En este
mapa, publicado por Robin Wright en el New York Times, en 2013,
puede verse el Sunnistán que el Emirato Islámico crearía
en junio de 2014 y donde proclamaría el Califato. También aparece
el Kurdistán que Francia e Israel pretenden crear en 2016.
Obsérvese que este mapa no prevé la presencia de los cristianos,
que serían trasladados a Europa o exterminados. Moscú y Washington imponen en
el G20 el corte del financiamiento al Emirato Islámico
por Thierry
Meyssan
Con una mano, el gobierno francés moviliza todos
sus medios de prensa para atraer la atención de la población hacia
los atentados del 13 de noviembre. Con la otra, el mismo gobierno
francés inicia, con Israel, una nueva guerra en Irak y en Siria.
Su objetivo ya no es el derrocamiento del régimen laico
en Siria, tampoco la destrucción del ejército de ese país sino
la creación de un Estado colonial en territorios pertenecientes
a Irak y Siria, colonia que sería administrada por los kurdos, para
atrapar a los Estados árabes en una tenaza. Regresa el sueño de expansión
de Israel desde el Nilo hasta el Éufrates.
Red
Voltaire | Skopie (Macedonia) | 23 de noviembre de 2015
La cumbre del G20 en Antalya (Turquía) ciertamente
se preocupó por la economía, pero de lo que más se habló fue de
la situación en el Medio Oriente. Numerosas negociaciones bilaterales tuvieron
lugar durante esa cumbre y todavía se ignoran los detalles de lo que
allí se habló y de las decisiones tomadas en varios encuentros cara
a cara.
Sin embargo, el presidente ruso, Vladimir Putin,
denunció, sin nombrarlos, los Estados participantes en la conferencia que
apadrinan el Emirato Islámico. Mostró a sus colegas fotos satelitales de los
convoyes de camiones-cisterna que atraviesan Turquía para vender el petróleo
que la organización terrorista roba en Irak y en Siria. [1].
Públicamente señalado como violador de las resoluciones del Consejo de
Seguridad de la ONU y por financiar el Emirato Islámico, el presidente
turco Recep Tayyip Erdogan se mostró afectado. Según la oposición turca,
Bilal Erdogan (el hijo del presidente) dirige personalmente
ese tráfico [2].
Los presidentes Putin y Obama se pusieron
de acuerdo para destruir los camiones-cisterna de la familia Erdogan y
poner así punto final al tráfico de petróleo. Ese mismo día, el
US Central Command bombardeaba –por primera vez en año y medio–
dichos camiones-cisterna en Irak, mientras que la aviación rusa
destruía gran cantidad de ellos en Siria [3].
Rusia y Estados Unidos han obligado a Francia a
unirse a esa operación. Fingiendo una reacción ante los atentados
perpetrados en París, el presidente Hollande anunció
sin sonrojarse que estaba ordenando a las fuerzas armadas de Francia
que procedieran a bombardear objetivos del Emirato Islámico en Siria,
mientras que el presidente Putin daba públicamente instrucciones a las
fuerzas armadas rusas para que coordinaran sus acciones con Francia y trataran
a las fuerzas armadas francesas «como» un aliado [4].
El presidente francés se reunirá próximamente con sus homólogos de
Estados Unidos y Rusia.
Parece, en efecto, que se han tomado medidas
reales para aislar los 24 establecimientos bancarios que el Emirato
Islámico utiliza desde Irak para transferir dinero –disposiciones que el
subsecretario de Estado estadounidense David S. Cohen trataba inútilmente
de imponer desde hace meses [5].
Francia y los «halcones
liberales» organizan una nueva guerra
Tomando nota de que iba a tener que retirar el
Emirato Islámico de Siria, el grupo de países, transnacionales y
personalidades estadounidenses que organizan la guerra decidió entonces iniciar
un tercer conflicto armado.
