Investig'Action
02-12-2015
Traducido
del francés por Beatriz Morales Bastos
|
Tras los
sangrientos atentados los dirigentes políticos tienden a privilegiar una
respuesta estilo robocop. Pero,
¿es la respuesta adecuada? Lo único que ha hecho la guerra contra el terrorismo
de Bush ha sido reanimar el terrorismo y, por si fuera poco, ha engendrado el
Daesh. ¿Vamos a repetir este error hoy?
El terrorismo afecta deliberadamente al alma de la
sociedad y por ello hay que hacer todo lo posible para dar una respuesta a los
terroristas y eliminarlos radicalmente. En este sentido, un enfoque antiterrorista
no debe satisfacer un único criterio: debe ser eficaz, llegar el centro del
terrorismo. Uno se podría preguntar si el enfoque que se está dando actualmente
en nuestro país [Bélgica] y en Francia es la respuesta adecuada y también se
puede incluso preguntar si nuestros dirigentes políticos están dispuestos a
llevar la lucha a fondo, es decir, hasta la raíz del mal. Y es que hay muchos
intereses en juego y un enfoque en profundidad se opone al curso actual de la
política en Europa occidental.
En este artículo buscaremos primero las causas más profundas de los atentados terroristas. A continuación examinaremos por qué es contraproducente el enfoque actual. Finalmente haremos algunas propuestas sobre un enfoque en profundidad.
En este artículo buscaremos primero las causas más profundas de los atentados terroristas. A continuación examinaremos por qué es contraproducente el enfoque actual. Finalmente haremos algunas propuestas sobre un enfoque en profundidad.
1. El
caldo de cultivo
No se lucha contra una enfermedad atacando los
síntomas sino eliminando sus causas o su sustrato. Ya se ha escrito mucho sobre
este caldo de cultivo. Tenemos que buscar las causas de los atentados
terroristas pasados tanto en el extranjero como en el país. Si se combina la
estrategia de la radicalización yihadista con el odio hacia la comunidad
musulmana y con la islamofobia se obtiene un coctel explosivo. Examinemos de
nuevo los diferentes elementos.
A.
Radicalización (1) made in USA
La invasión de Iraq en 2003 llevó al colapso de su
Estado. Washington optó por la estrategia de «divide y vencerás». Se eliminó
deliberadamente a las fuerzas laicas y se enfrentó a los chiíes con los
sunníes. El terrorismo contra la población sunní formó un caldo de cultivo
ideal para los yihadistas. Arabia Saudí y Qatar no dejaron de ofrecer sus
servicios. El Estado Islámico surgió de este conjunto de yihadistas
extremistas.
La profesión de fe extremista del Estado Islámico, al-Qaeda u otros grupos terroristas islámicos no cayó simplemente del cielo. Son producto de una difusión sistemática y durante mucho tiempo del wahabismo por parte de Arabia Saudí. El wahabismo es una corriente ultraconservadora que difiere poco del califato en materia de credo y de prácticas. En el pasado Arabia Saudí formó a 45.000 cuadres religiosos en el extranjero.
Arabia Saudí financia decenas de canales de televisión por satélite y cientos de páginas web. Hasta el momento los saudíes han invertido 87.000 millones de dólares para difundir el wahabismo por todo el mundo, para construir mezquitas y remunerar a los imanes. Esto se hace y se sigue haciendo no solo en nuestros países, sino también en Asia, África y, por supuesto, en Oriente Medio (2). No es exagerado hablar de una wahabisación del Islam.
Volvamos al teatro de operaciones. Tanto en Siria como en Iraq se ha trazado un mapa confesional. Occidente quería librarse de Assad desde hacía tiempo. Desde 2006 Estados Unidos ha financiado diferentes grupos disidentes (3).
En 2009, dos años antes de la primavera árabe, existían planes británicos para una invasión de «rebeldes» (4). Estados Unidos no solo apoyó a grupos moderados, sino que también financió a yihadistas radicales que posteriormente se iban a pasar a organizaciones terroristas como al-Nusra y el Estado Islámico (5). En 2011 las manifestaciones no violentas degeneraron rápidamente en una guerra civil. En el lado de los rebeldes se impusieron los yihadistas gracias al apoyo generalizado de los Estados del Golfo, de Turquía y de Jordania. Este apoyo iba destinado a organizaciones terroristas como al-Nusra y al-Qaeda (6).
