28 de julio de 2015
Estimado
Gonzalo:
Intentaré ordenar algunas ideas
dispersas para continuar analizando algunos aspectos de la actual situación
mundial, y sus implicancias en la evolución del movimiento social en el país.
1.- Dos artículos sobre la realidad
griega.-
El comentario Los 80.000 millones que necesita Grecia están en Suiza…y son griegos,
que compartiste conmigo el pasado domingo 19,
aporta informaciones importantes para comprender las causas reales de lo que
está ocurriendo en Grecia (todavía no ubico el nombre del autor del comentario ¿?)
Igualmente, te recomiendo revisar un
reciente texto publicado en la edición dominical del día 19 de julio del diario
El Comercio, en cuyo suplemento Portafolio, pags. 12 y 13, aparece un
extenso artículo titulado Salvaron a los
acreedores,....no a Grecia, escrito por
Dimitris Hatzopolus, actual
embajador de la República Helénica en el Perú. Me llamó la atención, e incluso me sorprendió, que el director de El Comercio
haya dejado pasar ese artículo, escrito de una manera tan descarnada y poco
habitual en sus ediciones diarias (como
archivo Adjunto te enviaré copia en pdf de las dos hojas de este artículo).
Sobre el tema de Grecia, también
recomiendo ordenar, revisar y comentar varios de los artículos selectos que viene divulgando el blog Tacna Comunitaria.
Comenzando por la relectura de los dos
artículos anotados más arriba, sería conveniente intentar ordenar o reordenar, algunos
conceptos que se vienen difundiendo muy a la ligera sobre dos aspectos muy
importantes de la actual realidad mundial. Pero previamente recomiendo la
revisión de los dos textos teóricos que indico a continuación.
2.- Dos textos recomendados con conceptos teóricos.-
En los últimos tiempos, en la prensa
mundial se vienen publicando muchos artículos sobre la llamada “crisis
financiera”, y sobre la llamada “crisis
griega”.
Pero bien mirado, lo que actualmente
viene ocurriendo en el mundo capitalista desarrollado no es solamente, y ni
siquiera principalmente, una “crisis financiera”, denominación a la cual
incluso se le viene agregando la expresión superlativa “crisis terminal”. Por
mi parte, considero que lo que viene ocurriendo es una nueva crisis económica. Éste es un concepto
más amplio, que engloba tres procesos interrelacionados
entre sí. En primer lugar la crisis de
producción, en segundo lugar la crisis comercial, y en tercer lugar la
crisis del comercio del dinero y los valores. Se supone que esta última vendría
a ser la llamada “crisis financiera”.
De esos tres procesos, el primero (la crisis
de producción) es la base de los otras dos; y a su vez, la crisis de producción
en forma conjunta con la crisis comercial son la base conjunta que determina el
desarrollo de la crisis del mercado del dinero y los valores.
Para no incurrir en ligerezas de
carácter teórico, recomiendo revisar la Carta
de Federico Engels a Konrad Schmidt del 27 de octubre de 1890 (incluida en
las Obras Escogidas de Marx, Engels, pag. 719), en la cual el autor explica de
manera ordenada y sencilla como entender la evolución del mercado del dinero y
los valores.
De manera similar recomiendo revisar los
primeros párrafos del capítulo El
capital financiero y la oligarquía financiera, capítulo III del folleto El Imperialismo, Fase superior del
capitalismo, en el cual Lenin comenta y critica un párrafo del libro El Capital Financiero escrito por el destacado
teórico socialista alemán Hilferding.
La lectura de ambos textos nos
suministra conceptos teóricos fundamentales para comprender certeramente el trasfondo de
la actual situación económica mundial. Superando la desviación dogmática
exageradamente saturada de abundantes citas sacadas del contexto de la realidad
del momento, desviación que predominó en
nuestra literatura política en las décadas pasadas, me parece muy bien que ahora
prestemos la debida atención a la evolución de “los hechos concretos” que
vienen ocurriendo en el presente. Esta superación del doctrinarismo está muy
bien, hay que seguir estimulándola, pero
si exageramos, corremos el riesgo de errar en nuestras conclusiones, si
sobrevaloramos unilateralmente algunos aspectos de la realidad presente que
son de carácter secundario. Justamente, para estar prevenidos contra esta otra desviación
de carácter empirista, periódicamente debemos revisar algunos textos
teóricos, como los dos textos señalados anteriormente, uno de Engels y el otro
de Lenin.
