Ni tonto útil, ni para nada
ingenuo
Por José De Echave C.
13 de julio, 2015.- Hernando de Soto nos tiene
acostumbrados a afirmaciones efectistas, acompañadas de generalidades y muchas
inexactitudes, que contradictoriamente buscan aparentar un manejo solvente de
temas que en realidad parece desconocer. No presenta data dura pero igual se
despacha con mucha seguridad en entrevistas bastantes permisivas y con
periodistas que terminan comprando sus mensajes. Lo cierto es que la última vez
que salió del formato entrevista amigable y pasó a debatir, le fue bastante mal
por no decir que hizo un verdadero papelón(1).
Ahora ha vuelto a la carga. En una reciente
entrevista en el diario El Comercio (05/07/2015) y varias otras apariciones en
medios, ha vuelto a realizar afirmaciones tremendamente ligeras y que al mismo
tiempo resultan peligrosas. Aquí resumimos algunos temas mencionados que
muestran, por lo menos, un irresponsable y ligero manejo de información:
– Una primera afirmación apunta a señalar que las
protestas contra la minería vienen siendo dirigidas por personajes que fueron
sentenciados por terrorismo y pone sobre la mesa varios nombres con los que
además de Soto se ha reunido. Cuando la entrevistadora le pregunta qué certeza
tiene que estos personajes lideran las protestas, la respuesta es de ripley:
“Lo dice El Comercio, otros periódicos y también ellos”. Más adelante vuelve a
soltar otra afirmación temeraria: “Las fuerzas que eran subversivas se han
recompuesto, han creado grupos de apoyo para una resistencia violenta frente al
estatus quo que no existía antes de este gobierno”. En otra parte de la
entrevista refiriéndose al peso y la influencia de las organizaciones, nos
imaginamos que en las movilizaciones, señala: “Yo diría: ex Sendero 80% y MRTA
y reservistas 20%”.
Si bien los mencionados dirigentes existen y sus
antecedentes también, lo que no es cierto es que estos personajes hayan
dirigido o encabezado alguna de las protestas mencionadas. Achacarle a las
poblaciones que legítimamente defienden sus derechos de estar vinculados a
estos personajes y dar a entender que esas posiciones políticas influyen en las
decisiones que toman es una tremenda irresponsabilidad. Lo cierto es que los
Saavedra, Spelucín, Egoavil, del Carpio y Mamani, no han tenido ningún rol
estelar en las organizaciones representativas de las luchas mencionadas.
Confundir y darles una representatividad que no tienen, no sólo es
irresponsable sino que apunta a deslegitimar y abona a los que pretenden
salidas autoritarias a los conflictos, desconociendo las agendas legítimas que
deben ser atendidas.
– La danza de cifras que presenta de Soto también
merece ser revisada con mayor cuidado: “hay cerca de 70 mil millones de dólares
de proyectos mineros paralizados con la consecuente baja del PBI del Perú”, ha
declarado. “Afuera ya se comenta que en el Perú ha comenzado la desinversión
minera, que la gente se está retirando de a pocos y ya no tienen fe en el
futuro de la minería”, refuerza.
Según el boletín estadístico del Ministerio de
Energía y Minas(2) la cartera de proyectos mineros suma algo más de 58 mil
millones de dólares. Del total de esa cartera, alrededor del 16% corresponde a
proyectos de ampliación, dicho sea de paso todos actualmente en ejecución; el
45% a proyectos con Estudios de Impacto Ambiental (EIA) aprobados; el 1.12% a
proyectos con EIA presentados pero no aprobados; y el 37% a proyectos en etapa
de exploración.
Si además, uno revisa las estadísticas de
inversiones mineras de los últimos años, la situación es diametralmente
diferente a la que pinta de Soto (ver cuadro): es más, todo indica que en el
quinquenio de Humala se va a invertir en minería mucho más que en el quinquenio
precedente, aunque es correcto reconocer que los ritmos de crecimiento han
decaído, como, dicho sea de paso, ha ocurrido en todos los países como
consecuencia de un contexto internacional distinto (ver cuadro).
– Otro tema sobre el que de Soto suelta cifras es
el de la minería informal. “Son dos millones de mineros informales,
incluyendo a quienes los sirven, las plantas procesadoras y otros. Este grupo y
sus familias no bajan de seis millones de personas enfrentadas al Estado”.
¿De dónde salen las cifras? Nadie sabe. Lo cierto
es que el número de productores involucrados en la minería ilegal e informal,
así como el volumen de oro efectivamente producido en el país por este sector
se mantienen en el campo de las estimaciones gruesas. Sin embargo, ninguna
proyección conocida se acerca a la del presidente del Instituto Libertad y
Democracia(3). Lo mismo pasa con la producción de los informales: actualmente
el Ministerio de Energía y Minas registra sólo la producción informal de la
región de Madre de Dios.
Al carecer de cifras oficiales, por tratarse de un
sector complejo y con un alto porcentaje de productores golondrinos, es difícil
realizar estimaciones. Las mencionadas por de Soto carecen de fundamento y
sobre la solvencia de sus argumentos sugerimos ver el ya mencionado debate con
el Ministro del Ambiente, Manuel Pulgar Vidal.
– Sobre los conflictos de Soto afirma que: “La
confrontación minería-agricultura en un país que es las dos cosas nunca ha
estado peor. El gobierno ha desatado una guerra de clases entre lo rural y lo
urbano, entre lo industrial y lo agrícola”.
Si bien no está en discusión la ineptitud de este
gobierno para este y otros temas, la realidad muestra que los conflictos
sociales trascienden varios gobiernos y los vinculados a la minería presentan
características estructurales y nos acompañan hace más de dos décadas. Si se
revisa la base de datos de la Defensoría del Pueblo, se puede identificar que
en el año 2009 (ver cuadro), en el período de García, se alcanzó el pico de
conflictividad social, destacando notoriamente los casos vinculados a la
minería. Luego bajaron en número e intensidad y en los últimos años se han
mantenido más o menos estables en cuanto al número, aunque al igual de lo
ocurrido con los últimos gobiernos ha habido picos de intensidad con el caso de
Tía María que, dicho sea de paso, es un conflicto que tuvo un primer capítulo
dramático en el gobierno anterior.
Finalmente, en la entrevista le preguntan a de Soto
si “¿No está siendo tonto útil o ingenuo?”. Lo cierto es que ni tonto útil ni
ingenuo. Lo que se percibe es una tremenda irresponsabilidad y el acostumbrado
afán de protagonismo de este personaje, que busca deslegitimar las demandas de
las poblaciones que defienden sus derechos y que no tienen nada que ver con
este tipo de organizaciones de pasado terrorista y presente dudoso.
Notas:
(1) Debate con Manuel Pulgar Vidal en Radio
Programas del Perú realizado el 29 de noviembre de 2014.
(2) Ver boletín trimestral del MINEM 2015.
(3) En cuanto al número de productores informales, hay proyecciones que fluctúan entre las 100,000 personas y otras como las de la Sociedad Nacional de Minería en Pequeña Escala -Sonamipe- que llegan a quintuplicar dicha cantidad Cf. http://gestion.pe/mercados/ mineria-informal-reto- saneamiento-2090060
(2) Ver boletín trimestral del MINEM 2015.
(3) En cuanto al número de productores informales, hay proyecciones que fluctúan entre las 100,000 personas y otras como las de la Sociedad Nacional de Minería en Pequeña Escala -Sonamipe- que llegan a quintuplicar dicha cantidad Cf. http://gestion.pe/mercados/ mineria-informal-reto- saneamiento-2090060
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