Oscar Ugarteche, Armando Negrete
ALAI AMLATINA, 08/08/2017.- Existe un riesgo alto que un
problema de política nacional se resuelva con una intervención militar y que
esta pueda gatillar un problema internacional en Sudamérica. Venezuela está en
el centro del tablero, con un problema político de representación y
legitimidad, una crisis económica y un intervencionismo encubierto. Está
sometida, al mismo tiempo, a los intereses económicos y planes geopolíticos de
las tres potencias globales: EEUU, China y Rusia. El geográficamente extraño
ingreso de Colombia a la OTAN fue concluido el 18 de mayo del 2017 tras acordar
el desarrollo de un programa individual de cooperación y establecer áreas
prioritarias de trabajo. El escenario de conflicto no podría ser peor, ni para
Venezuela ni para Sudamérica.
Venezuela
Después de la elección de la Asamblea Constituyente
realizada el pasado domingo 30 de julio, el contaminado ambiente político de
Venezuela y la difusa imagen de lo que está pasando en aquel país, frente al
infinito número de artículos, opiniones, análisis y propaganda que se publica
sobre el tema, impiden una comprensión precisa sobre las causas económicas de
la actual crisis, sus causas y verdaderos riesgos. Venezuela es, por mucho, una
de las naciones geopolíticamente más importantes del continente. Es la cabeza
de la Cuenca del Caribe, y posee reservas estratégicas de petróleo, agua,
cobre, cobertura forestal y metales raros. Tiene una importancia política y
económica superior a su peso en la producción regional que fue de 7.1% del PIB
de América Latina, en el 2015. Tiene la principal reserva de petróleo del mundo
y es además el principal exportador de petróleo del hemisferio occidental. (Ver
gráfico).
La producción de petróleo está nacionalizada a
través de la paraestatal PDVSA que posee la empresa petrolera CITGO, en EEUU.
Esta representa una de las 8 empresas refinadoras más grandes en el mercado
norteamericano y la sexta empresa distribuidora de gasolina.
Desde 2005, PDVSA es impulsora de importantes
proyectos e infraestructura de Petrocaribe en la cuenca caribeña. La empresa
exporta petróleo a los países caribeños a un precio que se paga en efectivo y
en crédito a largo plazo siguiendo el molde del Tratado de San José.
PDVESA y ROSNEFT
El pasado mes de abril, PDVESA adquirió un préstamo
de 2,000 mdd de la empresa petrolera estatal rusa ROSNEFT, con una hipoteca del
49.9% de la empresa CITGO. En caso de incumplimiento, ROSNEFT tendría un
control casi mayoritario de CITGO. Esto coloca a Rusia dentro del tablero del
juego venezolano y del Caribe.
Según el congresista republicano Duncan, “Rusia se
podría convertir en el segundo mayor propietario extranjero de la capacidad de
refinación estadounidense”. El exiliado venezolano Roger Santodomingo, del
Centro para el Desarrollo y la Democracia de las Américas[1], sostiene que “los rusos no quieren
quedarse colgados con CITGO y buscan sustituir ese colateral por control sobre
campos petroleros venezolanos” Ambos son escenarios complicados que colocan a
Rusia o dentro de EEUU o dentro de la Cuenca del Caribe.
Las posibles represalias de Washington contra
Venezuela por haber efectuado elecciones para una asamblea constituyente sin el
voto mayoritario de la población, podría tener un “impacto potencial en los
envíos de petróleo a los EEUU, del que Venezuela es el tercer mayor proveedor
después de Canadá y Arabia Saudita” [2].
El escenario militar
Existen negociaciones entre Rusia y Nicaragua, Cuba
y Venezuela, para establecer bases navales, según el ministro ruso de defensa
Shoigu.[3]. Del otro lado el comité de asuntos
extranjeros del Capitolio propuso la ley Nicaragua[4] para presionar al país centroamericano por su
apoyo a Venezuela y Cuba. Es una manera de “limpiar la casa” de regímenes
adversos. Antes fueron Honduras, Paraguay, Argentina y Brasil. Ahora se coloca
a Venezuela al medio de intereses contrapuestos de EEUU con Rusia al igual que
en Siria, Irak, Libia, y Qatar.
China es un nuevo jugador que aumentó su participación
en el mercado de Venezuela entre el año 2000 y 2015, cuando pasó del 0.98% del
total de sus importaciones y el 0.069% de sus exportaciones, al 14.1% y 14.5%.
Es un gran socio comercial petrolero aunque su mirada de largo aliento está en
sus metales raros estratégicos -como el cerio (Ce), dysprosio (Dy), erbio (Er),
europio (Eu), gadolinio (Gd), holmio (Ho), lanthano (La), entre otros- sobre
los cuales tiene un quasi monopolio mundial, utilizados en equipos de alta
tecnología.
Finalmente el peligro más grande es la sustitución
estadounidense de la política exterior por la fuerza militar que se aprecia en
las prioridades del presupuesto nacional presentado y la fuerte presencia
militar en su administración. Es inaceptable que los problemas políticos
internos de un país se definan por la pugna entre los tres poderes mundiales.
Debe rescatarse el principio de la no intervención.
- Oscar Ugarteche es Investigador titular
IIEC-UNAM/SNI coordinador del proyecto Obela
- Armando Negrete es Webmaster del proyecto Obela
[3]http://www.infodefensa.com/latam/2014/03/01/noticia-rusia-negocia-apertura-bases-militares-caribe.html
URL de este artículo: http://www.alainet.org/es/articulo/187343
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