“El maestro
peruano quiere ocupar su puesto en obra
de reconstrucción social.
No se conforma con la supervivencia de una realidad
caduca.
Se propone contribuir con su esfuerzo a la creación de
una realidad nueva”.
Estamos a un lustro de
cumplir el bicentenario de la Independencia y la República. Sin embargo aún persisten
los rezagos de la herencia feudal y el espíritu colonial, los mismos que se
manifiestan en el ordenamiento socio económico de nuestra sociedad y
particularmente en la educación peruana.
Los diversos gobiernos del
país, hasta la actualidad, para implementar la reorganización de la instrucción
pública, se han sometido a las influencias extranjeras y desde los tiempos de
Manuel Vicente Villarán, a la influencia yanqui. En su oportunidad, el Amauta
José Carlos Mariátegui salió al frente denunciando con firmeza que “En un pueblo que cumple conscientemente su
proceso histórico, la reorganización de la enseñanza tiene que estar dirigida
por sus propios hombres. La intervención de especialistas extranjeros no puede rebasar
los límites de una colaboración” (JCM-COC-T.02-119). Demostrado está que la
intervención de especialistas foráneos repercute negativamente en la educación peruana.
Estos especialistas proyectan una educación alienante dirigida a mediatizar al
maestro, a los hijos del pueblo y a fortalecer los intereses de la clase
dominante a la que representan.
Los maestros del Perú, oprimidos
en el trabajo, sienten la impotencia de su espíritu revolucionario. De allí que
es muy importante la liberación de su potencial, para poner en práctica la
consigna de que “el maestro luchando también está educando”. En esta fecha de
homenaje al maestro, que mejor oportunidad para analizar y denunciar la
dramática realidad por la que atraviesa la educación peruana. He aquí un
ejemplo digno a ser emulado: en el diario UNO (050715), el maestro César Lévano,
haciendo un “Examen de la Educación Peruana”, entrevista al gran maestro y
científico de la pedagogía, Bladimiro Guevara Gálvez, quien afirma citando a Mariátegui
que la educación no tiene aún “un espíritu nacional; tiene más bien un espíritu
colonial y colonizador”. En otro párrafo de la entrevista precisa que “en la
dictadura de Odría, el Servicio Cooperativo Peruano-Norteamericano (SECPA-NE)
asesoraba al Ministro Mendoza desde la sede central. Y el Ministro de Gobierno
de Humala ejecuta las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI), el
Banco Mundial y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo (USAID), y ha
tenido y tiene en la alta dirección funcionarios de USAID. No es casual, pues,
que al Ministro lo aplaudieran de pie los empresarios en CADE 2015 y que el
yanqui PPK le pidiera la mano para que sea “su” Ministro de educación”. Continuando la entrevista y refiriéndose al
Ministro de Educación, el maestro Bladimiro Guevara precisa que “Es el Ministro
que mejor está aplicando las recetas de las agencias mencionadas, propias del
modelo neoliberal”. He ahí su testimonio de lucha al haber participado en el
gobierno que prometió la “gran transformación” y que más bien, como dice el
maestro Bladimiro, “el sistema ha producido corrupción”.
A través de la historia se
ha demostrado que las diversas reformas de la educación y los experimentos extranjeros
han fracasado y seguirán fracasando, porque “…no es posible democratizar la
enseñanza de un país sin democratizar su economía y sin democratizar, por ende,
su superestructura política” (JCM-COC-T.02-119).
Rememorando las ideas del
Amauta José C. Mariátegui y el testimonio actual del maestro Bladimiro Guevara,
se constata que en la educación peruana prima mayormente elementos extranjeros
impuestos inadecuadamente a nuestra realidad histórica. Frente a estos hechos se debe persistir
luchando con espíritu contestatario por un nuevo orden social, unificados en
torno a un Programa de Cambio Social, donde la Escuela del Trabajo sea uno de
los pilares básicos que “nos irá elevando del reino de la necesidad al reino de
la libertad”.
José Félix Damián
Lima-Perú, 06 Julio 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario