Resumen Latinoamericano/ 28 de Julio 2015
Con el sugerente
título de The Making of Leopoldo López (La fabricación de Leopoldo López, para
usar una traducción muy ajustada) la revista de política internacional Foreign
Policy, descubre una perspectiva del dirigente opositor venezolano que lo
muestra como un producto de mercadeo de los medios de comunicación
estadounidenses al tiempo que aporta elementos que ponen en duda sus
pretendidamente intachables principios democráticos.
Newsweek
escribió sobre sus “centelleantes ojos color chocolate y pómulos altos” y llamó
a López un “revolucionario que lo tiene todo”. El New York Times publicó una foto de él, la mandíbula afuera, con el
puño en el aire, gritando delante de una multitud de manifestantes y le dio una
página en su plataforma editorial. En Nueva York, cuando las Naciones Unidas
sesionó en septiembre pasado, los manifestantes se reunieron para mostrar su
apoyo a López, y el presidente Barack Obama lo mencionó entre un grupo de
presos políticos de países represivos como China y Egipto, que “merecen ser
libres.”
López, que ha
ofrecido entrevistas sin camisa, llegó a encarnar la libertad y la democracia
para las audiencias de todo el mundo, con las estrellas, desde Kevin Spacey
hasta Cher manifestando por su causa, mientras que la etiqueta #freeleopoldo se disparó a través de
Twitter, destaca el análisis.
El inesperado
perfil, escrito por Roberto Lovato, un investigador de origen salvadoreño,
revela que durante su estadía en varios centros educativos para élites en
Estados Unidos, López adquirió estrechas relaciones con influyentes operadores
políticos y empresariales que le ha permitido forjarse una imagen que lo
asemeja a una combinación de “Nelson Mandela, Gandhi, y su tío abuelo lejano,
Simón Bolívar”.
Esas relaciones,
donde destacan los consultores políticos republicanos, Leonardo Alcivar y Rob
Gluck, así como el antiguo ejecutivo del banco de inversión J.P. Morgan, el
venezolano, Pedro Burelli, quien en la era pre-Chávez fue director de PDVSA; la
estatal petrolera de Venezuela.
Burelli fue, según
lo aseguró en una entrevista, quien llevó a López a trabajar como funcionario
del gigante energético venezolano, desde 1996, hasta 1999, cuando protagoniza
con su madre el escándalo de una donación de 120 mil dólares para la
organización política que precedió a la formación del partido Primero Justicia.
Burelli se
considera a sí mismo un “muy buen amigo” de López, y dijo que ha proporcionado
asesoramiento informal al líder de la oposición a través de sus muchas
transiciones políticas polémicas, desde la época de López en PDVSA a los más
recientes enfrentamientos con el gobierno de Maduro, precisa el extenso y
detallado artículo que se publicó este lunes.
De acuerdo con el
perfil, López cursó estudios en “la Escuela
Hun de Princeton, un internado privado de élite en Nueva Jersey. Fue en
Hun, cuya lista incluye a alumnos príncipes saudíes, el hijo de un presidente
de Estados Unidos, y el hijo de un CEO de Fortune 500.”
López pasó de Hun a Kenyon College, una universidad de artes liberales en Ohio, detalla
la investigación, donde desarrolló algunas de las relaciones que le servirían
para el momento actual. Fue un antiguo compañero de clase y consultor político,
Rob Gluck, quien dirigió el esfuerzo para establecer Friends of a Free Venezuela, el grupo de defensa centrada en los
medios de comunicación, que realiza en Estados Unidos, una campaña de alto
perfil por la liberación de López. Como testimonio del “fuerte impacto [que
López] ha tenido en la gente”, Gluck, portavoz del grupo, me dijo, “a pocos
días de la detención, en realidad en cuestión de horas,” amigos de Kenyon en
posiciones influyentes en el periodismo, comunicaciones, defensa, y el gobierno
se les ha “enviado un correo electrónico, conexión, el voluntariado, [y]
preguntado ¿qué podíamos hacer?”
Algunos de estos
compañeros de clase pasaron a fundar la campaña Free Leopoldo, un grupo de abogados bien relacionado que ha
impulsado una vibrante campaña de redes sociales en nombre de López. Entre los
compañeros de clase de Kenyon, que están ayudando a Free Leopoldo en los Estados Unidos está el operador del Partido
Republicano, Leonardo Alcívar, quien dirigió las estrategias de comunicación
para la campaña de (el precandidato) Romney y la Convención Nacional
Republicana 2004 y ahora trabaja en una empresa de comunicaciones que asesora a
las empresas en su estrategia online. Ningún otro elemento de la oposición
venezolana tiene nada parecido a la operación de los medios de comunicación de
Estados Unidos que López tiene a través de Free Leopoldo.