En 2012 Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña organizan junto con Turquía y Jordania un campo de entrenamiento para los rebeldes sirios en Jordania. Posteriormente una parte de estos rebeldes se unió al califato. El 2015 se volvió a producir una metedura de pata similar.
En 2012 las autoridades de Washington ya conocían la posible creación de un Estado islámico en ciertas parte de Iraq y Siria. En efecto, eso era lo que deseaban los países islámicos que apoyaban a la oposición en contra de Assad. Este Estado debilitaría enormemente a Assad y supondría un golpe para la coalición entre Siria, Iraq e Irán (7).
La profesión de fe extremista del Estado Islámico, al-Qaeda u otros grupos terroristas islámicos no cayó simplemente del cielo. Son producto de una difusión sistemática y durante mucho tiempo del wahabismo por parte de Arabia Saudí. El wahabismo es una corriente ultraconservadora que difiere poco del califato en materia de credo y de prácticas. En el pasado Arabia Saudí formó a 45.000 cuadres religiosos en el extranjero.
Arabia Saudí financia decenas de canales de televisión por satélite y cientos de páginas web. Hasta el momento los saudíes han invertido 87.000 millones de dólares para difundir el wahabismo por todo el mundo, para construir mezquitas y remunerar a los imanes. Esto se hace y se sigue haciendo no solo en nuestros países, sino también en Asia, África y, por supuesto, en Oriente Medio (2). No es exagerado hablar de una wahabisación del Islam.
Volvamos al teatro de operaciones. Tanto en Siria como en Iraq se ha trazado un mapa confesional. Occidente quería librarse de Assad desde hacía tiempo. Desde 2006 Estados Unidos ha financiado diferentes grupos disidentes (3).
En 2009, dos años antes de la primavera árabe, existían planes británicos para una invasión de «rebeldes» (4). Estados Unidos no solo apoyó a grupos moderados, sino que también financió a yihadistas radicales que posteriormente se iban a pasar a organizaciones terroristas como al-Nusra y el Estado Islámico (5). En 2011 las manifestaciones no violentas degeneraron rápidamente en una guerra civil. En el lado de los rebeldes se impusieron los yihadistas gracias al apoyo generalizado de los Estados del Golfo, de Turquía y de Jordania. Este apoyo iba destinado a organizaciones terroristas como al-Nusra y al-Qaeda (6).
En 2012 Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña organizan junto con Turquía y Jordania un campo de entrenamiento para los rebeldes sirios en Jordania. Posteriormente una parte de estos rebeldes se unió al califato. El 2015 se volvió a producir una metedura de pata similar.
En 2012 las autoridades de Washington ya conocían la posible creación de un Estado islámico en ciertas parte de Iraq y Siria. En efecto, eso era lo que deseaban los países islámicos que apoyaban a la oposición en contra de Assad. Este Estado debilitaría enormemente a Assad y supondría un golpe para la coalición entre Siria, Iraq e Irán (7).
El gobierno estadounidense sabía
perfectamente lo que hacía. Sabemos cómo siguió la historia.
B. Quien
siembra odio y humillación cosecha radicalización
Los musulmanes son cada vez más los chivos
expiatorios de nuestra sociedad. Se relega sistemáticamente a este grupo, en
todos los planos posibles. El paro, el retraso en materia de enseñanza y la
pobreza les afecta de manera desproporcionada. Se les discrimina
sistemáticamente en la búsqueda de empleo o de alojamiento. Desde el 11 de
septiembre ha aumentado la intolerancia respecto al Islam, con la prohibición del
velo como combate de vanguardia. Las agresiones públicas aumentan en paralelo a
los mensajes de odio en Facebook, los insultos que se escupen a los niños, las
interpelaciones por la calle …
La policía los controla con una frecuencia excesiva y se les criminaliza y encarcela más que a otros grupos (8). Cada vez se sienten menos bienvenidos (9) y cada vez se enfrentan más a unos partidos políticos y a unos medios de comunicación que fomentan el odio hacia ellos. Además, este odio se dirige contra su identidad más profunda, es decir, la religión.