3.- La “crisis financiera”.-
Considero que la llamada “crisis financiera”
de la cual se habla mucho en los últimos años, solamente es un síntoma de la última crisis
económica, es un síntoma de la crisis económica más larga y más profunda de toda
la historia del capitalismo mundial, crisis que están atravesando los países capitalistas
desarrollados desde el tercer trimestre del año 2007, y que ya superó en
duración y profundidad a la Gran Depresión
de los años ‘30 del siglo pasado.
Además, considero que la presente crisis económica de comienzos del siglo XXI, al igual que la
gran crisis económica de la década de 1930, no es una “crisis mundial” (y mucho
menos una crisis “universal”, a mí no me ha llegado información de que también
exista crisis en Marte o en otro planeta del universo), sino que esta crisis es
una
crisis sectorial o regional, que hasta el presente está englobando solamente a “una parte del mundo”, precisamente a los
países capitalistas más desarrollados, cuya ubicación geográfica está en
Europa, América del Norte y Japón, es decir en el hemisferio norte.
La gran crisis económica de la década
de 1930 no fue una “crisis mundial” como erróneamente se sigue escribiendo en
muchos libros de historia, y no fue crisis mundial porque no afectó ni englobó a
“todos los países del mundo”. Tal fue el
caso de excepción de la economía
soviética, que por el contrario, durante
esos años dio un gran salto adelante (primer y segundo plan quinquenal). Esa
crisis de la década de 1930 tampoco englobó a amplias regiones de los países
atrasados del hemisferio sur. Por ejemplo, en el caso peruano, la gran crisis de
la década de 1930 afectó el crecimiento capitalista en las ciudades costeras y en algunas ciudades de la sierra (La Oroya, Cerro de Pasco, etc.) que
ya estaban integradas al mercado mundial. Pero los efectos de la crisis no se sintieron en las
zonas rurales de la mayor parte de la sierra y de la selva, e incluso en
algunas provincias de la costa, que eran zonas que todavía no estaban
integradas al mercado mundial, las cuales continuaron creciendo en su
producción agrícola e industrial, orientadas básicamente al autoconsumo o al
mercado interno de alcance local o
provincial. El libro Aprendizaje del
capitalismo del historiador y economista Carlos Contreras aporta
información al respecto, recomiendo revisarlo.
La gran crisis económica de inicios del
presente siglo tampoco se está desarrollando como una “crisis mundial”, sino
como una crisis sectorial o regional (casi hemisférica, pero no mundial). Después
de ocho años de iniciada la última crisis, continúa cumpliéndose la hipótesis del “desacople” que algunos teóricos esbozaron en los años 2008 y
2009.
En la mayoría de los países
capitalistas desarrollados (Europa, América del Norte y Japón) la evolución de la tasa de
crecimiento de la producción social global (PSG) en los últimos años está por
debajo de la tasa de crecimiento de la
población de esos países, y el paro forzoso está alcanzado índices muy altos. El
desempleo juvenil en España y Grecia es del orden del 50%, y en Italia,
Portugal y Francia ya superó el 30%.
Mientras que, por el contrario, en la
mayoría de países atrasados en su evolución capitalista (ubicados principalmente
en Asia, Nuestra América y África, es
decir en el hemisferio sur) la tasa de crecimiento de la PSG se continua desarrollando
por encima de la tasa de crecimiento de la población de estos países, y
se expresa de manera evidente en el
crecimiento del PBI/per cápita. Aparte de China y Rusia, países que
demandan un análisis y comentario
especial, en muchos países del mundo, durante el último decenio, no obstante la
crisis de las grandes potencias económicas, ha continuado el crecimiento
capitalista, entre ellos destacan India, Brasil, Sud África, Pakistán,
Corea, Indonesia, Chile, Colombia,
Bolivia, y también Perú.
