Aitor Riveiro
Domingo 23 de agosto de 2015
A la todavía dirigente de Syriza Katerina Sergidoy
(Atenas, 1982) la dimisión de Alexis Tsipras y la convocatoria de elecciones
anticipadas la pillaron en España. Concretamente, en la Universidad de Verano
de Anticapitalistas que el movimiento, integrado en Podemos, celebró hasta este
sábado en la sierra segoviana y donde ha coincidido con dirigentes como Teresa
Rodríguez o Miguel Urbán, entre otros.
Sergidou atiende a eldiario.es por teléfono en un
fluido castellano para explicar la situación actual en Grecia. Una palabra
domina el relato: memorándum. La letra pequeña del tercer rescate a Grecia, el
acuerdo que firmó Tsipras y que rechaza la Plataforma de Izquierdas, una de las
patas de Syriza y cuyos representantes en el Parlamento han decidido montar un
grupo parlamentario propio y denominarlo Unidad Popular.
Asegura que Syriza todavía no se ha partido y que
no se ha producido ninguna escisión. Todavía, porque la ruptura se da por
segura. "Esto puede cambiar en los próximos días. Hoy todavía soy la
secretaria del comité coordinador de Syriza en Atenas", apunta.
¿Cuándo se decidirá el futuro de Syriza?
Esta semana habrá diversos procesos internos:
asambleas, comité central, etcétera. Primero vamos a dar la batalla interna en
Syriza y si en los próximos días Tsipras mantiene el control de la mayoría en
los órganos, quizá nos expulsen. Pero todavía no sabemos qué va a hacer él ni
el resto de dirigentes.
¿Qué cree que pasará en estas reuniones?
Si no podemos convencer a nuestros compañeros de
Syriza de que la decisión de Tsipras [de aceptar el acuerdo] no es buena, si no
podemos convencerles de que apoyen reorientar las políticas, se creará un nuevo
partido.
¿Cuál será el objetivo de ese nuevo partido?
Unidad Popular (nombre que ha adoptado el sector
crítico de Syriza) quiere recoger el ’oxi’ (no) valiente del pueblo griego y
representar a toda la gente que ha rechazado el memorándum, que ha luchado
durante los últimos cuatro años contra la ’troika’, la policía y los gobiernos.
Vamos a pedir a todos los sindicatos, a toda la izquierda y a todo el pueblo
que apoyen la nueva fuerza para que continúe la resistencia en Grecia y para
que la izquierda europea tenga una referencia en nuestro país.
¿Qué ha llevado a Alexis Tsipras a dimitir y
convocar elecciones anticipadas?
Las elecciones tienen dos objetivos: la
ratificación del memorándum por parte del pueblo griego y eliminar a la
oposición interna. El sistema quiere que sea él quien aplique el rescate.
Alexis Tsipras ha sido el elegido por el sistema europeo para aplicar un
memorándum muy duro, el peor que existe. El grupo parlamentario de Unidad
Popular será el tercero en tamaño en el Parlamento y relegará a la cuarta plaza
a Amanecer Dorado. Sin elecciones, Tsipras tendría una oposición muy grande en
el Parlamento.
¿Por qué han optado por formar grupo propio?
Tsipras había anunciado la convocatoria de un
congreso de Syriza para decidir democráticamente si aceptábamos o no el
memorándum y si se convocaban elecciones. Él ha decidido caminar sin el
partido, dirigirse directamente al pueblo y colaborar con los socios europeos.
¿Cree que Tsipras temía que no pudiera sacar
adelante en los órganos de Syriza el memorándum y por eso adelanta las
elecciones?
Hay muchos compañeros en Syriza que no forman parte
de la Plataforma de Izquierdas pero que entienden que Syriza no puede
convertirse tan rápidamente. Si ahora se celebrara un congreso, se rechazaría
el memorándum. Igual que lo hizo la sociedad griega cuando votó ’no’ en el
referéndum.
