lunes, 28 de agosto de 2017

¿QUÉ SON LAS COMUNAS Y QUÉ RELACIÓN TIENEN CON EL SOCIALISMO DEL SIGLO XXI? (1)




Wilder A. Sánchez Sánchez

Hay algo que casi todo el mundo desconoce porque muy pocos han escrito sobre ello y la gran mayoría de medios de comunicación no lo han dado a conocer ni lo anuncian ni en noticias; sin embargo, tiene muchísima trascendencia porque constituye el germen de la sociedad que el extinto Presidente Hugo Rafael Chávez Frías definió como socialismo del siglo XXI y que habrá de sustituir a la actual sociedad capitalista en Venezuela.  Ese “algo” del que casi no se habla son los consejos comunales y las comunas.

En esta serie de mensajes se irán difundiendo algunos de los pocos artículos y noticias al respecto.  Hoy comenzamos por un artículo o reportaje de Mario Vallejo, publicado hace casi 4 años y medio en la página web de Radio Televisión Española (RTVE).  ¿Quiénes los conforman, en qué consisten, cómo funcionan y de qué se encargan los consejos comunales y las comunas?  Mario Vallejo da respuesta a estas interrogantes acerca de estas máximas expresiones de poder popular y embriones de socialismo (aunque a la fecha existen muchas más que las que señalaba el autor a inicios de marzo del 2013).

Quienes consideran que en Venezuela existe una dictadura (incluyendo políticos de ciertas organizaciones de izquierda), debieran leer el artículo de Vallejo para que comprendan que en ese país se están dando formas de democracia y poder popular que superan con creces los estrechos marcos de la democracia burguesa.

Los consejos comunales, las comunas y otras formas de democracia, de poder popular y de células de la nueva sociedad en construcción no están consagradas en la Constitución venezolana actual, que data de 1999, pues han ido surgiendo mucho después, por lo que es muy previsible que la Asamblea Nacional Constituyente los incorpore como pilar fundamental del Estado y de la sociedad en la nueva Constitución, que comenzará a ser redactada desde este lunes 28 de agosto.  Esto explica en parte la desesperación y la furia que ha desatado la ANC en el imperialismo y las oligarquías latinoamericanas, y la arremetida contra el proceso sociopolítico en ese país, recurriendo al desabastecimiento de productos básicos, barricadas en las calles, asesinatos, acciones terroristas, ataques paramilitares a la Fuerza Armada, presiones “diplomáticas” y expulsiones, amenazas de intervención militar extranjera y últimamente el bloqueo financiero que acaba de dictar Donald Trump, con el que pretende el colapso de la economía, la crisis humanitaria y el pretexto para una intervención internacional supuestamente “humanitaria”.

Después del referido artículo se transcribe una noticia que da cuenta cuáles son las 21 comisiones de la Asamblea Nacional Constituyente y un artículo de Iván Padilla Bravo, ambos publicados en la web venezolana Aporrea.

28.8.2017



El 'poder popular' de Venezuela: las comunas que buscan el socialismo más allá de Chávez

·     Unas 250 colectividades muy organizadas son un pilar de la revolución
·     Asumen la gestión de servicios básicos sobre principios de sostenibilidad
·     La descentralización se enfrenta a resistencias en el estado tradicional

05.03.2013 | actualización 03h40
MARIO VALLEJO

El proceso revolucionario liderado por Hugo Chávez tiene su pilar más fuerte en las comunas, una forma de democracia directa a nivel local que financia el estado y que, independientemente del nuevo escenario tras el fallecimiento del presidente de Venezuela, pueden representar un papel clave en la política del país.

Las comunas, organizaciones de vecinos bastante desarrolladas y que han asumido servicios básicos, son la mayor expresión del famoso socialismo del siglo XXI que ha predicado el presidente venezolano desde que llegó al poder a finales de los años 90.

Pero su desarrollo, contemplado en diversas leyes, es lento -como suele ocurrir en cualquier proyecto de democracia directa, en el que cuenta la opinión de todas las personas-. De hecho, nada más ganar las elecciones presidenciales de octubre, Chávez criticó públicamente a su gabinete por no haber impulsado suficiente ese modelo. “Comuna o nada, o si no, ¿qué es lo que hacemos aquí?”, se preguntó durante un consejo de ministros en el que encargó a su delfín Nicolás Maduro impulsar el “poder popular”.

“Nicolás, te encomiendo esto como te encomendaría mi vida”“

“Nicolás, te encomiendo esto como te encomendaría mi vida”, le dijo en directo en la reunión televisada. Y eso que, paradójicamente, el desarrollo de las comunas debe restar peso a las estructuras tradicionales del estado y al propio líder.