Especialmente en los musulmanes jóvenes esto puede provocar problemas existenciales. No tienen casi ninguna perspectiva y viven su crisis de identidad de manera diferente a sus padres. En efecto, han nacido aquí pero no se sienten bienvenidos, ni aunque dieran lo mejor de sí mismos. Como es lógico, para lograr afirmarse y reivindicar su lugar en nuestra sociedad muchos recurren a la cultura y la fe. Al menos ellas les ofrecen un arraigo, pero a cambio eso refuerza la islamofobia ambiente y así se crea una polarización autorreforzada.
Desde 2008 Estados Unidos o sus aliados han invadido ocho países: Afganistán, Pakistán, Yemen, Somalia, Libia, Mali, Iraq y Siria. Casualmente, todos musulmanes. Y no olvidemos Gaza, que desde 2008 ya ha sido devastada tres veces por bombardeos a gran escala. No se necesita una enrome cantidad de empatía para imaginar cuánto afecta esto a una población que ya está frustrada.
A todo ello hay que añadir otro elemento importante, esto es, la antes mencionada wahabisación del Islam. Hasta ahora, en los países occidentales la fe musulmana nunca ha obtenido una lugar completo. En Flandes, por ejemplo, solo se reconoce oficialmente una mezquita de cada diez y la comunidad musulmana obtiene unos medios financieros que son absolutamente insuficientes . Por consiguiente, no es sorprendente que tan pocos imanes hablen neerlandés. Para hacerse una idea, la cantidad de dinero que Arabia Saudí invierte en el mundo para difundir el wahabismo es 100.000 veces más importante que el subsidio público de la región flamenca a las mezquitas el año pasado.
La situación no es mejor en el resto de Europa occidental. Arabia Saudí se ha aprovechado de ello para promocionar su versión del Islam. No hay que irse muy lejos para descubrir la razón por la cual Arabia Saudí tiene tanta libertad de movimientos: Bélgica es el principal suministrador de municiones y el segundo suministrador de armas ligeras a Arabia Saudí. De 2008 a 2011 los países de la Unión Europea (UE) autorizaron la exportación de armas a Arabia Saudí por valor de hasta un total de 17.300 millones de euros (1.700 de los cuales para Bélgica). El puerto de Amberes prevé una inversión de varios miles de millones de euros de una empresa saudí, uno de cuyos responsables tiene relaciones con al-Qaeda .
La consecuencia de todo ello es que el Islam en Europa y en Bélgica tiene una poderosa corriente integrista (10) que se difunde vía los canales de televisión por satélite, páginas web, libros, organizaciones y varias mezquitas. A partir de esta corriente es donde se reclutan jóvenes para unirse al Estado Islámico.
La policía los controla con una frecuencia excesiva y se les criminaliza y encarcela más que a otros grupos (8). Cada vez se sienten menos bienvenidos (9) y cada vez se enfrentan más a unos partidos políticos y a unos medios de comunicación que fomentan el odio hacia ellos. Además, este odio se dirige contra su identidad más profunda, es decir, la religión.
Especialmente en los musulmanes jóvenes esto puede provocar problemas existenciales. No tienen casi ninguna perspectiva y viven su crisis de identidad de manera diferente a sus padres. En efecto, han nacido aquí pero no se sienten bienvenidos, ni aunque dieran lo mejor de sí mismos. Como es lógico, para lograr afirmarse y reivindicar su lugar en nuestra sociedad muchos recurren a la cultura y la fe. Al menos ellas les ofrecen un arraigo, pero a cambio eso refuerza la islamofobia ambiente y así se crea una polarización autorreforzada.
Desde 2008 Estados Unidos o sus aliados han invadido ocho países: Afganistán, Pakistán, Yemen, Somalia, Libia, Mali, Iraq y Siria. Casualmente, todos musulmanes. Y no olvidemos Gaza, que desde 2008 ya ha sido devastada tres veces por bombardeos a gran escala. No se necesita una enrome cantidad de empatía para imaginar cuánto afecta esto a una población que ya está frustrada.
