31/08/2017
El programa Beca 18, creado en el año 2012, se
encuentra siendo objeto de diversas observaciones. Estudiantes que no lograron
acceder a la beca prometida han denunciado que por una serie de
interpretaciones técnicas no han podido acogerse a los beneficios del programa
a pesar de haber sido seleccionados.
Sin embargo, uno de los cuestionamientos más
intensos de este programa es el referido al presupuesto programado para Beca
18, el cual ascendió a 927 millones de soles para el año 2016.
Al respecto, el exministro de Educación, Nicolás
Lynch cuestionaba este monto. En un artículo publicado en septiembre de 2016 en
Otra
Mirada, manifestaba:
“Beca 18 es el programa estrella del Programa
Nacional de Becas y Crédito Educativo PRONABEC supuestamente diseñado para que
jóvenes de escasos recursos accedan a una educación superior de calidad. Es un
programa del gobierno de Humala que empezó el año 2012 y que el 2016 ha contado
con un presupuesto de 927 millones de soles.
¿Para qué un programa de becas cuyo objetivo es el mismo de las universidades públicas cuya característica es ser gratuitas y entre las que, además, se cuentan las de mayor calidad en el país? ¿Para qué el absurdo de destinar un presupuesto que llega al 21% del total del presupuesto de las universidades públicas y al 37% de lo que da el Tesoro Público para una actividad paralela y externa a las universidades, dirigida por el Poder Ejecutivo?”
Actualmente, la directora ejecutiva del Pronabec,
Marushka Chocobar ha señalado que la idea es mejorar esa repartición del
presupuesto. En declaraciones a la prensa ha manifestado que en el 2017, se ha
entregado 5 mil becas del programa Beca 18. Asegura que si bien antes, el
presupuesto de este programa era 90% para universidades privadas y 10% para universidades
públicas, se ha logrado -afirma- que este año sea de 60/40 y para el próximo
año se espera alcanzar el 50/50.
Cabe recordar que en el 2012, durante los primeros
100 días del programa Beca 18 se tenía previsto reforzar presupuestariamente y
en equipos a las universidades nacionales para poder direccionar a los posibles
becarios a esas universidades. Ese componente fue retirado por el representante
del Ministerio de Economía en el Consejo Directivo que trabajo la
implementación del plan.
Pese a los esfuerzos que señala Chocobar, el diseño
final del programa le da a los postulantes la posibilidad de escoger a qué
universidad quieren ir, por eso uno de los requisitos para aplicar a la beca
era tener la aceptación de la universidad, lo cual dificulta el
direccionamiento a las universidades nacionales, lo cual genera una causa más
que comprueba el planteamiento que presentamos a continuación.
Ejercicio numérico
OtraMirada encontró dos documentos importantes, presentados por Pronabec. Uno de ellos es la Memoria Institucional 2012 al 2015, y la Memoria Gráfica: 100 mil becas, publicado en el año 2016.
En ambos documentos se encuentran todas las cifras
del programa y del Pronabec en general, donde se revelan entre otras cosas los
montos invertidos para Beca 18 en universidades privadas y estatales.
Además, también accedimos a la “Evaluación de
diseño y ejecución de presupuesto de: Programa Nacional Beca 18 del Programa
Nacional de Becas y Crédito Educativo”, realizado el año 2015 por los
especialistas Geoffrey Cannock, Raúl Andrade Ciudad y Paul Neira del Ben, a
pedido del Ministerio de Economía y Finanzas.
En dicho informe, evalúan los pro y contra del
programa, además del uso del presupuesto para el desarrollo del mismo.
Utilizando estos tres documentos y los informes de
Transparencia Económica del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) respecto al
presupuesto otorgado en el 2016 a las Universidades Estatales hicimos un cruce
de datos para generar la información que ahora presentamos.
Usando como base el Top Ten del Ránking QS World
2015 (presentado por Pronabec en su memoria “100 mil becas”) encontramos que de
las 10 universidades mejor colocadas en el país dentro de ese listado, solo dos
son universidades estatales (San Marcos y la UNI) las cuales han logrado tener
110 y 49 beneficiarios de la Beca 18. Mientras, las 8 restantes son centros de
estudios privados, donde la Universidad San Ignacio de Loyola logró colocar
3285 becas, obteniendo financiamiento del Estado para ello.
Un dato adicional: las 10 universidades están en
Lima.
Siguiendo ese mismo listado, encontramos que existe
un costo aproximado de los estudios totales por becario. Este monto aparece en
la memoria 2012 -2015, donde incluyen los costos por estudiante de la misma
región, misma provincia y también si proviene de una región distinta.
Para el ejercicio en mención tomamos solo el costo
del becario si es que pertenece a Lima y estudiará en las universidades limeñas
del Top Ten.
En los cuadros presentados por Pronabec, solo 6
universidades de las “top” se encuentran en esta tabla, que refleja un
resultado presupuestal de 739 millones 813 mil 211 soles.
Confrontemos ahora esta cifra frente al presupuesto
otorgado a las seis universidades estatales que menor cantidad de dinero
recibieron el año 2016.
El monto es de 32 millones 29 mil 604 soles. Un
monto mucho menor a los 739 millones que se llevan las 6 universidades privadas
mencionadas líneas arriba. Entonces, volvemos a la pregunta inicial ¿por qué
invertir tanto en universidades privadas que tienen sus propios recursos en vez
de fortalecer la economía de las universidades estatales menos
favorecidas?
Podríamos ensayar una respuesta señalando que el
programa social que inició en el 2012, se convirtió en un programa encubierto
de financiamiento, con dinero de todos, para las universidades privadas,
dejando de lado a la educación superior universitaria estatal que debería
beneficiarse con estos recursos.
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