Después de que Tsipras aceptara el tercer rescate,
uno de los líderes de la Plataforma de Izquierdas dijo que votarían en contra
pero que se mantendría el apoyo al Gobierno de Syriza. ¿Qué ha pasado desde
entonces?
Lo que [Panagiotis] Lafazanis quería expresar es que
no se nos puede hacer responsables de la caída del Gobierno. El argumento de
Tsipras era que si votábamos no al rescate, el Gobierno caería, pero el
único responsable es Alexis, que no respetó las decisiones de los órganos de
Syriza ni del pueblo. Aunque los medios usaron esta frase para señalar
contradicciones internas, lo importante es que nuestros diputados votaron no
en todas las ocasiones. Por eso Tsipras quiere limpiar el grupo parlamentario.
Hace dos días un asesor de Tsipras [Stavros
Karagkounis] también utilizóla expresión "limpiar", en referencia a
los miembros de la Plataforma de Izquierdas. ¿Se sienten víctimas de una purga?
Primero quiero aclarar que Alexis Tsipras no es un
traidor, pero ha entrado en un camino sin retorno. Tenía buenas intenciones,
pero cuando eliges el camino del memorándum y de Bruselas no puedes hacerlo en
un partido democrático. El cambio de programa de Syriza necesita un partido
distinto, que sea obediente y que no discuta. Ya en los últimos meses habíamos
pedido más democracia interna, con más debates y un mayor papel de los órganos.
Algunos en Syriza dicen que vamos contra el partido, pero en realidad son ellos
los que van contra las decisiones del partido.
Las encuestas aseguran que la mayoría de los
griegos está en contra de que el país abandone el euro. ¿Tenía alternativa
Tsipras al tercer rescate? ¿Se podía rechazar el memorándum y a la vez
permanecer en la moneda única?
El resultado del referéndum tiene más peso que
todas las encuestas del mundo. Y el resultado fue no en una situación de
terror, donde los patrones decían a los trabajadores que si votaban no,
iban a despedirles, y con los medios y la derecha asegurando que votar no
era votar contra el euro. Cuando la gente votó, tenía en mente que el no
significaba la ruptura.
El Gobierno no es que no aplicara el ’plan B’, es
que ni siquiera aplicó el ’plan A’, que implicaba no hacer ningún sacrificio
por el euro. Esto no significaba la ruptura inmediata, pero suponía que si en
un ’impasse’ de las negociaciones daban a elegir entre las necesidades de la
gente y el euro, eligiese las necesidades de la gente pasase lo que pasase.
Entonces, ¿cree que Tsipras pensaba que iba a
perder el referéndum y así poder aceptar el memorándum?
Tsipras tomó una buena decisión porque permitiría
desbloquear la negociación, pero no pudo seguir hasta el final la vía
alternativa. El problema es que Tsipras tenía un límite: romper con Europa. Yo
no sé si Tsipras quería que saliera el sí, pero sí sé que no respetó el no.
¿Tsipras está en condiciones de revalidar su
triunfo si finalmente Unidad Popular se presenta por separado?
El memorándum todavía no se está aplicando. La
gente aún no entiende que el memorándum implica que la ’troika’ va a decidir
sobre nuestras vidas. Ahora es el mejor momento para Tsipras para hacer las
elecciones y por eso ha elegido este momento. Si tiene el apoyo de todo el
sistema, de todos los medios y de toda Europa, es muy probable que gane.
¿Y qué expectativas tendrían ustedes?
Lo primero, entrar en el Parlamento. Y además
construir una unidad popular que no deje en paz a la troika, que organice la
desobediencia en las calles, en las instituciones y en todos los lugares para
llevar el ’oxi’, el no, hasta el final.
¿No temen que una división de Syriza devuelva a
Nueva Democracia al poder?