Un análisis concreto, país por país, y
región por región, de la evolución económica en estos países durante el último decenio, nos llevará a un necesario
cuestionamiento y replanteamiento de algunos de los conceptos que actualmente
se vienen divulgando muy a la ligera. Sin este análisis concreto, corremos el
riesgo de seguir repitiendo “estribillos” tremendistas sin ningún sustento
serio.
Me parece que la cuestión más importante y a la vez determinante
de la actual crisis económica de los países capitalistas más desarrollados es la
crisis de superproducción relativa que se está dando en numerosas ramas de la economía capitalista, crisis
que ha arrojado al paro forzoso a varias
decenas de millones de trabajadores asalariados en los países de Europa, del Norte de América y el Japón. Este es el
problema de fondo. La crisis comercial y la crisis financiera son reflejos o
síntomas de ese problema básico.
Las diferentes manifestaciones de
crisis comercial y de crisis financiera que logramos observar en el último
decenio, en última instancia son consecuencias de la crisis de superproducción
relativa, y a su vez estos dos síntomas (la
crisis comercial y la crisis financiera) amplían y agravan la crisis de superproducción.
Por ejemplo, los nuevos “préstamos” que
se están negociando para supuestamente “aliviar” la llamada crisis griega, no
tienen como objetivo reanimar la producción, disminuir el paro forzoso y
atender las necesidades básicas de la población griega, sino que tienen como
objetivo principal pagar las deudas atrasadas a la banca internacional, deudas que
se han venido acumulando en las últimas décadas.
4.- La “crisis griega”.-
La realidad griega tiene sus propias
particularidades que la diferencian de lo que viene ocurriendo en otros países.
Un sucinto análisis comparativo con algunos aspectos de la realidad peruana nos
podría ayudar a comprender mejor lo que realmente viene ocurriendo en ese
lejano país.
GRECIA
|
PERU
|
|
Extensión (km2)
|
132.000
|
1.285.200
|
Población (hab)
|
10.775.560
|
30.814.180
|
PBI (millones de dólares)
|
284.251
|
376.726
|
PBI por habitante (US$/hab)
|
25.860
|
16.680
|
Con este elemental ejercicio de “relativismo
histórico” podemos observar la notoria diferencia entre estas dos realidades.
Grecia tiene un tamaño equivalente a solamente 1/10 del tamaño de Perú, y su población es
aproximadamente 1/3 de Perú.
Pero, paradójicamente, el PBI de Grecia
es aproximadamente el 75% del PBI del Perú, y su PBI/per cápita es 1.6 veces el
PBI/per cápita del Perú.
El Perú es un país diez veces más extenso que Grecia, y a la vez tres veces
más poblado; pero la PSG del Perú en términos absolutos es solamente 1.33 veces
superior a la PSG de Grecia, y en términos relativos el PBI/por habitante de
Grecia es 1.55 veces superior al peruano.
Tenemos que preguntarnos cuales son las
causas de esas diferencias relativas entre estas dos realidades diferentes. En
una primera aproximación podemos estimar
lo siguiente:
1.-
En Grecia la productividad del trabajo es mayor que en Perú,
2.-
En Grecia la composición orgánica del capital es superior que en Perú, la
composición orgánica del capital está dada por la relación existente entre el
capital constante y el capital variable,
3.-
En Grecia la tasa de plusvalía es superior a Perú, la tasa de plusvalía es la
relación existente entre la plusvalía y el capital variable,
4.-
En Grecia el nivel medio de vida de la población es (o era) superior al Perú,
5.-
Y así, sucesivamente, tendríamos que seguir obteniendo información de hechos
concretos que expresen la realidad
griega en comparación con nuestra propia realidad.
El Perú sigue siendo uno de los principales países productores de
cobre, zinc, plata, oro, y otros minerales. Hasta ahora no estoy informado de cuáles
son los principales recursos naturales disponibles en Grecia. Pero si es conocido que Grecia tiene la mayor flota mercante del mundo, lo
cual es una diferencia notoria con nuestro país (en el Perú actualmente no
hay flota mercante peruana, no obstante ser
uno de los países con mayor litoral costero, y uno de los principales países exportadores de materias primas). Esta
particularidad también diferencia a Grecia del resto de países del mundo, incluidos los países
capitalistas más desarrollados y con mayor potencial económico. Las naves con bandera helénica dominan (o
dominaban) el comercio marítimo en el Mar Mediterráneo y también tiene presencia
en otros mares más lejanos. Adicionalmente,
Grecia es uno de los países del mundo que recibe (o recibía) mayores
ingresos anuales por turismo.