Aunque hay un ministerio propio para ese fin (Ministerio del Poder Popular para las Comunas y Protección Social), la iniciativa corresponde obviamente a la sociedad.

Las comunas, esencia del poder popular

La forma más básica son los consejos comunales, asambleas de barrio en la que los vecinos se unen no solo para hacer reivindicaciones, sino para llevar a la práctica algunas de ellas. De esta forma, y más allá del simple apoyo mutuo, los colectivos crean desde bibliotecas o centros sociales, hasta proyectos complejos, como un ambulatorio. Para ello evalúan las necesidades propias, se organizan en comisiones de trabajo, presentan un proyecto y, si es “sostenible” y el beneficio revierte en la comunidad, este recibe financiación del estado [documento oficial sobre el procedimiento, en pdf].

Y es algo que va más allá del cooperativismo, la forma de producción más social dentro del capitalismo y que se favoreció mucho en Venezuela hasta 2008. “Las empresas que se generan son parte de la misma comunidad, no solo del grupito que las fomenta”, explica a RTVE.es el geógrafo venezolano Hernán Zamora.

“Tradicionalmente se seguía este esquema: me reúno, planifico y pido al gobierno que haga las infraestructuras. Con este sistema es diferente: me organizo para identificar necesidades y veo cómo, desde la actividad productiva, me incorporo a la resolución de esas necesidades”, explica el experto, que usa la primera persona del singular para destacar el protagonismo de todos los participantes.

El siguiente ámbito territorial del poder popular es la comuna, de las que hay unas 250 en todo el país. En cada una se reúnen voceros (portavoces) elegidos por los consejos comunales de cada barrio junto a otros colectivos (asociaciones culturales, deportivas, gremiales...) de ese territorio, normalmente una ciudad pequeña o una zona de una ciudad grande.

Un proyecto ejemplar: Ataroa

Es el caso de la comuna Ataroa, que reúne a medio centenar de consejos comunales del sur de Barquisimeto (la cuarta ciudad más grande de Venezuela) y otros tantos colectivos sociales, y donde, entre otras pequeñas empresas, se ha formado una de ladrillos (bloquera) que provee de material a las obras que se hacen en esos barrios.

Otros proyectos no entran en el terreno productivo, pero no son menos ambiciosos. Por ejemplo, la comuna ha asumido la gestión de un sistema de transporte urbano con ocho autobuses, o la de una televisión, Lara TV, en la que participa Gerardo Rojas, que explica a RTVE.es su trayectoria política hasta llegar a formar parte del Parlamento de Ataroa en nombre de ese colectivo.

Empezó a manifestarse cuando estudiaba secundaria a finales de los 80, en un momento de gran represión en el país (Caracazo) y de políticas liberales “que tenían al límite a la población”. Entonces montó una biblioteca con otros compañeros en su barrio, La Carusieña, donde había tradición de organización social, y el proyecto deriva en la creación de una radio comunitaria que, a finales de los 90, impulsa el debate ciudadano que Chávez plantea cuando llega al poder y plantea la redacción de una nueva constitución.

Desde entonces, la organización social "ha crecido en paralelo” al Gobierno socialista y “algunas comunidades han transformado totalmente su vida”, explica Rojas, que apela también a una “dinámica histórica en la que la gente resuelve naturalmente sus problemas”. Con todo, la experiencia no ha estado exenta de problemas internos y externos, pugnas por acaparar cierto poder, burocracia, y conflicto con otras instituciones del Estado.

El estado Lara, al que pertenece Barquisimeto, está gobernado por un exchavista, Henri Falcón. Desde las filas de la oposición, el rechazo al modelo es cada vez mayor. “Es importante que el país sepa que las comunas no son el pueblo organizado, sino mecanismos para que un partido político controle la vida de todo nuestro pueblo; y eso es ilegal”, dijo hace poco el excandidato presidencial Henrique Capriles. Sin embargo, la organización en consejos comunales es habitual también en barrios opositores.

En total, el Consejo Federal de Gobierno destina entre un 18 y 25% del PIB, procedente de los ingresos por el petróleo, a las iniciativas de sociedad civil, organizada en consejos comunales o a través de las instituciones tradicionales (alcaldías) y gobernaciones.

Con todo, en el hipotético caso de que la oposición se hiciera con el poder, el sistema no sería fácilmente reversible: más allá de derogar numerosas leyes, y de enfrentarse a unas comunidades muy politizadas, estaría el problema de la gestión de los servicios que estas han asumido y que el estado nunca había prestado allí. No en vano, algunas de estas personas no tenían ni carné identidad (ciudadanía) ni derechos de ningún tipo, ni siquiera educación.

