidad, etnicidad y penalidad en la ciudad neoliberal:
una cartografía analítica.
6.
David Harvey (2008), “El derecho a la ciudad”, en New Left Review, No. 53,
Ediciones Akal, Madrid, pp. 23-39.
***
2David
Harvey (2008), “El derecho a la ciudad”, en New Left Review, No. 53,
Ediciones Akal, Madrid, pp. 23-39.
|
III
DIÁLOGO LATINOAMERICANO DE CIUDADES: EL TERRITORIO DESDE OTRA PERSPECTIVA
Domingo, 14 Junio 2015
El derecho a la ciudad representa una
oportunidad única y necesaria para la concepción de un marco local con perspectiva
internacional, que parta de la integralidad de los derechos y el
establecimiento de parámetros de bienestar y convivencia para la construcción
de una ciudad inclusiva, que reconozca la responsabilidad de sus habitantes en
la consecución de su propio desarrollo.
Andrea del Pilar Naranjo
En
días pasados, Bogotá fue sitio de reunión de diversas miradas sobre la
concepción de la urbe más allá de su acostumbrada labor histórica de espacio
de convergencia de capital, en suma, la asunción de la ciudad desde una
perspectiva de derechos como un lugar de construcción cultural, social y de
ciudadanías.
Con
el eje básico de Derecho a la Ciudad, el evento Ciudades del Futuro, conjugó
diversos aspectos de una nueva agenda global para el territorio que abarcó,
junto con temas económicos y de inversión, los ejes de medio ambiente,
inclusión social, equidad y gobernanza local, temas necesarios para la
consolidación de un criterio latinoamericano uniforme de cara a la
Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre las Ciudades Hábitat III, que se
celebrará en Quito (Ecuador) el próximo año.
En el
encuentro resaltó la Carta-Agenda Mundial de Derechos Humanos en la ciudad
como instrumento cardinal para esa nueva concepción territorial.
La urbe: encuentros y desencuentros
Desde
su labor como centro de comercio medieval y burgués, pasando por su papel de
epicentro industrial durante los siglos XIX y XX, hasta su asunción como
espacio de coordinación, concentración y centralización de capital derivado
del modelo económico aperturista neoliberal, la ciudad ha sido moldeada e
instrumentalizada por el sistema económico.
Ahora,
con más del 80% de la población del mundo habitando en las ciudades, se
estima que uno de cada tres residentes urbanos vive por debajo de la línea de
pobreza”1.
Fenómenos
como la privatización de servicios y los desequilibrios regionales del
desarrollo, sumados a la precariedad laboral y al contexto globalizador que
impone una competencia entre urbes para la captura de inversores extranjeros,
profundizan las ya existentes desigualdades regionales y segregan amplios
sectores poblacionales que desconocen las dinámicas del comercio y la
tecnología.
Ante
este poco alentador panorama, se hace indispensable repensar el sentido del
territorio y los conceptos de desarrollo y bienestar social y, en fin,
“romper con la resignación neoliberal que nos hace pensar que no hay
alternativa a lo existente”2.
Ciudad: territorio de derechos
El
derecho a la ciudad nace de manera paralela al inicio de la inserción de los
principios neoliberales hacia finales de los años sesenta, bajo la pluma de
Henri Lefebvre, urbanista que vislumbró el caos que se avecinaba ante la
masiva progresión del capital sobre el territorio.
La
opción busca asir la urbe como espacio complejo de convergencia de la
heterogeneidad, esto es, como un derecho que trasciende “la libertad
individual de acceder a los recursos urbanos hacia el derecho a cambiarnos a
nosotros mismos cambiando la ciudad”3.
Uno
de los momentos cardinales para su reconocimiento internacional se da con la
promulgación de La Carta-Agenda Mundial de Derechos Humanos en la Ciudad, que
pretende dotarlo de un carácter universal. El documento integra y complementa
la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad gestado en la II Conferencia
Mundial de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente de junio de 1992 y es
impulsado por varios agentes sociales durante el I Foro Social Mundial del
año 2001.