El mismo Gluck es
también un ex-estratega republicano que trabajó en la campaña presidencial de
Lamar Alexander y la exitosa campaña para el recordado gobernador de
California, Gray Davis, que resultó en la elección de Arnold Schwarzenegger.
Actualmente es socio gerente de High
Lantern Group, una firma de estrategia de comunicación basada en Pasadena. Él
dijo que López “siempre ha sido progresista,” y si se mide en el espectro
político de Estados Unidos, estaría a “la izquierda del centro”.
Gluck apoya Friends of a Free Venezuela pro bono –“tiempo
personal, pasión, y las conexiones de impulsar el trabajo”, dijo– pero su
empresa de comunicaciones también ha sido contratada por la familia de López,
dijo, para “llevar el mensaje sobre la situación [de López]”.
Leopoldo
tiene mejor aspecto
El trabajo de
investigación perfila los elementos estéticos y simbólicos que rodean el
liderazgo de López quien “se mantuvo como una estrella de rock entre los
jóvenes activistas de la oposición, incluso después de su arresto.”
En la voz de entrevistados
recoge los valores que encarna y reproduce: “Leopoldo es una persona
extremadamente democrática y de valores católicos”, me dijo Alejandro Aguirre,
miembro de JAVU (Juventud Activa por
Venezuela Unida), uno de los principales grupos de estudiantes detrás de las
protestas de febrero. “También es un atleta”, agregó Aguirre, a quien conocí el
7 de mayo en un foro de oposición llamado “Pensar diferente no es un crimen”,
que fue organizado por El Nacional,
uno de los periódicos más importantes del país. “Los atletas son moralmente
limpios, sin mancha, [y] mentalmente más fuertes que los demás.” También habló
de que López era un buen padre de familia. “Leopoldo”, dijo, “es un ejemplo
para la juventud”.
Lovato destaca que
“rara vez se señala en los medios de EE.UU., las divisiones profundas entre la MUD y su líder, Henrique Capriles, y el
ala más joven, más radical de la oposición venezolana encabezada por López…”.
Refiere que esa confrontación es contada con la emoción de una telenovela y
cita un episodio revelado por un cable de la embajada de EE.UU. en Caracas, y
que fue filtrado por Wikileaks.
“María Ponte,
miembro destacada del partido opositor de centro-derecha Primero Justicia, dijo
una vez, según un cable diplomático de Estados Unidos 2009 que `La única
diferencia entre los dos es que López tiene mucho mejor aspecto`” (en
referencia a Capriles).
“En una sección
del mismo cable de la embajada de Estados Unidos titulado “‘El Problema López”
funcionarios del Departamento de Estado de Estados Unidos describen al Leopoldo
López como una “figura divisiva dentro de la oposición” que es “a menudo
descrito como arrogante, vengativo y sediento de poder – pero funcionarios del
partido también le reconocen su perdurable popularidad, carisma y talento como
organizador.” Ciertamente, ningún líder anterior de la oposición venezolana ha
logrado proyectarse en el escenario internacional como lo ha hecho López.”,
agrega el reportaje.
El
defensor de la democracia y su papel en el golpe del 2002
Foreign
Policy explica
que “el apoyo internacional para López ha dependido en gran medida de su imagen
como un defensor incondicional de la democracia -para alguien que esté a una
distancia segura del intento de golpe altamente impopular de abril de 2002, en
el que elementos, que respondían a los líderes militares y empresariales,
derrocaron al presidente Chávez durante 47 horas”.
Ese punto ha sido
de gran preocupación para el líder opositor venezolano y sus allegados, pues
“en julio de 2014 el “libro blanco” sobre el juicio, escrito por dos abogados
que lo han representado a él y a su familia –Jared Genser y José Antonio Maes–
afirmaba que “López no era un partidario del golpe de Estado y que no firmó la
Ley de Constitución del Gobierno de Democrática Transición y Unidad Nacional
(“Decreto Carmona”), el documento que intentó derrocar a Chávez y disolver la
Corte Suprema y la Asamblea Nacional… ni estaba aliado con los líderes
empresariales que lo ejecutaron”.
Agrega que el
propio López a menudo se refiere a su lealtad a la Constitución , como en el
artículo de opinión que apareció en el New York Times en marzo de 2014, en el
que escribió: “Un cambio en el liderazgo se puede lograr por completo dentro de
un marco constitucional y legal”.
Pero entrevistas
con figuras clave en el golpe de 2002, una mirada a estrechos colaboradores de
López, y una revisión de los reportes de la prensa venezolana, eventos grabados
en vídeo y documentos del gobierno estadounidense pintan un cuadro más complejo
acerca de estas afirmaciones, explica Lovato como preámbulo a los llamativos e
inesperados (para el público estadounidense) hallazgos.