"Yo no veo inviable la consolidación del estado comunal, pero sin duda alguna que es un poco difícil porque son procesos que no se decretan. Lo que seguro que va a haber es un gran esfuerzo para que esa meta se logre y, si no se logra, por lo menos se va aproximando”, ha dicho a Efe el politólogo Nicmer Evans, quien también alude al sitema como un "procedimiento generado naturalmente" por la tradición organizativa de la ciudadanía venezolana.

Las complejas relaciones institucionales

Para evitar duplicidades, las solicitudes de financiación se hacen a través de una misma aplicación informática. “No es lo eficiente que se desea, pero está empezando y ya hay experiencias muy interesantes”, afirma el doctor, que ha participado en proyectos gubernamentales en esta materia.

Se trata en definitiva de encontrar un equilibrio de competencias, que quizá haya encontrado su máxima expresión en Carora, también en Lara, donde la alcaldía ha cedido grandes atribuciones y recursos a la comuna. Una descentralización ejemplar que se estudia en otros países latinoamericanos.

Una anécdota puede explicar esta fase de “coexistencia medianamente pacífica”. Zamora cuenta que propuso a una funcionaria del Gobierno colgar en internet toda la información disponible para que las comunidades pudieran hacer la evaluación técnica de sus propios proyectos, con criterios profesionales; y que la empleada le respondió: “¿Y entonces cuál va a ser mi trabajo a partir de ahora?

“Es la contradicción entre el Estado que hay y el que se quiere construir”, el ideal socialista, concluye. Un proceso que lleva 14 años en marcha, pero que tiene un largo camino por delante para cambiar una economía basada en el petróleo por otra sostenible y centrada en el bienestar.

Con Chávez o sin él, el proceso bolivariano se enfrenta al reto de desarrollar en paralelo, con sus choques y contradicciones, el estado socialista y el poder popular.




Asamblea Nacional Constituyente funcionará con 21 comisiones

Por: Agencia Venezolana de Noticias (AVN) | Jueves, 24/08/2017 07:31 PM 

Caracas, 24 Agosto.- La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) funcionará con 21 comisiones, que se encargarán de abordar temas inherentes a la economía, política, soberanía y justicia.

1. Comisión Constitucional: se encargará de la elaboración el anteproyecto de exposición de motivos de la Constitución relacionando el nuevo texto con la Carta Magna de 1999.
2. Comisión de participación popular: será la encargada de fomentar y canalizar las propuestas del pueblo que vayan dirigidas a la Asamblea Nacional Constituyente, por lo cual, se debe garantizar la mayor participación ciudadana.
3. Comisión de economía diversificada y productiva: se encargará de organizar, coordinar la ruptura definitiva del modelo petrolero, el perfeccionamiento del modelo económico a uno mixto y diversificado que implique además la constitucionalización de las misiones y grandes misiones para la profundización del Estado de democracia, de derecho y justicia.
4. Comisión de soberanía, integración y relaciones internacionales: esta comisión estará destinada a redactar lo referente a la soberanía política, economica y territorial, la inmunidad, la independencia y la paz de Venezuela orientado hacia la concepción de un mundo pluriporal y multicentrico amante de la integración latinoamericana y caribeña.
5. Comisión pública nacional: evaluará la estructuración del poder público nacional
6. Comisión de justicia, transparencia y tutela efectiva: evaluará en todo su extensión el sistema de justicia, la carrera judicial, la independencia, la justicia de paz y las formas alternas a la resolución de conflictos.
7. Comisión para la convivencia pacifica
8. Comisión de Derechos Humanos y garantías constitucionales
9. Comisión de comunicación e información
10. Comisión de misiones y grandes misiones sociales
11. Comisión de los derechos y garantías de la juventud
12. Comisión de la mujer y equidad de género
13. Comisión de las personas con discapacidad
14. Comisión de los adultos mayores y pensionados
15. Comisión de educación, ciencia y tecnología
16. Comisión de identidad cultural
17. Comisión para la protección integral del ambiente y una cultura ecológica para el derecho al ambiente y la calidad de vida
18. Comisión de los derechos para la diversidad humana, étnica, religiosa y de género
19. Comisiín del sistema de defensa y de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)
20. Comisión de los pueblos indígenas
21. Comisión para la consolidación de la democracia participativa




Quinto Malo
¿Qué le importa el Estado al Poder Popular?