A todo ello hay que añadir otro elemento importante, esto es, la antes mencionada wahabisación del Islam. Hasta ahora, en los países occidentales la fe musulmana nunca ha obtenido una lugar completo. En Flandes, por ejemplo, solo se reconoce oficialmente una mezquita de cada diez y la comunidad musulmana obtiene unos medios financieros que son absolutamente insuficientes . Por consiguiente, no es sorprendente que tan pocos imanes hablen neerlandés. Para hacerse una idea, la cantidad de dinero que Arabia Saudí invierte en el mundo para difundir el wahabismo es 100.000 veces más importante que el subsidio público de la región flamenca a las mezquitas el año pasado.
La situación no es mejor en el resto de Europa occidental. Arabia Saudí se ha aprovechado de ello para promocionar su versión del Islam. No hay que irse muy lejos para descubrir la razón por la cual Arabia Saudí tiene tanta libertad de movimientos: Bélgica es el principal suministrador de municiones y el segundo suministrador de armas ligeras a Arabia Saudí. De 2008 a 2011 los países de la Unión Europea (UE) autorizaron la exportación de armas a Arabia Saudí por valor de hasta un total de 17.300 millones de euros (1.700 de los cuales para Bélgica). El puerto de Amberes prevé una inversión de varios miles de millones de euros de una empresa saudí, uno de cuyos responsables tiene relaciones con al-Qaeda .
La consecuencia de todo ello es que el Islam en Europa y en Bélgica tiene una poderosa corriente integrista (10) que se difunde vía los canales de televisión por satélite, páginas web, libros, organizaciones y varias mezquitas. A partir de esta corriente es donde se reclutan jóvenes para unirse al Estado Islámico.
2. Efecto
contrario
Es indudable que el enfoque duro de los gobiernos
francés y belga respecto a los atentados complace a la opinión pública, pero
denota una visión a corto plazo y no hará sino empeorar la visión a largo
plazo. Una vez más, distinguiremos entre la situación en el país y en el
extranjero
A. Echar
leña al fuego
Inmediatamente después de los atentados Francia
envió bombarderos a Raqqa, capital del Estado Islámico. «Estamos en guerra»,
declaró el presidente Hollande. Resulta extraño que lo indique solo en estos
momentos porque en los cinco últimos años Francia ha hecho la guerra en Costa
de Marfil, en Libia, en la República Centroafricana, en Iraq y en Siria. En
todo caso, la cuestión es saber si los bombardeos presentes y futuros en Iraq y
Sira son una opción inteligente.
El año pasado los bombardeos contra el Estado Islámico no dieron prácticamente resultados. En todo caso, los ataques aéreos en solitario nunca tendrán. Por lo demás, parece excluida una invasión (de tropas por tierra), la cual conseguiría además que la situación degenerara completamente (11).
Las pasadas aventuras en Afganistán, Iraq y Libia han provocado una debacle absoluta. Es posible debilitar el califato por medio de drones y bombas, pero desde el punto de vista de la propaganda se haría exactamente el juego del Estado Islámico. Los bombardeos reforzarán la convicción de que Occidente es el verdadero enemigo del mundo árabe.
Más que nunca el califato podrá jactarse de ser el defensor del Islam contra los agresores extranjeros, con lo que reforzará el atractivo que tiene para los musulmanes de todo el mundo. Sobre el terreno y más precisamente en Iraq, habrá aún más sunníes que se unirán al Estado Islámico. En resumen, a largo plazo lo único que harán los bombardeos será beneficiar al Estado Islámico.
El año pasado los bombardeos contra el Estado Islámico no dieron prácticamente resultados. En todo caso, los ataques aéreos en solitario nunca tendrán. Por lo demás, parece excluida una invasión (de tropas por tierra), la cual conseguiría además que la situación degenerara completamente (11).
Las pasadas aventuras en Afganistán, Iraq y Libia han provocado una debacle absoluta. Es posible debilitar el califato por medio de drones y bombas, pero desde el punto de vista de la propaganda se haría exactamente el juego del Estado Islámico. Los bombardeos reforzarán la convicción de que Occidente es el verdadero enemigo del mundo árabe.