Partiendo
de un concepto expansivo de lo citadino, el texto integra un catálogo de
prerrogativas ligadas íntimamente con la función social de la tierra4
en dos acápites: uno axiológico compuesto por valores inspiradores del
documento, dignidad humana, no discriminación, universalidad, indivisibilidad
e interdependencia, sostenibilidad y cooperación, y otro programático, que
contiene los derechos básicos predicables de todo habitante de la ciudad.
Entre ellos se destacan:
•
Democracia participativa: fomenta las responsabilidades de los habitantes en
el marco de una política pública de respeto por la diferencia, con
posibilidades de participación directa en los cuerpos decisorios,
interpelación y vigilancia en la elaboración presupuestal y en la consecución
de los proyectos locales.
• Paz
y seguridad ciudadana: implementa un sistema de coordinación de información
sobre violencias para responder a la necesidad de estructurar una política
criminal adaptada al contexto y derivada de un concepto de seguridad
multidimensional, que permita la toma de medidas concertadas en las lucha
contra los actos de violencia en los diferentes ámbitos locales.
•
Igualdad y paridad: solicita la apertura de los campos de injerencia de las
mujeres en el gobierno local y exhorta a la construcción de un plan de acción
local para la igualdad de género.
•
Derechos de los niños y niñas: procura la consecución de una vida digna,
educación primaria obligatoria y la creación de una red pública de
acompañamiento a la crianza y de alerta ante riesgos a la integridad de los
menores de la ciudad.
•
Libertad de conciencia y pensamiento: este derecho busca el respeto a las
ideologías ajenas y el beneficio de las iniciativas de inclusión social y
económica, garantía al acceso de los mínimos vitales de agua, acceso a
vivienda, saneamiento, energía y alimentación, y veeduría permanente de la ejecución
contractual de dichos servicios cuando son operados por entes privados.
•
Sindicalización, asociación y reunión y acceso a bienes culturales:
educación, formación y vinculación con las tecnologías y los beneficios del
patrimonio cultural.
•
Aprovechamiento racional del suelo, garantía de vivienda digna e inclusiva a
ciudadanos de baja renta, implantación de servicios especializados para
migrantes y la negociación de contratos de privatización de servicios con un
esquema tarifario proporcional y progresivo.
•
Desarrollo urbano sostenible: inserta habitabilidad, movilidad e inclusión
social elementales en los planes de planificación urbana y metropolitana
sostenible, previsiones de la “Cumbre de ciudades de Estambul” (Hábitat II) y
tema de discusión de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre
vivienda y desarrollo urbano sostenible de 2016, Hábitat III5.
Perspectivas hacia Hábitat III
La
urbe ha sido protagonista de la historia humana, la transformación de los
medios de producción ha moldeado la ciudad y sus habitantes. Ahora, con los
nuevos fenómenos de interconexión global y el acelerado incremento de la
deslocalización del capital, se articulan la mercantilización del suelo, la
desintegración social y el incremento de la concentración y la centralización
del capital como perversiones del esquema neoliberal.
Esta
situación demanda respuestas alternativas que conciban la ciudad como espacio
de ciudadanías y no como producto de intercambio, hacia la construcción de
redes que articulen procesos de desarrollo alternativo.
En
este sentido, el derecho a la ciudad representa una oportunidad única y
necesaria para la concepción de un marco local con perspectiva internacional,
que parta de la integralidad de los derechos y el establecimiento de parámetros
de bienestar y convivencia para la construcción de una ciudad inclusiva, que
reconozca la responsabilidad de sus habitantes en la consecución de su propio
desarrollo.
|
NOTAS
1Robert Muggah. Researching the
urban dilemma. International development research center. Mayo 2012. Pág. 39.
2Monedero. Juan Carlos.