Desde el punto de vista estrictamente
económico, me parece que esas dos notorias ventajas comparativas de la economía helénica han sido gravemente afectadas por la actual crisis
de superproducción relativa que está afectando a casi todo el continente
europeo. Al disminuir la producción de mercancías en los países europeos,
necesariamente ha disminuido el comercio, y por lo tanto, también ha disminuido
el servicio de transporte marítimo de mercancías en el ámbito del Mar
Mediterráneo. De manera similar, al disminuir los ingresos de la mayoría de la
población europea, en especial de la numerosa y mayoritaria población de ingresos medios, también ha
disminuido el flujo de turistas a las atractivas costas griegas.
La disminución de los ingresos, por
servicios de transporte marítimo y por servicios de turismo, ha obligado al paro forzoso de amplios
sectores de la población griega dedicados a esas dos actividades. Esta
situación ha tenido como consecuencia
directa disminuir el consumo interno de productos de primera necesidad, y a su
vez, ha obligado a disminuir la producción de mercancías para abastecer esa
demanda interna en declive (básicamente alimentos procesados, ropa, calzado, y
otras industrias ligeras instaladas en Grecia), y también debe de haber afectado
la industria de la construcción de viviendas.
Otra diferencia notoria de la evolución
en los últimos años de Grecia y Perú, es que la economía griega ha disminuido
en un 25% en los últimos cinco años, mientras que la economía peruana
en la primera década del siglo ha estado creciendo a una tasa promedio de 6%
anual, y en los últimos cinco años, no obstante la actual desaceleración, ha continuado creciendo a tasas que fluctúan entre el 4% y el 2%, que siguen siendo tasas positivas, superiores
al 1% anual de la tasa de crecimiento de la población.
En síntesis, en Grecia se está viviendo
una grave crisis de producción, mientras que en el Perú se está atravesando por
un periodo de temporal desaceleración
del último ciclo de crecimiento capitalista (ciclo largo de crecimiento capitalista, reiniciado con las
reformas neo liberales a partir del año 1993).
Un componente importante de la deuda
griega, que debemos tener presente en este análisis, es la deuda externa por las compras desmedidas de armas
suministradas por los fabricantes de Alemania, Francia y EEUU, principalmente por
Alemania. Y precisamente, los banqueros alemanes son los más interesados en “refinanciar”
la deuda griega, para que así les puedan cancelar la enorme deuda contraída anteriormente
por la compra de armas. (En reiteradas oportunidades el diputado euro
comunitario Daniel Cohn Bendit ha realizado denuncias sobre esta grave
situación).
Tenemos pendiente continuar analizando
los aspectos más importantes y significativos de la producción y del comercio en
Grecia, para sobre esa base objetiva
analizar los aspectos financieros; y recién después de ordenados esos datos,
analizar los aspectos políticos y las responsabilidades individuales, y no a la
inversa, como lo vienen haciendo la mayoría de comentaristas.
Este
análisis de carácter predominantemente económico, necesariamente nos aportará
un cuadro general de “las clases sociales y las relaciones de poder en la
Grecia actual”. Y esa base nos permitirá
precisar que clase social detenta el
poder político: ¿la gran burguesía griega, o la burguesía financiera europea,
básicamente alemana?
Con este análisis sustancial, podremos
entender a cabalidad cuál es la contradicción principal en la sociedad griega,
y cuál es el enemigo principal del pueblo griego en la actualidad: ¿la gran
burguesía griega o el imperialismo alemán?
5.- Perspectivas.-
5.1.- En nuestra época, la tendencia mundial de la evolución de
las fuerzas productivas continúa siendo la integración regional, continental y
mundial. Esta es una tendencia irreversible iniciada hace más de 500 años con
el descubrimiento de América, acontecimiento histórico que marcó el inicio de
la época moderna. El inicio de la época contemporánea, a partir del triunfo de
la Gran Revolución Rusa en 1917, no contradice esta tendencia integracionista,
sino que, por el contrario la amplía y profundiza.
