Escribe:
Milciades Ruiz
El gobierno
viene dando manizuela a unos audios de soborno con el fin de desprestigiar la
lucha del Valle de Tambo contra la transnacional minera Southern mirando la
paja en el ojo ajeno y no las vigas en ojos propios. El soborno empresarial
tiene formas visibles e invisibles, directas e indirectas. En el Perú, el
soborno a las autoridades forma parte del costo de las inversiones. Algunas
empresas pagan conferencias de ex presidentes para cubrir desbalance
patrimonial, otros financian campañas electorales pero también aparecen como
ayudas y convenios para el desarrollo a fin de comprar alcaldes, gobernadores,
ministros y otros.
Hay pues,
muchas formas oficiales de comprar conciencias y poderes. No es casualidad que
ministros de economía al dejar el cargo pasen a ocupar altos cargos en el
Banco Mundial, BID y Fondo Monetario Internacional. Otros se conforman
con colocar su parentela en las empresas sobornadoras. Pero si alguien recibe
de empresas interesadas un obsequio, un favor, dinero, beneficio o “apoyo”, en
realidad está aceptando un soborno encubierto que lo compromete. Los
comprometidos están obligados a defender al sobornador.
Cuando el
presidente Ramón Castilla recibió como obsequio de cumpleaños un cañoncito de
oro en miniatura finamente labrado, dijo que había que tener cuidado con el
regalo porque estaba cargado y podría ser peligroso. En efecto, a los pocos
días el presidente anunció que el cañoncito había disparado aunque el tiro fue muy
bajo: Un puesto en aduanas. Esta “historia del cañoncito” sirvió de moraleja
por mucho tiempo pero ahora, se ha pasado del “perro del hortelano” a la
santificación de la inversión extranjera.
En
el caso Tía María, para tratar de imponer el proyecto minero de la Southern en
el Valle de Tambo, el gobierno designó un equipo de ministros encabezado por el
ministro de agricultura como interlocutores del Estado en el diálogo con los
dirigentes de los agricultores. Por su parte el presidente salió a decir que su
gobierno no defendía a las empresas. Sin embargo, en los hechos es todo lo
contrario pues está parcializado con una de las partes, la extranjera. No
podríamos insinuar que ha recibido algún regalo de la empresa pero si señalar
lo siguiente:
El
ministro de agricultura se ha mostrado agresivo contra el movimiento agrario a
pesar de ser gente de su sector y debería defender al agro. El asunto es
que su actuación está condicionada por conflicto de intereses pues su
portafolio tiene un convenio con la Southern en la que esta, destina S/.
255 millones para la implementación del programa gubernamental “Agrominas”
con intermediación de la ONG “Invertir” una entidad incondicional que parasita
dicha empresa.
También
tiene otro convenio entre Antamina, la municipalidad Distrital de
Cajacay y la Comunidad Campesina de Cajacay: Proyecto “Construcción del Sistema
de Riego Cushurococha-Huarco curan- Cajacay“(S/. 33.8 millones).
Así mismo,
convenio de colaboración interinstitucional entre Agroideas (Ministerio
agricult), Gobierno Regional de Arequipa, Sociedad Minera Cerro Verde
S.A.A. Con la minera Buenaventura, el Proyecto Energía Desarrollo y
Vida. También el “Programa de capacitación de la Universidad ESAN en Arequipa,
financiado por la transnacional.
Convenio de
Cooperación Interinstitucional entre el SENASA y la compañía minera Xstrata
Tintaya S.A.: “Plan Sanitario Integrado de prevención y control de
enfermedades en población animal de los ámbitos de influencia de Minera
Xstrata Tintaya, Provincia de Espinar, Región Cusco” (S/. 635,024)
Saber dónde está la “madre del cordero” nos ayuda a encontrar verdades.
Como lo dijo en su oportunidad el Viceministro de Políticas Agrarias (2013)
Luis Zavaleta Remy, sobre Agrominas, “este convenio se enmarca dentro de la estrategia que se viene desarrollando para reducir las disputas entre
agricultores y mineros”. Pero se hace esto con plata de la Southern. Y ello no excluye que
también, la estrategia de inversión extranjera contemple la entrega de dinero por lo bajo a influyentes que resultan claves para
sus intereses.