Más que nunca el califato podrá jactarse de ser el defensor del Islam contra los agresores extranjeros, con lo que reforzará el atractivo que tiene para los musulmanes de todo el mundo. Sobre el terreno y más precisamente en Iraq, habrá aún más sunníes que se unirán al Estado Islámico. En resumen, a largo plazo lo único que harán los bombardeos será beneficiar al Estado Islámico.
B.
Círculos viciosos y regalos del cielo
En un clima en el que ha fallado la integración y
de islamofobia latente, unos atentados como los de París provocan un recrudecimiento
del odio a los musulmanes en amplias capas de la población. Los mensajes de
odio a los extranjeros y en particular a los musulmanes ya habían aumentado
durante el reciente flujo de refugiados. Los acontecimientos del 13 de
noviembre añaden leña al fuego. Si además las autoridades envían señales que
refuerzan las reacciones viscerales, como controlar a todos los imanes o
controlar la
enseñanza a domicilio de los musulmanes, entonces se va a perder toda
moderación.
Y al igual que ocurrió después de Charlie Hebdo, la violencia no se quedará en lo verbal. Es de esperar una violencia física cada vez mayor contra los símbolos del Islam y los musulmanes. Se atacará más que nunca a la población musulmana, la cual tendrá que endurecerse aún más para afirmarse. La corriente integrista utilizará hábilmente este contexto para reforzar su influencia e impacto, lo que a su vez favorecerá la radicalización y aumentará aún más la islamofobia, con lo que se cerrará el círculo.
Y al igual que ocurrió después de Charlie Hebdo, la violencia no se quedará en lo verbal. Es de esperar una violencia física cada vez mayor contra los símbolos del Islam y los musulmanes. Se atacará más que nunca a la población musulmana, la cual tendrá que endurecerse aún más para afirmarse. La corriente integrista utilizará hábilmente este contexto para reforzar su influencia e impacto, lo que a su vez favorecerá la radicalización y aumentará aún más la islamofobia, con lo que se cerrará el círculo.
Hay un segundo círculo vicioso. Los atentados terroristas son un regalo del cielo para la extrema derecha. La derecha prospera mejor en un clima de angustia y terror. Un reforzamiento de la derecha significa deshacer el Estado de bienestar que corre parejo del establecimiento del Estado policial (el segundo punto es una condición del primero). Los recientes atentados y el aumento de las medidas de seguridad también benefician mucho al actual gobierno de derecha [belga]. Pero un declive aún mayor del Estado de bienestar afectará sobre todo a los más débiles y, por lo tanto, también a los musulmanes. Eso quiere decir que ejercerá aún más presión a sus condiciones de vida no solo existenciales sino también materiales. Se reducirá todavía más la perspectiva de una vida decente para los jóvenes musulmanes, lo que abonará en terreno de la radicalización. También en este caso se cierra el círculo.
Hay una segunda razón por la que los atentados de París son un regalo del cielo para la derecha: fomentan el racismo. El racismo desvía la atención de la lucha socioeconómica. El enemigo ya no es el 1 % de ricachones que acumulan fortunas a costa de la población trabajadora, sino las personas que tienen un color de piel, una cultura o una religión diferentes. El racismo levanta a unos sectores de la población contra otros y divide a la población activa. Se golpea a quienes están abajo en vez de a los de arriba, lo cual resulta muy cómodo a la elite capitalista, que permanece al margen y ve cómo el movimiento obrero se debilita.
La estrategia de «divide y vencerás» ha dado muestras de funcionar. En Alemania en la década de 1930 se embriagó a la población trabajadora con fuertes dosis de antisemitismo y una vez que estuvo suficientemente aturdida, se eliminó a los sindicatos. La trampa para el movimiento obrero actual es dejarse arrastrar por la saña antimusulmana y para los musulmanes la trampa es replegarse sobre sí mismos y aislarse. La unidad es más que nunca necesaria.
3. Un
enfoque antiterrorista draconiano
En indispensable un enfoque antiterrorista
draconiano. Debe ser un enfoque en profundidad, es decir, abordar las causas. Y
como las causas son múltiples este enfoque también tiene que ser múltiple. A
continuación damos algunos esbozos diferenciando una vez más lo nacional y lo
extranjero.
A.