Grecia, en la actualidad, necesariamente
tiene que seguir en la Unión Europea (UE) que dirige la Alemania de Merkel;
salvo que algún sector de los gobernantes griegos esté pensando en “retirarse”
de la UE, para integrarse en la futura Unión Euroasiática (UEA) que intenta
dirigir la Federación Rusa de Putin.
Pensar y proponer una tercera opción, de evolución autárquica, autónoma, “nacionalista”, de la
actual Grecia, al margen de las principales
tendencias mundiales de integración, es una utopía anti-histórica, y por lo
tanto resulta siendo una
propuesta reaccionaria, que no merece ser tomada en cuenta.
También me parece que, por ahora Grecia tiene que continuar en el sistema monetario del euro.
Cualquier salida realista en el
presente, sea conservadora, liberal, reformista, radical, o mediatizada, necesariamente
tiene que proponerse partiendo por reconocer esta realidad: Grecia debe continuar
en la UE y mantener el sistema monetario
del euro. Estas dos condiciones no son la solución al grave problema en que se
encuentra el pueblo griego, pero si son
salidas realistas y temporales para superar el actual entrampamiento.
A propósito de soluciones estratégicas
y salidas temporales, recomiendo revisar el capítulo VIII, titulado ¿Ningún
compromiso?, del folleto de
Lenin, La enfermedad infantil del
“izquierdismo” en el comunismo, folleto que en la versión manuscrita
original tenía anotado el significativo subtítulo Ensayo de charla popular acerca
de la estrategia y la táctica marxista, folleto que todo marxista
consecuente debería revisar y estudiar periódicamente. Las soluciones estratégicas,
para los pueblos griego y peruano, europeos
y americanos, ya están planteadas desde hace muchos años atrás, ese no
es el problema principal en la actualidad. En el presente, nuestra preocupación
principal es plantear las salidas tácticas necesarias para poder continuar la
lucha en condiciones desventajosas.
Del
folleto mencionado, en especial recomiendo revisar la crítica que Lenin les
hace a los comunistas de “izquierda” alemanes que “prometían la renuncia
obligatoria e indispensable al Tratado de Versalles”, tratado impuesto por la
burguesía francesa con apoyo de la burguesía inglesa, tratado de carácter rapaz
y sobre explotador, que puso de rodillas
a la Alemania derrotada en la primera guerra mundial. (Sobre las consecuencias
del tratado de Versalles recomiendo revisar los artículos escritos por José
Carlos Mariátegui). En forma clara y contundente, en ese folleto Lenin afirmó:
“en cuanto a la paz de Versalles, no estamos obligados en modo alguno a
rechazarla a toda costa y, además, de modo inmediato. La posibilidad de rechazarla con eficacia depende de los éxitos de movimiento soviético, no
solo en Alemania, sino también en el mundo entero”.
Precisamente de eso se trata en el
problema actual que afronta el pueblo griego. No es cuestión de “rechazarla a toda costa, y
además de modo inmediato”, sino de “rechazarla con eficacia”, lo cual depende
de los éxitos del movimiento socialista, no solo en Grecia, sino también en
Europa y en el mundo entero.
5.2.- El sector más consciente del proletariado y del pueblo
griego (que estoy seguro que existe y
continúa trabajando por “una Grecia nueva en el mundo nuevo”), actualmente debe de estar analizando si es
que en Grecia, e incluso en varios países del sur de Europa, hay condiciones necesarias y suficientes para
una solución
socialista, solución con la cual hoy en día se pueda romper el sistema socialista “el eslabón más débil”, como ocurrió el año
1917 en Rusia.
En caso contrario, si ellos han llegado a la conclusión que “todavía no
han madurado esas condiciones necesarias”,
tanto objetivas como subjetivas, ellos deben
estar esbozando y desarrollando como
alternativa algunas propuestas de reivindicaciones mínimas inmediatas,
para continuar luchando dentro del actual régimen capitalista, con Grecia
dentro de la UE, y con el predominio del euro como moneda.