Con los años,
avanza la argumentación, López ha subrayado que él no firmó el decreto de
Carmona –hay evidencia que indica que lo hizo– y que no tenía ningún papel en
la organización de la tentativa de golpe de Estado. “En ningún momento fue
López siempre un defensor del golpe de Estado, ni estaba aliado con los líderes
empresariales que le llevaron,” se puede leer en los “white paper” de sus
abogados.
Pero los informes
de noticias, registros parlamentarios, documentos del gobierno de Estados
Unidos, grabaciones de vídeo y entrevistas muestran que López no estaba tan
alejado del intento de golpe de Estado y sus conspiradores mientras él y sus
representantes afirman. Golpistas y signatarios Carmona incluyen figuras que se
encontraban en ese momento, o que son ahora, los miembros del círculo íntimo de
López. Leopoldo Martínez, un líder de la oposición durante muchos años en el
parlamento, educado en Harvard y que militó en Primero Justicia con López, fue designado ministro de Finanzas del
gobierno de corta duración de Carmona. María Corina Machado, la más cercana
aliada de López, quien se unió a él para pedir las protestas de febrero pasado,
fue signataria del decreto; al igual que Manuel Rosales, ex dirigente de Un Nuevo Tiempo, un partido al que López
se unió y ayudó a construir en el año 2007 (y fue expulsado en 2009).
El más
controvertido episodio de López, continua Lovato, sigue siendo el arresto y la
detención del entonces ministro del Interior, Ramón Rodríguez Chacín, el 12 de
abril.
López, alcalde de
Chacao en el momento, y Capriles, entonces alcalde de Baruta (otro municipio de
Caracas), dijeron que habían sido alertados por los vecinos, y se presentaron
en una casa donde se alojaba Chacín, sin escoltas, para acusarlo por su
responsabilidad personal por las 19 muertes a tiros que habían tenido lugar el
día anterior. Cuando los partidarios de la oposición y los medios de
comunicación se reunieron fuera de la casa en Baruta, los dos alcaldes se lo
llevaron detenido. (Las muertes siguen sin resolverse; ambas partes mantienen
que el otro era responsable.) López dijo a los periodistas en el momento que él
y Capriles habían obtenido una orden de registro de la casa y habían coordinado
con la policía de Baruta en la detención de Chacín.
Momentos después
de que Chacín ha sido alejado, las noticias en vídeo captan cuando López dice (a)
un periodista que “el presidente Carmona sabe de la detención”, otra posible
indicación de la coordinación con el líder del golpe de Estado y algo que López
ha negado en términos generales muchas veces desde entonces. (Después de que
Chávez fue devuelto al poder, Capriles y López fueron acusados de detención
ilegal, en relación con el incidente, pero más tarde fueron indultados, como
parte de una amnistía controvertida. Preguntado en un programa de entrevistas
de tendencia favorable al gobierno en 2012, López admitió que la detención
había sido un error).
El investigador,
que visitó Caracas en dos ocasiones en 2014, se entrevistó con el actual
gobernador de Guárico para cotejar las versiones.
“Leopoldo López
comenzó reuniendo a los vecinos con su megáfono, diciendo que era un asesino,
que yo era el responsable de los asesinatos”, dijo Rodríguez Chacín.
“Él estaba
recogiendo en ellos, diciéndoles que sería llevado ante la justicia por los
asesinatos de los últimos días”. Un clip de noticias del incidente muestra a
Chacín siendo golpeado por la multitud. Pero de acuerdo a la transcripción de
las audiencias parlamentarias, en junio de 2002, sobre el golpe de Estado, otro
video de noticias de ese día cita a López afirmar que el gobierno de Chávez
está “en la clandestinidad, pero aquí, se impondrá la justicia, porque lo que
Venezuela está pidiendo en este momento es justicia”.
Chacín continuó:
“Me dijeron que me iban a detener y que iban a hacerlo de todos modos porque”
se trataba de un golpe de Estado, y que Chávez había renunciado. “Les dije:
‘No. Chávez no renunció.”
-.o0o.-
de: Resumen Latinoamericano
<resumen@nodo50.org>
responder a: resumen@nodo50.org
para: Resumen Latinoamericano
<resumen@nodo50.org>
fecha: 30 de julio de 2015, 18:55
asunto:
[Diariodeurgencia] VENEZUELA. Foreign Policy publica un contundente
artículo: “Leopoldo López fabricado por
los medios”
lista de distribución: diariodeurgencia.listas. nodo50.org
enviado por: listas.nodo50.org
firmado por: nodo50.org
Mensaje importante principalmente por los
integrantes de la conversación
-.o0o.-
Colectivo
Perú Integral Cómo un medio fabrica un líder de opinión opositor
14
Martes
jul 2015
Rubén Darío Buitrón
Periodista y escritor
El extraño individuo, de hablar tan pausado y de gestos faciales
imperceptibles, acude al ágil noticiero matinal donde si el tiempo
empieza a ser un problema se escucha una música que va subiendo para
cortar la entrevista si está aburrida, larga o, quizás, ya no conviene
al Canal que el invitado siga hablando.