La «primavera árabe» (desde febrero de
2011 hasta enero de 2013) fue iniciada por el Departamento de Estado
estadounidense. El objetivo era derrocar los regímenes laicos árabes,
fuesen o no aliados de Estados Unidos, y reemplazarlos por dictaduras
de la Hermandad Musulmana. Después de derrocar a los presidente de Túnez y Egipto
mediante las «revoluciones» de jazmín y de loto, se declaró
la guerra contra Libia y Siria –como estaba previsto en el Tratado de
Lancaster House, firmado en noviembre de 2010–, pero las potencias
coloniales no lograron atacar Argelia (incidente de la toma de
rehenes de In Amenas).
La segunda guerra contra Siria (desde julio de 2012 hasta octubre de 2015) fue iniciada por Francia, los «halcones liberales» estadounidenses (Hillary Clinton, Jeffrey Feltman, David Petraeus, etc.) e Israel, y financiada por un grupo de países (Turquía, Qatar, Arabia Saudita, etc.) y transnacionales (Exxon-Mobil, KKR, Academi [ex Blackwater], etc.). El objetivo no era tanto cambiar el régimen sino más bien «desangrar» el país y destruir su ejército (hasta ahora más de 100 000 soldados sirios han muerto luchando contra el terrorismo). Esta etapa terminó con la intervención militar rusa.
La tercera guerra contra Siria (desde el 20 de noviembre de 2015) ha sido iniciada por varios miembros del grupo anteriormente mencionado, ahora con intenciones de crear un nuevo Estado en el norte de Siria y de Irak, para atrapar en una tenaza a los pueblos árabes que se resisten al expansionismo israelí [6].
Los organizadores de la guerra se han dado cuenta
de que ya no tienen posibilidades de seguir actuando contra Siria.
Y por eso se han puesto de acuerdo para retomar y continuar
el programa que ya condujo, en 2012, a la creación de Sudán del
Sur. Ese proyecto corresponde al plan de Alain Juppé (marzo
de 2011) y al que publicó Robin Wright (septiembre de 2013). Estos
planes preveían que, después de haber utilizado el Emirato Islámico para crear
un Sunnistán, sería conveniente crear un Kurdistán [7].
Ya no se trata ni de una guerra supuestamente
ideológica (la «primavera árabe»), ni supuestamente religiosa
–como la segunda guerra contra Siria– sino de un conflicto
supuestamente étnico.
En 1956,
el miembro del Likud David Ben Gurión y el socialista francés Guy
Mollet se reúnen en secreto en la localidad francesa de Sevres para
establecer una alianza y apoderarse del Canal de Suez. Hoy en día,
sus sucesores, el miembro del Likud Benyamin Netanyahu y
el socialista Francois Hollande se han aliado para apoderarse del norte
de Irak y de Siria. En el pasado, las potencias coloniales
practicaban la «{política de la cañonera}». Hoy en día, prefieren recurrir
al terrorismo.
Las operaciones secretas en el
terreno
Para lograrlo, manipularon al partido kurdo sirio
marxista-leninista YPG (ahora rebautizado como «Fuerzas Democráticas
de Siria») y lo aliaron con el clan Barzani de Irak.
Ambos grupos son kurdos, pero no hablan la misma lengua,
se mataron entre sí durante toda la guerra fría y se identifican
con ideologías diametralmente opuestas [8].
Hay que recordar de paso que, en este momento,
el gobierno regional kurdo de Irak es una dictadura.
Su presidente, Masud Barzani, agente del Mossad instalado en el poder por
el Reino Unido y Estados Unidos, se aferra a ese poder a pesar
de que su mandato terminó en junio de 2013 [9].