Extranjero
1*. Se debe cortar inmediatamente la financiación
al califato y a otros grupos yihadistas en Siria e Iraq. La primera consecuencia
es que también se dejará sin blanca a los países desde donde afluyen los fondos
destinados a los grupos terroristas: Arabia Saudí, Qatar, Kuwait … Las
sanciones contra Irán en los diez últimos años indican que eso puede funcionar.
En segundo lugar, deben cesar las entregas de armas a esos países.
2*. Hay que apostar al máximo por una solución negociada, tanto en Siria como en Iraq, que se debe hacer bajo los auspicios de la ONU. Las fuerzas de mantenimiento de la paz deberán supervisar que los acuerdos se aplican y se respetan.
3*. Debe cesar la intervención militar occidental.
4*. Finalmente, hay que trabajar seriamente para resolver la cuestión palestina (12). Hay que adoptar sanciones económicas contra Israel hasta que respete las resoluciones de la ONU del pasado.
2*. Hay que apostar al máximo por una solución negociada, tanto en Siria como en Iraq, que se debe hacer bajo los auspicios de la ONU. Las fuerzas de mantenimiento de la paz deberán supervisar que los acuerdos se aplican y se respetan.
3*. Debe cesar la intervención militar occidental.
4*. Finalmente, hay que trabajar seriamente para resolver la cuestión palestina (12). Hay que adoptar sanciones económicas contra Israel hasta que respete las resoluciones de la ONU del pasado.
B.
Interior
1*. Se debe detener
inmediatamente a todos los yihadistas potenciales y a quienes los reclutan. En
un pasado reciente las
autoridades federales impidieron cualquier intervención contra
determinados individuos radicalizados e incluso peligrosos, lo cual es
inconcebible.
2*. Se deben mejorar las prestaciones de los servicios de inteligencia. Hay que lograr una colaboración mejor entre estos diferentes servicios nacionales y un control más preciso de los malhechores potenciales al tiempo que se garantiza lo más posible la vida privada y los derechos humanos. No se trata de un simple ejercicio de equilibrio: este derecho debe ser objeto de un debate social en profundidad.
3*. Todos los actores concernidos deben participar en la prevención de la radicalización de los jóvenes: familia, casas de la juventud, educadores de calle, profesores y mezquitas.
4*. Hay que crear unos programas de desradicalización y de reintegración de las personas radicalizadas. Actualmente, en el caso de muchos combatientes que han vuelto de Siria, estas personas son o bien internadas (sin acompañamiento psicosocial), lo que aumenta aún más el riesgo de radicalización, o bien son abandonadas a su suerte. Un ejemplo de este enfoque es el centro bruselés «De Weg naar» .
5*. Se debe impedir por imposición la financiación del wahabismo y de otras corrientes religiosas extremistas. De manera inversa, hay que apoyar los proyectos innovadores de musulmanes jóvenes o menos jóvenes que estudia el Islam con espíritu abierto.
6*. Es necesario un reconocimiento pleno del Islam, incluidos los recursos financieros adecuados. Este reconocimiento también ayudará a establecer unas normas que se deben respetar .
7*. Hay que establecer una gestión de la integración seria y digna de este nombre, así como una gestión coherente de la lucha contra la discriminación.
8*. Hay que establecer un Plan Marshall para eliminar la exclusión social y la pobreza. Esto implica sobre todo la creación de empleo, inversiones serias en la vivienda social, la reducción del coste de la enseñanza … Para un país tan rico como Bélgica no puede constituir un problema el reducir el índice pobreza o de paro a menos del 3 % (13).
Este es un primer esbozo con el fin de abordar las causas del problema. El enfoque actual estilo robocop de los gobiernos belga y francés solo lucha contra los síntomas. Nos corresponde a nosotros contribuir a obtener un enfoque más en profundidad.
2*. Se deben mejorar las prestaciones de los servicios de inteligencia. Hay que lograr una colaboración mejor entre estos diferentes servicios nacionales y un control más preciso de los malhechores potenciales al tiempo que se garantiza lo más posible la vida privada y los derechos humanos. No se trata de un simple ejercicio de equilibrio: este derecho debe ser objeto de un debate social en profundidad.