Ponencia en el Diálogo latinoamericano de ciudades. Bogotá 3 Y 4 de Junio de
2015.
3Lefebvre Henri. El derecho a
la ciudad. La Revolución Urbana. Alianza Editorial. Madrid. 1970.
4Como es el caso de la
Constitución Ecuatoriana de 2008, la Constitución Colombiana de 1991 El
Estatuto de la Ciudad en Brasil del año 2001.
5Ver proceso de evolución de la
conferencia en http://mirror.unhabitat.org
IV
MUNICIPIOS Y LUCHA DE
CLASES
La
revocatoria en Lima la horrible ha encendido pasiones. Los corazoncitos negros,
rosaditos y rojos no callan sus preferencias.
Mientras
los “críticos” por excelencia, disque socialistas, llaman a correr o desfilar «activamente agitando
consignas de unidad, y no como simples espectadores y críticos de balcón». La burguesía del SI y
el NO brinca de felicidad en ésta revocatoria porque tienen tras de sí, cuál
borregos al club socialista.
Estos
“socialistas” simplemente renuncian a su función de ver más allá de la
superficie. Los socialistas (de
palabra) abandonan el marxismo y la posición de clase que ésta corriente del
pensamiento abraza.
No se les ocurre pensar si existe alguna diferencia entre el modelo de ciudad
que atendió (y proyectó) el tristemente célebre mudo y la doña de la chalina
verde.
Lo cierto es que en las últimas semanas la fiebre de sábado
ha inundado el club socialista. Y con el ánimo de ayudar a que los cerebros
funcionen, soltamos unas inocentes preguntas, como quien no quiere la cosa
escribíamos: ¿La revocatoria es una disputa entre socialistas y capitalistas o
una querella entre parásitos y parásitos?
Ahora bien, como socialistas, qué debemos hacer en la
presente encrucijada. Servir de coro unánime, detrás del corso de la santa
alianza de la izquierda burguesa y derecha pituca y achorada, o ejercer nuestro
derecho a una crítica profunda que no se satisface con la apariencia de los
hechos. Una mirada desde la posición, punto de vista y método de la clase
obrera se hace absolutamente necesaria.
Primero. No hay capitalismos buenos dice, sin dar lugar a dudas, Guillermo
Almeyra. El capitalismo aquí o en la Cochinchina busca
satisfacer su afán de lucro, sin importar si los cadáveres (empresas) quedan
regados en el proceso. Sin embargo, los falsos socialistas, la socialdemocracia
internacional, se esfuerza en ENGAÑAR a los trabajadores con el cuento del
“rostro humano” del capitalismo. Estos falsos amigos del pueblo tienen un
objetivo, claro y preciso: evitar que los trabajadores se organicen en
forma independiente. ¿Puede quedar alguna duda al respecto? No, cuarenta
veces NO, esas afirmaciones son, como “Las verdades
de Perogrullo (que a la mano cerrada llamaba puño”),
la confirmación teórica de lo que viene ocurriendo en la terca realidad.
Segundo. Desde siempre las clases explotadoras nos han hecho
creer que las elecciones municipales son una competencia vecinal. Al
contraponer lo vecinal a lo político pretenden ocultar la lucha de clases en el
vecindario y las municipalidades. Como si en el vecindario no existieran
diferencias económicas y por tanto políticas. Como si en el vecindario no
existieran clases y lucha de clases. Como si la lucha por los municipios no
fuera una lucha por un segmento del poder local, regional y nacional. Sin embargo, contra lo que se imagina la santa
sencillez de los veneradores de san martincito (el de las tres puntas), las
elecciones vecinales son más políticas de lo que se cree. Y, este proceso
revocatorio, lo está exhibiendo con demasiada elocuencia, ¡¡habla por sí solo,
no necesita traductores!!
Tercero. La revocatoria del 17 de marzo no enfrenta a burgueses y
trabajadores. Enfrenta a facciones de la burguesía por el control del
segundo centro más importante de poder: la municipalidad de Lima.