Los padrinos de esta nueva guerra han empujado las
«Fuerzas Democráticas» (sic) a iniciar un proceso de “kurdización”
forzosa de las poblaciones no kurdas del norte de Siria (desde
octubre de 2015), lo cual ha provocado la sublevación de
los árabes y los cristianos asirios, así como la cólera
de Damasco, pero sin que se haya visto ni las más mínima
reacción internacional [10],
como tampoco hubo reacción internacional cuando el gobierno regional
kurdo de Irak anexó –en el verano de 2014– los campos
petrolíferos de Kirkuk, anexión realizada mientras la atención de la
opinión pública internacional se desviaba hacia la limpieza étnica
perpetrada por el Emirato Islámico. En aquella época, no sólo
las grandes potencias no condenaron la guerra de conquista del
gobierno regional kurdo de Irak sino que incluso propusieron entregar
armas directamente a ese régimen, sin pasar por el gobierno
central de Bagdad, supuestamente para favorecer la lucha contra el
Emirato Islámico.
Por supuesto, los iniciadores de este nuevo
conflicto no dirán que están inventando una nueva guerra para crear
un Estado colonial israelí y apresar a los Estados árabes en una
tenaza, pero en cuanto sea necesario afirmarán que están luchando por un
Kurdistán independiente, posición absurda ya que el territorio
en cuestión nunca fue parte del Kurdistán histórico y los kurdos
son allí ampliamente minoritarios (menos del 30% de la población).
El 5 de noviembre, Francia anunciaba el envío
del portaviones Charles-De-Gaulle a la región, supuestamente para luchar
contra el Emirato Islámico. El verdadero objetivo es posicionarlo para
el inicio de la 3ª guerra contra Siria. [11].
El portaaviones salió el 18 de noviembre del puerto francés de
Toulon.
Entre el 13 y el 15 de noviembre, el gobierno
regional del Kurdistán iraquí, con el apoyo de las ahora llamadas «Fuerzas
Democráticas de Siria», expulsó al Emirato Islámico del monte Sinjar
–en Irak. En realidad, los yihadistas del Emirato Islámico
se habían retirado, dejando allí sólo 300 hombres frente a una
coalición de varias decenas de miles de soldados. La zona
liberada no ha sido devuelta al gobierno central iraquí sino anexada
por el gobierno regional kurdo.
Aunque hoy aparenta no respaldar esta operación e
incluso condenarla, Turquía la aprobó en 2011, cuando
se concluyó el Tratado secreto Juppé-Davutoglu. Si el seudo Kurdistán
llegase a crearse, Turquía se las arreglaría para empujar hacia allí
al PKK.
La resolución 2249 autoriza de facto
la nueva guerra
El 20 de noviembre, Rusia trataba nuevamente de
obtener la aprobación del proyecto de resolución que había redactado para
la reunión del 30 de septiembre, y que había tenido que
retirar [12].
Las únicas modificaciones del texto inicial eran la inclusión de varias
referencias a los atentados del Sinaí, de Beirut y de París,
así como la mención del artículo 51 de la Carta de Naciones Unidas
(sobre el derecho de legítima defensa). Y, por segunda vez, Rusia tuvo que
renunciar a ese texto y aceptar la adopción de un proyecto de
resolución francés que legaliza toda intervención militar contra el Emirato
Islámico en Siria y en Irak, proyecto que el Consejo de Seguridad
aprobó por unanimidad (resolucion 2249) [13].
Aunque puede interpretarse de varias maneras, esa resolución pisotea de facto
la soberanía nacional de Irak y de Siria ya que autoriza
la injerencia de las grandes potencias, a condición de que
aparenten luchar contra el Emirato Islámico [14].
En realidad se trata, evidentemente, de liberar el norte
de Siria del Emirato Islámico, pero no para restituir
ese territorio a la República Árabe Siria, sino para proclamar allí un
Estado independiente bajo control kurdo.
Rusia no se opuso a esa resolución y votó
a favor. Al parecer, Moscú prefiere, por el momento, aprovechar
el plan franco-israelí para expulsar de Siria el Emirato Islámico,
sin aceptar por ello el principio de un seudo Kurdistán.