3*. Todos los actores concernidos deben participar en la prevención de la radicalización de los jóvenes: familia, casas de la juventud, educadores de calle, profesores y mezquitas.
4*. Hay que crear unos programas de desradicalización y de reintegración de las personas radicalizadas. Actualmente, en el caso de muchos combatientes que han vuelto de Siria, estas personas son o bien internadas (sin acompañamiento psicosocial), lo que aumenta aún más el riesgo de radicalización, o bien son abandonadas a su suerte. Un ejemplo de este enfoque es el centro bruselés «De Weg naar» .
5*. Se debe impedir por imposición la financiación del wahabismo y de otras corrientes religiosas extremistas. De manera inversa, hay que apoyar los proyectos innovadores de musulmanes jóvenes o menos jóvenes que estudia el Islam con espíritu abierto.
6*. Es necesario un reconocimiento pleno del Islam, incluidos los recursos financieros adecuados. Este reconocimiento también ayudará a establecer unas normas que se deben respetar .
7*. Hay que establecer una gestión de la integración seria y digna de este nombre, así como una gestión coherente de la lucha contra la discriminación.
8*. Hay que establecer un Plan Marshall para eliminar la exclusión social y la pobreza. Esto implica sobre todo la creación de empleo, inversiones serias en la vivienda social, la reducción del coste de la enseñanza … Para un país tan rico como Bélgica no puede constituir un problema el reducir el índice pobreza o de paro a menos del 3 % (13).
Este es un primer esbozo con el fin de abordar las causas del problema. El enfoque actual estilo robocop de los gobiernos belga y francés solo lucha contra los síntomas. Nos corresponde a nosotros contribuir a obtener un enfoque más en profundidad.
Notas:
1. El término “radicalización” se ha vuelto
corriente, pero es una denominación errónea. Ser radical significa literalmente
volver a las raíces y comportase en consecuencia. En sí no hay problema alguno.
Así, “radical” es un término con el que le gusta definirse a la responsable del
partido NVA Liesbeth Homans. El NVA es un partido populista de derecha.
“Radical no es sinónimo de asocial” https://www.n-va.be/nieuws/radicaal...
, o también https://www.n-va.be/persbericht/vla...
. Sería más adecuado el término “fanatismo”, que connota más tanto la fe ciega
e irracional como la intolerancia hacia quienes piensan de otra manera. Pero se
utiliza menos el verbo “fanatizar” que radicalizar.
2. Confróntese Ali T., The Clash of
Fundamentalisms. Crusades, Jihads and Modernity, Londres 2003, p. 323 y ss;
Bokhari K. & Senzai F., Political Islam in the Age of Democratization,
New York 2013, p. 90 y ss; Rashid A., Jihad. De opkomst van het
moslimfundamentalisme in Centraal-Azië, Amsterdam 2002, p. 228 y ss.
3. . Bensaada A., Arabesque$. Enquête sur le
rôle des États-Unis dans les révoltes arabes, Bruselas, 2015, p. 148 y ss;
‘U.S. secretly backed Syrian opposition groups, cables released by WikiLeaks
show’, https://www.washingtonpost.com/worl...
.
4. Eso es lo que relevó el ministro [francés] de
Asuntos Exteriores Roland Dumas. https://www.youtube.com/watch?v=HI2...
, a partir de 27’35”.
5. Esto se refleja sobre todo en una entrevistas de
Al Jazeera a Michael Flynn, ex director de la U.S. Defense Intelligence
Agency (DIA, Agencia de Inteligencia de la Defensa de Estados Unidos), http://www.aljazeera.com/programmes...
. Véase también: http://www.dewereldmorgen.be/artike...
.