Los
intereses de las facciones de clase, se exhiben en el “original” comportamiento
de las cabezas visibles e “invisibles” que descarada o sutilmente se alinean en
esta singular contienda. Mucho
dinero está en juego en la municipalidad de Lima. De otro modo no habría
tanta fanfarria ni tal dispendio en publicidad (Anti o Pro revocatoria), y
demás artilugios, sea para “deponer” a la chalina verde o para defender su
estabilidad.
Está
claro, entonces, que es una disputa de intereses. Y de intereses básicamente
económicos. En esa contienda la
clase trabajadora no tiene vela en el entierro, es la convidada de piedra,
usada para legitimar al adjudicatario o beneficiario de la lid.
Cuarto. Se debate en los medios de comunicación, en la calle y en
eventos especialmente programados para ello. Los cerebros están ocupados en
discernir si es conveniente o no despedir a la chalina verde y su mancha.
Pareciera que los enfrentamientos verbales reflejaran tan solo diferencias en
torno a si las promesas de obras se cumplen o incumplen; a si,
comparativamente, es una administración honesta, pulcra y eficiente. Sin
embargo, los adversarios del SI y el NO, están absolutamente de acuerdo en la MODERNIZACIÓN de la
ciudad para facilitar los negocios de
las grandes cadenas de ventas al detalle (retail), los negocios inmobiliarios,
las cadenas productivas, las franquicias de Fast Food, las tiendas por departamentos,
etc., etc. Las obras de infraestructura (Vías de comunicación) se ubican dentro
del esquema de alentar el consumismo y el abaratamiento de la mano de obra.
Disminuir los costos y tiempos de transporte, por ejemplo, a las mujeres de San
Juan de Lurigancho está dentro de la lógica que la demanda de fuerza de trabajo
se satisfaga con menores costos para el empleador. En la administración municipal no
se prioriza al factor humano. Este termina siendo apenas una pieza más en
la gran cadena de negocios de unos cuantos inversionistas, la más de las veces,
extranjeros.
Quinto. ¿Qué es lo que NO está en juego en la revocatoria de
Susana, Susana…? NO, no, no está en juego el MODELO DE CIUDAD, soñado y
pergeñado por las gestiones que se han sucedido en el sillón municipal.
¿Qué es
lo que está en juego en la revocatoria de Susana, Susana…? Está en juego el poder de decisión sobre los grandes proyectos de
“embellecimiento” y mejoramiento del tráfico de cifras (hombres y mujeres) en
la gran ciudad. Hace mucho la simpleza de los “bien intencionados” ha
abandonado las aspiraciones de los postulantes al sillón municipal. Ahora, el
cálculo económico, ha sustituido las buenas intenciones. Las autoridades
municipales hace mucho se han convertido en administradores de grandes
negociados que tienen como palanca a los municipios. Hace mucho los alcaldes se han
convertido en facilitadores interesados de los grandes negocios en
infraestructura, inmobiliarios y otros.
Sexto. Si enfocamos nuestro análisis desde el punto de vista
del reparto de la torta nacional, encontramos que no sólo capital y trabajo
participan en la distribución del ingreso. La burocracia, -a decir de Lenin el
famoso puestismo como la interminable cadena de puestos innecesarios- es un
componente interesado en el reparto de la renta nacional y, como tal, defiende
sus intereses tangibles. La burocracia, sea cual fuere el color político de la
administración municipal o nacional, defiende su cuota de poder dentro de la
estructura local, regional o nacional. Poder y salario, una combinación que
marca el comportamiento de las burocracias en el planeta, sin importar si es
capitalista o socialista la postura del régimen político. Toda burocracia busca seguridad para sí misma y, por tanto, estabilidad para el aparato estatal del cual depende.
La burocracia, sea cual fuere el color político, está interesada en prolongar
el status de los trabajadores, es decir, la condición de explotados.