Por: Iván Padilla Bravo | Viernes, 25/08/2017 02:01 PM

Mucho. El Poder Popular no es una entelequia. Es, en Venezuela, el protagonista consciente y organizado, de sus destinos. Aún así, es importante puntualizar algunos elementos. Sobre todo porque el Estado venezolano sigue siendo de clases y su estructura está determinada, por ahora y en última instancia, por la clase dominante, por los dueños de los medios de producción, por el capitalismo. Sobre todo porque nuestra propuesta de sociedad socialista –con sello de identidad Bolivariana y Chavista- aunque ha definido en la Constitución de la República Bolivariana, líneas general de "navegación" hacia un Estado de nuevo tipo, éste no existe aún.

Solamente la actual Asamblea Nacional Constituyente, en funciones plenas, en consulta popular masiva, participativa y protagónica, consulta, legisla y continuará haciéndolo para definir al Estado de nuevo tipo, a ese Estado que sentará los cimientos para la necesaria transformación cultural, radical, en pensamiento y valores, para producir, distribuir y consumir bajo principios de igualdad, bajo principios socialistas.

Bueno es recordar que la figura del Estado está contemplada como institución de "equilibrio" o conciliación de clases. El Estado sólo es imaginable en sociedades de ese tipo. En la última y más perversa de las sociedades de clases, en el capitalismo, el Estado ha adquirido un nivel de desarrollo tal que es allí donde se conjugan los aparatos políticos, económicos y militares con los que el filósofo francés Louis Althusser denominó "aparatos ideológicos" (como la escuela y la iglesia, entre otros). Represión y consenso establecen una armónica relación de complicidades para el dominio y la hegemonía, característicos del capitalismo.

Por eso es que cuando el Poder Popular desarrolla sus propuestas de acción revolucionarias y contrahegemónicas, lo hace pensando en una sociedad sin clases y, por consecuencia sin Estado. El referente utópico comunista, aparece así mediado por una transición entre la vieja sociedad que está muriendo y la que se está gestando. En ese período se avanza en socialismo, lo cual es una incipiente construcción en la formación social venezolana.

Es el Comandante Hugo Chávez, con su propuesta y victoria Constituyente de 1999, quien mayores pasos de avance y profundización ha logrado dar en Venezuela, en unos 200 años de vida republicana. Sus ideales Bolivarianos junto a la identidad de clase proletaria (y campesina) que siempre le caracterizaron como individuo, ayudaron al diseño de una Constitución como la vigente en nuestra 5ª República. Y, aunque esa Carta Magna en ninguna parte menciona la soñada sociedad postcapitalista como socialista, sin embargo, la fórmula bolivariana de "la mejor forma de gobierno" le impulsa a proponer y desarrollar nuevas formas de organización y funcionamiento del Estado, como las fundamentadas en las distintas Misiones sociales y en decisiones sobre el aparato represivo de éste, al cual se le prohíbe expresamente el uso de la fuerza para el control del orden público, entre otros actos atenuantes como la condena a la discriminación y la búsqueda de equilibrio legal para las sanciones.

Las presiones imperiales de poder económico y político internacional se arrecian contra Venezuela en un deseo por frenar toda reforma del Estado que atente contra los intereses de clases de los dominadores capitalistas y, por supuesto, que impidan el establecimiento de un Estado de transición a la sociedad Comunista, como la denominada socialista.

Esa última es la causa fundamental del poco desarrollo socialista en Venezuela, pese a las propuestas gubernamentales iniciadas por Hugo Chávez y continuadas por Nicolás Maduro, en el ejercicio constitucional de sus mandatos en la 5ª República con orientación de la Constitución promulgada por el pueblo venezolano desde 1999.

Hoy entendemos que la elección de la Asamblea Nacional Constituyente, basada en el poder originario del pueblo, concede la potestad a ese suprapoder constitucional, para incorporar decisiones y leyes en beneficio del mejor vivir venezolano, de la soberanía económica, judicial y comunicacional, entre otras fuentes de fortalecimiento socialista del Estado de nuevo tipo.

Entonces, cuando nos preguntamos ¿qué le importa el Estado al Poder Popular?, la respuesta aquí argumentada es ¡Todo! El Poder Popular, cuando se le consigue una subordinación que le invisibiliza como tal y se impide su organización consciente –como ocurrió durante todos los casi 200 años de padecer la IV República- es muy difícil que tenga interés por el Estado. Si acaso llega a tener interés por los gobernantes y sus efímeras acciones pero no exactamente por el Estado. El interés del Poder Popular por el Estado, es un interés de clase. No es el interés por el cambio de gobernantes, sino por el cambio radical de sociedad. Es un interés revolucionario. Es el interés por alcanzar un nuevo Estado y, sobre todo, una sociedad nueva.


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