5.3.- Me parece que el actual problema griego no radica en las
decisiones colectivas del movimiento Siryza, ni en las decisiones personales del dirigente
Alexis Tsipras, o del ex ministro de
economía Varufakis. En última instancia, ellos como cualquier otra persona o movimiento
político, reflejan y expresan, consciente o inconscientemente, las posibilidades y limitaciones de las clases
sociales a las cuales representan.
Considero que hay una gran similitud entre la actual
situación griega, y lo ocurrido en Perú al término de la década de 1980,
coincidiendo con el término del primer
gobierno alanista (1985-1990).
En las dramáticas elecciones generales
de 1990, a diferencia del candidato Mario Vargas Llosa representante del
FREDEMO que abiertamente proponía aplicar el “shock” para regular las deformadas relaciones económicas
imperantes en esos años, el candidato Alberto Fujimori prometió el “No shock”.
Ganadas las elecciones de junio de
1990, y juramentado en el cargo, lo primero que hizo el presidente electo
Fujimori fue aplicar lo más sustancial
del plan de gobierno propuesto por el
FREDEMO, es decir aplicar el dramático “shock”.
Algo
similar está ocurriendo actualmente en
Grecia. En el referendo del 5 de julio el gobernante Tsipras llamó a votar por
el “No a las medidas de austeridad” (No al shock), y a la semana siguiente aceptó la imposición
de la burguesía griega (que contaba con el respaldo de la troika europea) de aplicar el Shock de medidas de austeridad.
A fines de la década de 1980 el Perú
atravesaba la más larga y profunda crisis económica de toda la historia
republicana (grave situación que muchos críticos de las reformas neoliberales se olvidan en el presente) y al
comenzar la década de 1990 necesariamente tenía que plantearse un cambio. Un
cambio radical, ya sea “un cambio desde abajo” dirigido por el proletariado, o “un
cambio desde arriba” impuesto por la burguesía.
Ahora, a 25 años de distancia, nosotros
debemos de preguntarnos seriamente, (y nosotros con mayor razón, porque esa era
responsabilidad de nuestra generación): ¿al comenzar la década de 1990 había
las condiciones objetivas y subjetivas necesarias y suficientes para plantear e
impulsar una solución socialista en Perú?
Si respondemos seriamente esta pregunta acerca del desarrollo de nuestra propia
realidad y de nuestra propia responsabilidad, estaremos en mejores condiciones
de entender las dramáticas decisiones que se están asumiendo actualmente en
Grecia. Antes de criticar la paja en el ojo ajeno, debemos limpiar la viga que
tenemos ante nuestros propios ojos.
El referendo realizado hace un mes en
Grecia, en el cual la mayoría votaron
por oponerse a las imposiciones de la burguesía griega (que cuenta con el
sustento de la troika europea), es muy similar a los resultados de la segunda
vuelta de las elecciones presidenciales de junio de 1990 en el Perú, en la cual
la mayoría de los votantes apoyó al desconocido Fujimori para oponerse
al plan del schok económico que abiertamente prometía imponer el candidato Mario Vargas Llosa.
En junio de 1990 gano el “No al schok”,
pero dos meses después, el 4 de agosto de ese año, el gobierno
del recién electo presidente Fujimori impuso el shock, medida a la cual decían oponerse él, su equipo de gobierno, y sus
asesores. Me parece que algo similar
acaba de ocurrir en Grecia.
(Por último, y entre paréntesis, te
comento que la semana pasada logre asistir por pocos minutos a la conferencia
que expuso el investigador Oscar Ugarteche, precisamente sobre la cuestión
griega. Lo que más me llamó la atención, de la
breve parte que alcancé a escuchar, fue su comentario sobre “la
situación actual en Puerto Rico” y su análisis comparativo con la crisis en
Grecia.)
Y así como últimamente hemos
participado en un conversatorio sobre la “cuestión china”, me parece necesario
y conveniente promover un siguiente conversatorio, sobre la situación griega.
Justamente, los dos artículos que señalé al comienzo podrían servir de
documentos bases para un intercambio ordenado.
Saludos,
Miguel Ángel Aragón.
Más adelante te enviaré como Archivos Adjuntos, los dos artículos citados
en el primer párrafo.
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