Lo más probable es que el sistema presione mucho a
Tsipras para que busque una coalición de unidad nacional en el Parlamento, una
posibilidad que ya se abrió cuando decidió aplicar el memorándum e ignorar el
mandato del pueblo. Lo que me preocupa es que un Gobierno de ’izquierdas’,
entre comillas, aplique el memorándum, porque habla mal de la izquierda. Esto
es lo que me da miedo. Pero si en el Parlamento y en la sociedad hay una fuerza
que dice no, no tenemos que tener miedo de nada ni nadie. La puerta a un
Gobierno realmente de izquierdas está abierta en Grecia.
¿Y ve posible que Amanecer Dorado continúe
aumentando sus apoyos?
Creo que por ahora no. El peligro existe pero, aunque
han tratado de recoger la decepción de la gente, no es la hora de Amanecer
Dorado. Creo que la gente prefiere una izquierda fuerte y por eso creo que nos
van a apoyar en las próximas elecciones.
¿Qué programa llevarán a esas elecciones?
El programa de Syriza. Eso significa decir no a los
memorándum y a hacer ningún sacrificio por el euro. Significa detener los pagos
de la deuda, cambiar los dirigentes de los bancos, renunciar a las
privatizaciones, etcétera.
¿Estará recogida explícitamente la salida del euro
en el programa?
Por ahora no tenemos un programa concreto. Pero
para nosotros lo fundamental no es elegir moneda, sino la voluntad política de
ayudar a la gente. La moneda es una herramienta. Pero la gente sí tiene que
saber que estarán encima de la mesa todas las opciones. Y una opción es la
salida del euro.
Lafazanis ha llamado a crear una gran coalición y
ha hecho un llamamiento expreso al KKE para que se una. ¿Cree que el partido
comunista lo aceptará?
Nos gustaría mucho tener una gran coalición de
izquierdas y nos vamos a dirigir no solo a los líderes del KKE, sino a las
bases, que votaron no en el referéndum. Durante los últimos años el KKE
ha demostrado que no tiene interés en colaborar con otras fuerzas de
izquierdas, pero esperamos que su gente presione y acepte el llamamiento.
En un hipotético escenario en el que el partido
Unidad Popular fuera fundamental para que Tsipras forme gobierno. ¿Qué
condiciones exigirían?
Este escenario no podemos preverlo. Sí puedo decir
que no apoyaremos un Gobierno que aplique el memorándum. La prioridad no es
buscar la manera de tener una voz en el Gobierno, pero si esa fuera la
intención, seguiríamos con Syriza en el Parlamento. Lo que queremos es ser la
voz del pueblo que dijo no.
Una de las figuras más relevantes del partido y
pieza clave de la negociación con Europa, Yanis Varufakis, todavía no se ha
pronunciado sobre su permanencia en Syriza. ¿Usted tiene alguna idea de qué
hará?
No sé ahora mismo qué va a hacer. Lo que sí sé es
que Varufakis es economista y él dice que el memorándum no se puede aplicar.
Las dos fuerzas de referencia de Syriza en España,
Podemos e IU, han mostrado su apoyo a Tsipras. Usted ha estado estos días en
España, ¿qué sensación tiene?
Para nosotros, el internacionalismo es fundamental.
Nosotros nos dirigiremos al pueblo del Estado español, que durante estos meses
tanto nos ha apoyado, sobre todo en la semana del referéndum. Queremos
agradecer su apoyo y creemos que apoyarán un movimiento antimemorándum y
radical como el que pondremos en marcha.
No he leído las declaraciones de los dirigentes de
IU y Podemos, pero para mí lo importante es que hay muchas opiniones y visiones
en ambos partidos. Estos días he estado en España para participar en la
Universidad de Verano de Anticapitalistas. Allí se ha dicho la solidaridad con
el pueblo griego no ha sido enorme. Espero que estos partidos, que son
partidos radicales y de la gente y que han dicho, especialmente Podemos, que se
dirigen al 99% de la sociedad, nos apoyen.
22/08/2015
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