En principio, habría que aplaudir que un canal de televisión haya
buscado una voz ciudadana, desconocida, nueva, para que se expresara.
Porque eso es lo que los ciudadanos demandan: que ya basta de los
mismos rostros y las mismas voces, que hasta llevan al set a los de
siempre para conversar con la pareja del agrio exembajador de cinco
gobiernos y la joven señora con rostro de modelo y gestos muy bien
estudiados (los movimientos de los codos, el lugar donde pone las manos,
las cejas para hacernos saber que no es un talento de televisión sino
una periodista que sabe de lo que habla).
Volvamos al individuo que casi no abre la boca y habla con rostro inexpresivo y atemorizado.
Su papel en el noticiero matinal, por estos días, es aparecer como un
ciudadano desconocido que se opone a la ley de Herencias y a la de
Plusvalía.
No lleva corbata y deja largos espacios en silencio después de que
uno de los dos preguntadores lo conduzcan hacia la comprobación, con
ejemplos y gráficos, que el proyecto de ley no afecta solo al dos por
ciento de quienes reciban montos cuantiosos sino a la clase media.
El objetivo está claro: el Canal desafía al presidente Correa a
retirar el proyecto de ley, porque el mandatario retó a que si alguien
le demuestra que el plan oficialista afecta a la clase media y no solo a
eso dos por ciento, el Gobierno deja a un lado la ley.
Pero ni el agrio exembajador ni la guapa preguntadora pueden hacerlo.
Tampoco ningún reportero ni “anchor”. Ni siquiera el presentador que
ganó el premio Guinnes no a la calidad periodística, sino a la
permanencia en un noticiero. El Canal se vería en problemas porque el
Gobierno podría acudir a la ley de Comunicación.
¿Cómo hacerlo, entonces? Con un invitado que casi nadie conoce, que
casi no pronuncia palabras ni conceptos, que casi no tiene nada qué
decir, que apareció de la nada, que es una herramienta de los
preguntadores para llegar a las conclusiones que ellos quieren llegar.
Para eso no hay escrúpulos. Los preguntadores se vuelven
comentaristas solapados, se transforman en traductores y motivadores y
entrenadores (¿el media traning no se hace antes?) que al aire impulsan a
decir cosas al extraño individuo que se presenta como Santiago Trejo,
“consultor de asuntos regulatorios”, quien en 2011 aparece en una
entrevista como “consultor en asuntos regulatorios y corporativos para multinacionales del sector financiero, minero y consumo masivo”. Toda una eminencia, pero incapaz de armar con rapidez y coherencia una idea concreta y contundente.
Y como no es capaz de explicar sus tesis por sí solo, requiere el
empuje, la ayuda, las palabras y conceptos que los preguntadores le
ayudan a completar.
En el directorio telefónico encontramos solo a un señor con ese
nombre: Santiago Trejo Mera, con un teléfono convencional al que
llamamos decenas de veces, pero no responde. ¿Será el mismo?
Pero, mientras tanto, el Canal ha logrado posicionarlo tan bien que
el Gobierno cae en el error de exigir espacio para replicar al señor
Trejo.
¿Replicarle qué? “La crisis de la verdad periodística es existencial
para los medios de comunicación porque estos medios dejaron de ser
informadores para convertirse en actores políticos”, dice el estudioso
colombiano Omar Rincón.
La réplica, si cabía, debió ser política y no “regulativa” o “legal”,
pero quienes han aparecido para refutar a la nueva estrella del
noticiero matinal, al nuevo líder de opinión, lo han hecho tan mal que
han logrado posicionar aún más las supuestas verdades del señor Trejo,
quien, por supuesto, tras la confusa intervención de los funcionarios
del Gobierno, entre ellos el gerente del BIESS, también exige su derecho
a responder y el tema se vuelve, para felicidad del Canal, una cadena
de réplica tras réplica tras réplica en la cual quien va consolidando su
posición, con la entusiasta y decidida cooperación de los
preguntadores, es el lento, pausado, silencioso, apoyado, confuso,
confundidor, ralentizado señor Trejo.
Fuente: https://rubendariobuitron.wordpress.com/2015/07/14/como-un-medio-fabrica-un-lider-de-opinion/
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