6. Joe Biden, vicepresidente de Estados Unidos,
declaraba a este respecto: “Our allies in the region were our largest problem
in Syria. The Turks were great friends, and I have a great relationship with
Erdogan, [who] I just spent a lot of time with, [and] the Saudis, the Emirates,
etcetera. What were they doing ? They were so determined to take down Assad,
and essentially have a proxy Sunni-Shia war, what did they do ? They poured
hundreds of millions of dollars and tens of tons of weapons into anyone who
would fight against Assad – except that the people who were being supplied,
[they] were al-Nusra, and al-Qaeda, and the extremist elements of jihadis who
were coming from other parts of the world.” [“Nuestros aliados en la región
fueron nuestro mayor problema en Siria. Los turcos eran grandes amigos y
mantengo una relación muy buena con Erdogan, con el que acabo de pasar bastante
tiempo, y con los saudíes, los Emiratos, etc. ¿Qué hacían? Estaban tan
decididos a derrocar a Assad y fundamentalmente a tener una guerra por
representación entre sunníes y chiíes, ¿qué hicieron? Dieron cientos de
millones de dólares y decenas de toneladas de armas a cualquiera que luchara
contra Assad, pero aquellos a quienes se los suministraban eran al-Nusra, al-Qaeda
y los elementos extremistas del yihadismo que venían de otras partes del
mundo”] https://www.washingtonpost.com/news...
. Véase también http://www.dewereldmorgen.be/artike...
.
7. En un memorándum se puede leer
lo siguiente: “If the situation unravels there is the possibility of
establishing a declared or undeclared Salafist principality in eastern Syria
(Hadaka and Der Zor), and this is exactly what the supporting powers to the
opposition want, in order to isolate the Syrian regime, which is considered the
strategic depth of the Shia expansion (Iraq and Iran). … Isi could also declare
an Islamic state through its union with other terrorist organizations in Iraq
and Syria, which will create grave danger in regards to unifying Iraq and the
protection of its territory.” [“Si la situación se aclara existe la posibilidad
de establecer un declarado o no declarado principado salafista en el este de
Siria (Hadaka y Der Zor) y esto es exactamente lo que desean los poderes que
apoyan a la oposición con el fin de aislar al régimen sirio, que se considera
la profundidad estratégica de la expansión chií (Iraq e Irán) […] El ISIS
también podría declarar un Estado islámico por medio de su unión con otras
organizaciones terroristas en Iraq y Siria, lo que crearía un grave peligro en
relación con la unificación de Iraq y la protección de su territorio”] http://www.judicialwatch.org/docume...
.
8. Un 60 % de los detenidos franceses son
musulmanes aunque este grupo solo constituye el 7 % de la sociedad. http://www.economist.com/news/brief...
.
9. Un 74 % de los franceses opina que “el Islam no
es conciliable” con la sociedad francesa. El mismo porcentaje de alemanes tiene
una actitud negativa respecto al Islam. Y el 62 % de los británicos opina que
su país perderá su identidad si llegan más musulmanes http://www.loonwatch.com/2013/01/eu...
; http://www.economist.com/news/brief...
.
10. Integrismo significa extremismo religioso. Esta
noción se utilizaba inicialmente para las corrientes reaccionarias en el seno
del catolicismo. Existe en prácticamente todas las religiones.
11. En caso de una invasión de tropas de tierra se
corre el riesgo de una confrontación directa entre, por una parte, Occidente y
sus aliados, y, por otra, Rusia, Siria, Iraq e Irán, sin hablar de Hizbolá y
los rebeldes kurdos. Parecería excluida una invasión común de los dos campos
porque divergen los objetivos de los diferentes actores y a veces son
directamente opuestos. Los Estados del Golfo quieren eliminar a Assad y
debilitar a Irán por una parte y por otra reforzar a al-Nusra y a al-Qaeda.
Turquía también lo desea, pero además quiere acabar con los rebeldes kurdos en
Siria. El objetivo de Occidente es ante todo Assad y desea no reforzar
demasiado a las milicias islamistas. Rusia quiere erradicar a todos los
yihadistas y mantener un régimen pro-ruso en Siria. Irán e Hizbolá quieren
reforzar a Assad y eliminar a los yihadistas (sunníes).
12. Tanto en el momento de los atentados del 11 de
septiembre como en el de Charlie Hebdo se vio que la cuestión palestina es un
motivo importante de radicalización. Véase, por ejemplo, “The way for Americans
to take on the Islamic state is to end support for Jewish nationalism”, http://mondoweiss.net/2015/11/ameri...
.
13. Confróntese el criterio de Maastricht relativo
al déficit público.
Traducción del neerlandés al francés: Anne Meert para Investig’Action.
No hay comentarios:
Publicar un comentario