Honoré
de Balzac escribió alguna vez: la burocracia es una máquina gigantesca manejada
por pigmeos. Pigmeos que defienden con uñas y dientes el
escritorio que ocupan, muchas veces, con el sudor del tarjetazo. La burocracia,
en fin, es una maquinaria destinada a prolongar la vida del
establishment. La burocracia odia la innovación y los cambios. Experta en
mantener la latencia de los proyectos porque ellos garantizan su paso por caja.
Un ejemplo, el Proyecto Especial Tacna cumplirá 30 años de existencia
sin resolver el problema por el cuál fue creado. Esa burocracia no tiene ningún interés en resolver el
problema del agua. Por lo contrario, treinta años de parches, les garantiza
seguir aferrados a la mamadera. Su tortuguismo para mantener latentes los
proyectos les garantiza su estabilidad económica. Ante la eventualidad de un
cambio en la dirección de la administración cambian de color como los
camaleones. Sin embargo, la burocracia, en el curso de los últimos 30 años, ha
devenido en columna vertebral de la continuidad del dominio de las clases
explotadoras y las transnacionales. Por eso, puede cambiar el payaso pero el libreto no.
Séptimo. Dos modelos en el desarrollo de las ciudades:
individualista – consumista y comunitario - productivista.
El
modelo privilegiado por el capital se basa en la desintegración de la
comunidad, en átomos aislados que compiten por sobrevivir en lucha a muerte.
Competencia, más y más competencia, es el valor supremo del capital que conduce
al monopolio y a la crisis terminal. Una sociedad competitiva que privilegia un
despropósito absolutamente insostenible, vale decir, el individualismo –
consumista.
Las
necesidades económicas obligan al factor humano a buscar nuevas bases
organizativas que respondan a la unidad en la diversidad y a las penurias de la
vida. Un nuevo enfoque socioeconómico brota desde las entrañas de la sociedad.
No es invento de algún iluminado. Es un
nuevo poder que se apoya en un sistema de producción basado en la asociatividad.
Villa El Salvador es un ejemplo de “modelo
socioeconómico destinado no sólo a proporcionar vivienda sino,
fundamentalmente, a instalar un complejo industrial de tal magnitud que absorba
el potencial humano que alberga”.
A la
matriz organizativa del capitalismo, basada en la familia que rompe incluso con
su propio clan, el movimiento social le opone la matriz comunitaria como sistema de producción, como un nuevo poder.
Una matriz capaz de autorreproducirse permanentemente y de multiplicarse en
forma autoreproductiva.
Finalmente. Esta claro que las elecciones vecinales son sin duda el
escenario de una gran batalla
política entre diversas facciones de la burguesía. Asimismo, es obvio que
la revocatoria es todavía coto privado de una burguesía angurrienta de
billetes. La clase trabajadora pese a ser la fuerza principal entre los
votantes no canta ni pía en ese juego.
Susana,
Susana… la mujer que se dice progresista en qué fauces ha caído. Su deber moral
es arrancarle la mascara al sistema; pero, en su ingenuidad se traga el cuento
de la sociedad moderna. Cae en el chantaje de la ineficiencia porque no ejecuta
los proyectos del mudo.
A todo
esto, los socialistas peruanos se preguntarán ¿qué hacer el 17 de marzo? Votar por el NO, no significa estar de
acuerdo con el modelo de una Lima consumista. Es simplemente el reconocimiento
que nuevamente el sistema nos conduce a votar por el mal menor.
Tacna,
14 marzo 2013
Jorge
Salinas Cerreño & Edgar Bolaños Marín
COLOFÓN
Suena el redoble. 17 de marzo
2013: Consummatum est. El gran
derrotado: la izquierda de la derecha burguesa. Cae el telón, principia la
obra. El cálculo de los aciertos y errores se hace absolutamente necesario.
Conviene matar el error y salvar a los que van errados. Antes que el error nos
entierre a todos.
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