La creación de un Estado así no tendría ninguna legitimidad a la luz
del derecho internacional ya que los kurdos de Siria
no están oprimidos sino que gozan de los mismos derechos que
los demás sirios. La creación de ese Estado reabriría además
la cuestión de los derechos de las minorías, ya planteada cuando
la OTAN convirtió Kosovo en Estado. Ello autoriza de facto
a cualquier grupo étnico, independientemente de su situación política, a
reclamar la creación de un Estado independiente, lo cual implica
–por consiguiente– la posible disolución de la mayoría de los
Estados del mundo –incluyendo Francia– y el triunfo de la «globalización».
Elementos fundamentales:
El Kremlin y la Casa Blanca se han puesto de acuerdo para cortar los medios de financiamiento del Emirato Islámico. Para ello bombardearon los camiones-cisterna de la empresa de Bilal Erdogan en Irak y en Siria y aislaron los bancos utilizados por el Emirato Islámico.
Luego de la anexión de los campos petrolíferos de Kirkuk, en junio de 2014, Israel y Francia han logrado proseguir la expansión del territorio del gobierno regional kurdo de Irak –mediante la anexión de la región de Sinjar– y emprender la conquista del territorio no kurdo del norte de Siria, utilizando para ello el`YPG, ahora rebautizado como «Fuerzas Democráticas de Siria». Lo que pretenden en definitiva es fusionar el territorio sirio conquistado por esas fuerzas kurdas con la entidad regional kurda de Irak y proclamar la independencia de un Estado supuestamente kurdo.
A la luz del derecho internacional, la creación de un seudo Kurdistán en territorios no kurdos no tiene ninguna legalidad. Su único objetivo, al igual que la creación de Sudán del Sur, es atrapar a los principales Estados árabes (Egipto, Siria e Irak) en una tenaza para realizar el sueño israelí de expansión desde el Nilo hasta el Éufrates.
[1]
“President Putin
Responses to journalists’ questions following the G20 summit”, Kremlin, 16
de noviembre de 2015.
[2]
«Vínculos de la familia
Erdogan con el Emirato Islámico», Red Voltaire, 26 de julio de
2015.
[3]
«L’armée
américaine a détruit 116 camions-citernes de l’EI», Robert Burns, Associated
Press, 16 de noviembre de 2015.
[4]
«Syrie:
Poutine ordonne d’établir un contact direct avec la France et de la traiter
comme un allié», Russia Today, 17 de noviembre de 2015.
[5]
“Why
Is Money Still Flowing to ISIS?”, The Editorial Board, The
New York Times Sunday Review, 10 de octubre de 2015.
[6]
«Cómo espera Israel
reactivar la guerra en el Levante», por Thierry Meyssan, Red Voltaire,
11 de mayo de 2015.
[7]
“Imagining
a Remapped Middle East”, por Robin Wright, The New York Times
Sunday Review, 29 de septiembre de 2013.
[8]
«El Kurdistán y el
Califato», «“Kurdistán”…
pero al estilo israelí», por Thierry Meyssan, Al-Watan (Siria), Red Voltaire,
7 y 13 de julio de 2014.
[9]
«Los kurdos de Irak se
oponen a la reconducción de su presidente», Red Voltaire, 21 de
agosto de 2015.
[10]
«Estados Unidos e
Israel inician la colonización del norte de Siria», Red Voltaire,
1º de noviembre de 2015.
[11]
«Le
porte-avions «Charles-De-Gaulle» déployé contre le groupe État islamique», Le Monde
con la agencia AFP, 5 de noviembre de 2015.
[12]
“Russian draft
resolution on Counterterrorism”, Voltaire Network, 1 October 2015.
[13]
“Resolution 2249 on
combating ISIS”, Voltaire Network, 20 November 2015.
[14]
«Le
Conseil de sécurité adopte une résolution appelant à la lutte contre Daech»,
Centre de Nouvelles de l’Onu, 20 de noviembre de 2015.
Intelectual francés,
presidente-fundador de la Red Voltaire y de la conferencia Axis for Peace. Sus
análisis sobre política exterior se publican en la prensa árabe,
latinoamericana y rusa. Última obra publicada en español: La gran impostura II. Manipulación y
desinformación en los medios de comunicación (Monte Ávila Editores,
2008).
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