Estos dineros que se reciben como convenios u otras pantallas,
condicionan también a los alcaldes y gobiernos regionales que están
comprometidos o enganchados y no quieren perder las prebendas. Entonces se ven
obligados a ceder soberanías y a ponerse a disposición de las empresas
corruptoras y a justificar a los depredadores con argumentos falaces. Esto
explica la presencia de alcaldes ajenos a la lucha del valle Tambo en el bloque
del gobierno y a favor de la empresa minera.
En Tacna, la Southern
tiene influencia en el distrito de Ibalaya donde está la mina Toquepala contando con una licencia hídrica para
explotar casi dos mil litros de agua por segundo de la provincia de Candarave.
Esto es posible porque tiene condicionadas a las autoridades respectivas.
Hace unos meses, Daniel Córdova, presidente de la ONG “Invertir” reveló
que trabajaría como asesor técnico en la administración de los 90
millones de dólares que
la minera Southern aportará al Gobierno Regional de
Tacna. Entonces, no podemos esperar que esta entidad tenga independencia
para decidir su apoyo a los agricultores. Los agricultores no tienen la barita mágica que crea defensores por
dinero ni el poder económico para comprar consciencias.
Podríamos
decir entonces que la escalada corruptora de la Southern tiene amplia
penetración en diversos niveles de gobierno estatal. Pero en el caso del
conflicto por el proyecto Tía María, el Ministro de Agricultura, al tener su
cartera relaciones comprometedoras con la Southern, quedaría descalificado para
las tratativas. Quizá si los periodistas se toman el trabajo de investigar
podrían encontrar otros compromisos económicos pactados en este ministerio y
otros organismos del gobierno.
Habría que
detectar también los funcionarios que le deben favores a dicha empresa, pero lo
más probable es que nunca se hará con la Southern lo que se viene haciendo con
los casos Orellana y Martín Belaunde porque los las empresas mediáticas tampoco
lo permitirán. La justicia no es igual para todos. Pero quizá baste lo señalado
para ver la catadura moral del gobierno que explican la conducta política del
mismo y el carácter de nuestra “democracia”.
Solo así se
explican las actitudes políticas de muchos influyentes que por parasitar a las
mineras, directa o indirectamente, se ponen del lado de estas. Viven de la
carroña que les arrojan las transnacionales y por consiguiente, no pueden ser
solidarios ni con la lucha de los campesinos ni con la patria. Ahora se comprende mejor la actuación de
la gobernadora de Arequipa que no está del lado de su gente sino en el otro
lado creyendo quizá que es mejor para el desarrollo de su región, ya que nada
puede recibir de los agricultores pero si mucho de la transnacional.
Entonces, si
las diversas instancias de gobierno reciben dinero que otorga la Southern bajo
diversas modalidades aparentemente lícitas, lo que resulta de ello es una
explicable lógica de parcialización con esa empresa y no hay capacidad moral
para contradecirla. Si el gobierno ya está comprometido también puede ser
chantajeado temiendo que por otros tratados internacionales apliquen sanciones
de indemnizaciones por supuestos beneficios truncos debido a la falta de
protección de sus inversiones.
Para la
empresa sin embargo, la crisis del valle de Tambo se resuelve con dinero pues
es un arma más efectiva que las balas. Entonces ya ha destinado grandes sumas
de ablandamiento para quebrantar la voluntad de lucha de los agricultores.
Ofrece reparar las pérdidas que hayan sufrido los campesinos a causa el
conflicto, crear un fondo en previsión de riesgos contaminantes, ayudar a
construir represas de agua para el valle y otras ofertas irresistibles.
Estas
dádivas han dado resultado en otros lugares donde las empresas han logrado
corromper dirigentes y anular las luchas iniciales. Ojalá los agricultores
tambeños no se dejen comprar con estas tentadoras ofertas y conserven la
honestidad de la lucha por la que han muerto algunos de ellos. En perspectiva,
la lucha de los agricultores del Valle de Tambo es también contra la corrupción
disfrazada, contra la inmoralidad de las autoridades y contra el soborno social
en propias filas.
Mayo 2015
Otra
información en https://republicaequitativa.wordpress.com/
1 comentario:
Podría decirse que "El perro del Hortelano" aún está ladrando?.
Si nos fijamos en los convenios mencionados y los resultados obtenidos en otros lugares con el trabajo en conjunto entre grandes empresas mineras y las zonas de influencia, podremos notar que la actitud de la población deja de ser ideológica y pasa a ser una actitud de trabajo y esfuerzo que aprovecha las oportunidades de empleo y desarrollo generadas gracias a los megaproyectos.
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